Capítulo XXII: "Primera Impresión"

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DOS SEMANAS DESPUÉS

CASA DE LOS MANOBAN

— ¿Todos saben lo que tienen que hacer?. —preguntó Lisa, entrando a la cocina dónde sus padres y Rosé, se encontraban preparando todo lo necesario para la cena.

Era viernes. Dos semanas habían pasado desde aquel aparatoso incidente, donde Jisoo había recibido una paliza por parte de Jimin. En este tiempo, la pelinegra se había recuperado tan bien, que ahora, podía salir de la cama sin soltar gritos de dolor. Era por eso, que los Manoban, se habían ofrecido en realizar una cena para celebrar los avances en su recuperación y para conocer a la chica que estaba saliendo con su hija.

— Cariño, no tienes de que preocuparte, todo saldrá bien. —dijo Chitthip, mientras salteaba algunas verduras en el sartén—. Conocemos a Jennie y a Jisoo. Sabemos bien que decir y que no.

— Si, lo sé. —Lisa soltó un suspiro, recargándose en la pared—. Pero de verdad, necesito que Jennie, se lleve una buena impresión de ustedes. —comentó, desviando la mirada hacia otro lado—. Ella por mucho tiempo nos creyó raros y quiero que vea que no lo somos. Tenemos que actuar cómo personas normales o comenzará a sospechar.

— Oye, prometo que estaremos al margen. —Marco dijo, sacando del horno la carne que varios minutos atrás había metido—. Sabemos cómo actuar frente a las personas, así que no debes de tener miedo de que algo se nos escape.

— Creo que ustedes no están notando el verdadero problema. —Rosé comentó con un tono juguetón desde el otro extremo de la cocina, dónde se encontraba cortando una lechuga—. Lisa, está preocupada porque no quiere que su novia se lleve una desilusión.

— Jennie, no es mi novia. —respondió sin verla—. Aún.

— Aún así, quieres que tenga una buena imagen de nosotros. —Rosé insistió—. ¿No es así, Lisa? .

— Yo solo... Quiero que está noche sea perfecta. —respondió Lisa, bajando la mirada al suelo con tristeza—. Todos ustedes saben que me gusta Jennie y que estamos en una especie de relación que aún no es formal. Saben que nos besamos y salimos muchas veces a la semana y yo... tengo miedo de que ustedes lo vean raro. Ya saben, ella y yo somos chicas y...

— Hey, alto ahí jovencita. —Chitthip la detuvo de inmediato—. Tú, más que nadie sabes que para nosotros, eso jamás será un problema. —aclaró—. Cómo ángeles, no nos enamoramos del físico o del género, sino de la pureza de su alma.

— Bien, puede que ese no sea un problema, pero estás olvidando que Jennie, no es un ángel. Es una humana. —dijo con la voz apagada—. Y quiera o no, eso influye mucho a la hora de tratarla. No podrán tener una conversación con ella, cómo seguro imaginaron que la tendrían con mi primer pareja.

— Ángel o no, la conversación será la misma. —Marco comentó—. La misión de un padre, es cuidar del bienestar de su hijo, así que no importa si es un ángel o humana, yo hablaré con ella y le preguntaré cuáles son sus intenciones contigo.

— Eso no se lo hubieses preguntado a un ángel. —Lisa dijo de inmediato.

— Oh, créeme que si lo haría. —dijo Marco con el rostro serio—. No todos los ángeles ven el amor de la misma manera, Lisa. Algunos lo ven cómo algo eterno y otros cómo pasajero. —comentó, volviendo su atención en la carne que tenía frente a él—. Aunque debo de aceptar que no seré tan intenso, ya que soy conciente de que si ella y tú tienen relaciones sexuales, no podrá embarazarte.

— ¡Marco!. —exclamó Chitthip y Lisa sólo bajó la mirada avergonzada, mientras que Rosé, reía con fuerza al otro lado—. ¡Deja de hablar de eso!.

En Busca De Mis AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora