Cansado

Planes frustrados

POV Mew

Se sentía culpable por haberle dicho que regresara a su casa cuando había mencionado que se sentía mal, y fue por eso, solo por eso que canceló su cita.

Esa salida iba a ser especial porque estaba decidido a dar un paso adelante con N'Fluke, pero este percance había retrasado sus planes. No podía culpar a N'Gulf, pero no era algo que le agradara del todo.

Sentía que empezaba a superar ese amor que se había forjado con la conciencia, y que finalmente podría estar con alguien que no huyera de él y sus sentimientos como si se tratase de la peste. Quería amar, pero sobretodo, ser amado de la misma manera. Había encontrado a alguien que parecía tener interés en él no solo como un "hermano", sino como una pareja potencial.

En esa cita planeaba tener el valor suficiente para aventarse a una piscina que no sabía si tendría agua o no para amortiguar su caída...planeaba pedirle que fuera su novio, pero eso tendría que esperar.

Escuchar su respuesta frustrada cuando le había dicho que alguien se sentía mal y que por ese motivo no podían salir, había hecho que la incomodidad creciera. Se sentía mal por N'Gulf y por N'Fluke, pero ambos de distinta manera.

-Toma- Estiré la mano para alcanzarle una pastilla y un vaso con agua.

-¿Qué es?- Preguntó mientras analizaba el remedio.

-Ibuprofeno- Respondí con simpleza- Supongo que ayudará en algo, y si no lo hace, por lo menos no te hará sentir peor.

-Gracias- Sonrió con inocencia. Esas sonrisas que hacían que el corazón le diera un pequeño vuelto involuntario.

No, definitivamente aún no había logrado superarlo del todo. Y sabía que ese sentimiento no desaparecería en mucho tiempo, porque de verdad se había enamorado de él, pero tenía la esperanza de que se fuera lentamente como un barco de papel por el río, hasta que desapareciera o se hundiera, solo que presentía que ese barco no estaba hecho de papel, sino de algo mucho más sólido y resistente.

-Descansa un poco y luego te llevaré a casa- Le acaricié la cabeza antes de ponerme de pie del sillón en el que estaba sentado.

-¿Puedo descansar en tu cama?- Preguntó como si fuera la cosa más natural y como si siempre lo hiciera.

¿Qué sucedía con él ese día? ¿Acaso planeaba enloquecerlo en menos de 24 horas? Si fuera otra persona la que le hubiera preguntado eso no habría tenido problema en darle una respuesta de inmediato, pero con N'Gulf era distinto. La idea de tenerlo en su cama hacía que toda la sangre de su cuerpo comenzara a bombear a una zona poco conveniente.

-No creo que sea lo más conveniente- Debía de inventar un pretexto o la situación se saldría de control.

-¿Por qué?- Ladeó la cabeza, otra vez actuando como el ser más inocente del mundo. Tenía suerte de conocerlo y saber que su verdadera personalidad no era así. Era lindo, pero cuando se enojaba era de tener, y eso lo había demostrado el día en que había aparecido en la puerta de su casa a gritarle como si fuera el culpable de todos los males del mundo.

-¿Por qué?- ¿Qué podría decirle que sonara convincente y que no quedará como un idiota con una excusa tonta?- Porque tendrías que bañarte antes. No me gusta que entren a mi cama estando sucios- Y esa había sido el pretexto más estúpido que había podía salir de su boca.

-¿Y quién más ha entrado a tu cama?- Cuestionó. Su cara no denotaba ni un poco se alegría.

-Nadie- Respondí rápidamente. Sonreí amigablemente para que creyera en mis palabras.

-¿Entonces por qué dijiste que no te gusta que entren a tu cama estando sucios?- Lo había puesto entre la espada y la pared, pero esta vez la espada apuntaba directamente a su yugular.