3/5 PARA EL FINAL
LOS ANGELES, CALIFORNIA
EN LA UNIVERSIDAD
— ¿Listas para la mejor noche de sus vidas?. —preguntó Jennie, mientras detenía el auto en el parqueo de la universidad.
Eran cerca de las ocho de la noche y la mayoría de chicos ya habían empezado a llegar a la universidad. Todos vestidos de forma elegante, haciendo parecer el baile, una Red Carpet llena de celebridades.
— Rosé y yo, lo estamos. —respondió Jisoo, dándole pequeños y rápidos besos a la rubia, haciéndola reír—. ¿Ustedes están listas?.
Jennie, le sonrió a Jisoo por el retrovisor y asintió bastante emocionada. ¡Claro que estaba lista para la gran noche!, había esperado el baile de invierno por días y ahora que por fin había llegado, se encontraba dispuesta a dar lo mejor de si, con tal de darle a su novia una noche única e inolvidable.
— Bueno, al parecer no todas lo estamos. —Jisoo comentó señalando a Lisa con la mirada y la felicidad que envolvía a Jennie, desapareció cuando se encontró con la imagen de Lisa, cabizbaja y con la mirada fija en sus manos que jugaban entre si.
— ¿Amor, estás bien?. —preguntó Jennie, haciendo que Lisa, levantara la mirada y la viera con una expresión de tristeza. Jennie de inmediato supo que debía de hablar a solas con su novia—. Jisoo, ¿Podrían esperarnos afuera?.
— Claro. —dijo abriendo la puerta y saliendo del auto junto a Rosé—. No tarden mucho.
Jennie asintió lentamente y escuchó la puerta trasera cerrarse. El silencio inundó el interior del auto y sin dudarlo, la castaña extendió su mano hasta el rostro de Lisa y con suma delicadeza acarició su mejilla, haciendo que Lisa, cerrara los ojos ante las suaves caricias.
— ¿Qué tienes bonita?. —preguntó Jennie, con preocupación—. ¿Te sientes mal?.
— Solo... Estoy nerviosa. —respondió Lisa, sin abrir los ojos—. Es mi primera vez en un baile y no lo quiero arruinar.
— También es mi primera vez. —Jennie dijo y sonrió al ver los ojos de Lisa, abrirse—. Y al igual que tú, tengo miedo de arruinarlo. Pero la vida trata de eso, de intentar cosas nuevas que atemorizan y lo harán hasta que veas que no es tan malo cómo crees.
Jennie, se acercó a Lisa, uniendo sus labios en un beso. Los labios de la castaña se movían de manera lenta y pausada, tratando de darle a la más alta, la seguridad que necesitaba para disfrutar de la noche.
— Te prometo que siempre estaré a tu lado y ni un solo segundo te dejaré sola. —le aseguró Jennie, mientras su frente se mantenía pegada a la de Lisa—. Vamos a enfrentar esto juntas y mañana será solo un recuerdo.
Lisa, asintió con un nudo en la garganta y en un ágil movimiento envolvió en cuello de Jennie entre sus manos volviéndola a besar, está vez con bastante pasión. Necesitaba guardar en su mente la sensación de sus labios y el sabor de estos.
— Creo que tenemos que parar. —Jennie dijo, separándose del beso al sentir cómo la temperatura de su cuerpo se empezaba a elevar—. Si no salimos ahora, Jisoo nos matará.
— Si, será mejor salir o no podré controlarme. —comentó Lisa y Jennie soltó un suave jadeo al notar lo dilatados que se encontraban los ojos de la más alta. Incluso en la oscuridad del auto, podía ver el deseo reflejado en ellos—. Ese vestido que usas me tiene mal.
— Y a mi el tuyo. —comentó Jennie, al ver a Lisa abrir la puerta del auto con la intención de salir.
— Tal vez tengas el honor de quitarlo al final de la noche. —fue lo último que dijo Lisa, antes de salir del auto y dejar a Jennie con la boca abierta por la sorpresa.
