Cansado

Casi perfecto

POV Gulf

Desde un principio supo que el camino sería complicado, y no merecía menos luego de haber sido tan cruel por sus inseguridades. No pedía un lecho de rosas el lugar por el que iba a transitar hasta llegar a él, pero tampoco creyó que estuviera lleno de piedras puntiagudas que lo iban a lastimar tanto. ¿Así de agotado se había sentido P'Mew al no recibir ninguna respuesta positiva de su parte? Probablemente sí. Era una tarea extenuante el luchar por algo que ni siquiera tienes la certeza de que finalmente será tuyo, porque había grandes baches que le impedían, y uno de ellos tenía nombre: Fluke.

Era el mayor obstáculo que había encontrado en el camino, mucho más que todas las inseguridades que había tenido. Era como un muro que los separaba y no los dejaba estar en paz, y sabía que todo aquello no era casual, estaba claro que cada movimiento que hacía había sido calculado con precisión. No había sido una simple coincidencia que se "enfermara" poco antes de que tuvieran una cita a la que ése no estaba invitado.

En un principio había creído que el haber aceptado sus sentimientos y el haber superado sus miedos, dudas y prejuicios había sido la parte más difícil de todo aquello. Había prensado, inocentemente, en algún momento, que llegar nuevamente hacía P'Mew sería sencillo y que a alguien como el idiota de su novio se lo quitaría de encima como una pelusa de la ropa, pero qué equivocado había estado al pensar así. Debía de reconocer que el tipo era más resistente de lo que creía, había aguantado casi en silencio el que coqueteara con P'Mew en su cara y que nadie le prestara mucha atención, y se había vengado. Había puesto como pretexto el sentirse mal para evitar que P'Mew saliera. Era hábil e ingenioso, pero él lo podía ser más, a fin de cuentas, conocía mucho mejor a P'Mew, además de haber logrado una nueva cita, en un lugar en el que estarían alejados de todos y sin nadie que los viera.

Se sentía emocionado pero nervioso. No quería que nada ni nadie arruinara la cita que iban a tener. Finalmente podía decir que se sentía plenamente listo para dejarse llevar. Quería besarlo, decirle que estaba enamorado de él y que lo mejor sería que terminara esa relación en la que se había metido. Probablemente no tenía derecho a pedirle algo así, pero era un ser humano con defectos, y entre ellos estaba el egoísmo al quererlo a su lado y no con alguien más.

Era ahora que podía realmente darse cuenta de lo inusual de su comportamiento. En la última relación que había tenido no habían existido los celos de su parte, realmente no le importaba si su exnovia pasaba tiempo con alguien más porque nunca había sido de los que reclaman por cosas así. Tampoco se había visto en la necesitada de luchar contra alguien por su cariño porque sabía que lo tenía y que no era de nadie más, pero ahora todo era distinto. Había dañado y ahora podía sentir lo que era que te rompieran el corazón, porque eso fue lo que sintió cuando P'Mew le anunció que tenía un novio. Sentía celos si la idea de que estuvieran juntos siendo felices pasaba por su cabeza. Odiaba pensar que tal vez ese idiota lo llegara a conquistar y que no lo volviera a ver de la manera en la que lo hacía siempre, con esos ojos llenos de un amor que no había podido aceptar antes. Esa misma mirada era la que tenía ahora él.

Estaba cansado, pero jamás del él.

Presuroso, se dispuso a ponerse de pie luego se haber pasado un largo rato sobre su cama. Era una noche especial así que debía de arreglarse un poco más, y eso tomaba algo de tiempo extra. Tomó una toalla que se encontraba colgada detrás de la puerta y se dirigió al baño para ducharse con calma. Quizás usaría un poco de loción extra para afeitarse y algo para suavizar su duro y seco pelo, producto de pasar mucho tiempo bajo el inclemente sol de la ciudad mientras jugaba fútbol con algunos amigos. También se cepillaría los dientes con especial esmero para tener un buen aliento si algo llegaba a pasar entre los dos.