Capítulo XXIV: "Lake Tahoe"

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DOCE DÍAS DESPUÉS

CASA DE LOS MANOBAN

— ¿Entonces, tu idea es irnos en tu auto y no en el autobús, con los otros estudiantes?. —preguntó Jisoo, viendo a Jennie acomodar las maletas de ambas en el maletero del auto.

— Si Jisoo, ¿Hay algún problema con eso?. —preguntó Jennie con molestia—. Si te molesta tanto irte en mi auto, aún estás a tiempo de pedir un taxi y unirte a ese grupo de idiotas hormonales en la universidad, después de todo, los autobuses aún no han salido.

— No me refiero a eso, es solo que pagaste demasiado dinero por los asientos del autobús y ni siquiera los vamos a usar. —dijo, ayudando a Jennie, a meter una pequeña hielera con varias botellas de agua dentro—. Si no tenías planeado usarlos, solo hubieses pagado lo de las habitaciones.

— Te recuerdo, que Rosé y Lisa, nos convencieron de pagar ellas las habitaciones y que nosotras pagaramos el autobús, el cual si tenía planeado usar cómo nuestro transporte, hasta el día de ayer, que me enteré que el estúpido de Jimin, iría en el mismo autobús que nosotras. —dijo acomodando todo de la mejor manera, para que Lisa y Rosé, pudieran meter también sus maletas—. Y no se tu Jisoo, pero yo no pienso pasar el viaje escuchando todas las estupideces que salen de la boca de ese idiota.

— Tienes razón, no sería sano para él, ni para nosotras compartir un mismo transporte. —dijo Jisoo viendo al cielo—. Estoy segura que nos terminarían dejando en la carretera por iniciar una pelea en el autobús.

— Exactamente, es por eso que lo mejor para todos, es irnos por separado. —dijo alejándose del maletero unos pasos y viendo el interior con las manos sobre la cintura—. Bueno, ahora que ya aclaramos esto, será mejor terminar de meter todo en el auto y movernos al otro lado de la calle.

Jisoo asintió y junto a Jennie, volvieron a entrar a la casa para sacar las últimas cosas que llevarían consigo. Diez minutos después, las dos se encontraban dentro del auto, a las afueras de la casa de los Manoban, esperando a que Lisa y Rosé, salieran.

— ¿A qué hora piensan salir?. —preguntó Jisoo, viendo la casa, por la ventana del auto—. A este paso, llegaremos cerca de media noche al lago Tahoe.

— Aún son las dos de la tarde. —comentó Jennie, viendo la hora en la radio—. Son siete horas de viaje al lago Tahoe, así que llegaremos cerca de las nueve de la noche, la hora perfecta, para reunirnos con todos en el lobby del hotel y que nos puedan entregar las llaves de las habitaciones.

— Olvidaba que me voy de viaje con doña perfecta. —Jisoo comentó poniendo los ojos en blanco al ver que Jennie tenía todo calculado—. Ya que veo que tienes todo bajo control, ¿Me podrías decir de qué manera dormiremos?.

— Tú, conmigo y Lisa con Rosé. —dijo encogiéndose de hombros—. No se necesita tanta ciencia Jisoo. Hermanas con hermanas.

— Oh. Pensé que aprovecharías este viaje para dar el siguiente paso con Lisa. —Jennie se sonrojó ante la insinuación que Jisoo había hecho—. Ya sabes, dejar de ser Jennie la puritana.

— Jisoo, cállate por favor. —pidió la castaña, completamente sonrojada—. No puedo andar pensando en esas cosas cuando aún no le he pedido que sea mi novia.

— Pues eso no pareció importante la semana pasada que las encontré en tu situación bastante comprometedora. —dijo con una mirada pervertida, haciendo que Jennie, desviara la mirada hacia otro lado, evitando que los recuerdos de aquella tarde volvieran a su mente.

**FLASHBACK**

— ¿Estás segura que puedes con eso?. —preguntó Rosé, mientras veía a Jisoo sacar del asiento trasero de la camioneta varias bolsas—. Si deseas, te puedo ayudar a llevarlas a casa.

En Busca De Mis AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora