Cansado

Rechazo

POV Gulf

Dos semanas. Dos malditas semanas desde que había tomado la cobarde desición de decirle que lo que habían hecho era solo un error.

Se sentía estúpido por no poder ser lo suficientemente hombre como para afrontar lo que sentía, porque ahora lo sabía sin ninguna duda. Se había enamorado y no podía hacer nada para cambiar ese hecho.

Le dolía pensar que con sus acciones hería a la persona que se había ido ganando un gran espacio en su corazón, pero le dolía aún más la idea de perderlo por su falta de valor.

Quería disculparse y pedirle que se olvidara de todas las estupideces que había dicho, pero sabía que no tenía derecho a pedirle nada a él.

P'Mew siempre había sido amable y atento, nada en comparación a lo que era él, siempre tosco y poco preocupado por los detalles. No solía exteriorizar sus emociones, pero siempre estaba pendiente de lo que le pasara a la gente cercana a él, intentando que sus palabras no resultaran hirientes ni demasiado rudas, pero esta vez, sin pensarlo, sin quererlo ni buscarlo, había lastimado a una de las personas que más le importaba.

Había sido un bastardo muy cruel por jugar con sus sentimientos por segunda vez. Ahora tenía la certeza de que P'Mew había estado enamorado de él desde mucho tiempo antes de la primera vez que se besaron en aquella reunión en la que habían bebido sin ningún reparo. Había intentado negarlo, creer que todo había sido producto del exceso de alcohol que corría por sus cuerpos, quería pensar que solo había sido la confusión del momento, pero ahora sabía que no había sido así. P'Mew estaba enamorado y él simplemente había huido como si fuera un cobarde que no puede hacerle frente a sus propios actos.

La realidad le había impactado de frente la misma noche en la que había estado a segundos de besarlo, esta vez totalmente consciente de lo que hacía.

Al llegar a casa, luego de ese incómodo viaje en auto, había llamado a quien sabía que podría aconsejarle sobre qué hacer, pero la respuesta que había recibido no era la que esperaba.

Flashback

Tenía el teléfono celular entre sus manos, dudoso sobre qué hacer. Quería hablar con alguien pero tenía vergüenza de que supieran lo estúpido que había sido.

Solo unas palabras de aliento, un consejo, una idea sobre qué hacer...eso era lo único que quería.

P'Mild siempre se mostraba presto a escucha a quien lo necesitara sin juzgar, sin burlarse y dispuesto a ayudar si era necesario. Él seguramente sabría qué hacer.

Respiró profundo y marcó el contacto con su nombre. Puso el celular en su oído y timbró un par de veces hasta que un silencio momento se formó a través de la línea telefónica.

-¿Qué sucede?- Su voz no sonaba amigable como siempre.

-¿Podemos hablar?- Solo quería conversar con él y que le quitara de encima todas las dudas y angustia que cargaba sobre sus hombros.

-¿No es lo que estamos haciendo?- La voz seguía siendo cortante.

-¿Pasa algo por lo que estés así?- Preguntó con duda.

-Sí- Confirmó sin rodeos- Pasan muchas cosas, N'Gulf- Hizo una pausa antes de continuar- Pasa que eres un cobarde, que eres un poco hombre y que eres un imbécil. Eso es lo que pasa.

-¿Por qué dices eso?- En otras circunstancias jamás hubiera permitido que alguien le hablara de esa manera, pero en esa ocasión sentía que lo merecía totalmente.

-Tú sabes de qué hablo. Sabes perfectamente a lo que me refiero- Tomó una respiración- Es entendible que tengas miedo sobre lo que sientes, pero lo que hiciste hoy va más allá del pánico del momento. Has sido un cobarde que ha huido de la escena, dejando a alguien con el corazón roto, con miles de preguntas y ninguna respuesta. Eres un adulto que no sabe asumir la responsabilidad de las cosas que comete.