Cap 8

19 4 0
                                    

Ayel estaba pasmada y omitió un grito. —¿Qué? —ella negó —Lo hubiese sabido.

Urías negó —Lo hubieses sabido si fuera Arcadiana. —Urías suspiro y miro a la niña —Pero ella es una Katagaria.

Ayel la miro. Si Ágata era un Were Hunter Katagario quería decir que era mitad animal mitad humano. Había nacido siendo animal y sólo hasta que entrará a la pubertad se podría transformar en humano.

—Pero... No está en la edad para ser humana. Ella debería ser un cachorro.

Urías la tomo del brazo y la levanto para llevarla consigo al baño.
.
.
.

Cuando se fueron Ágata miro el cuarto horrorizada. Jamás había estado en un lugar como ese. Todo era extraño para ella. Incluso ella misma era extraña para si.
.
.
.

Urías entro al baño y cerro la puerta.

Ayel lo miro ceñuda —¿Qué pasa?

Sin previo aviso Urías la beso. Ayel se pasmo ante su acción pero luego le devolvió el beso.
Un calor la invadió sin poder detenerlo. Le recorrió todo el cuerpo desde la cabeza a los pies.

Cuando se separaron Ayel hablo: —Sabes que me gustaría hacerte el amor aquí mismo pero no es el momento adecuado.

Urías le sonrió divertido. —Quería hacer dos cosas. La primera era comprobar si estabas bien. Cosa que hice.

Ayel alzó una ceja divertida —¿Y la segunda?

—Lo comprobaré ahora.
.
.
.

Ágata sabia que tenia que irse de ahí. Su cabeza le decían que huyera. Pero no podía moverse. Se sentía impotente.
La puerta se abrió y aparecieron de nuevo la pareja. Ágata los observo. Olían a animal. Eso le daba miedo. No conocía a más personas que olieran así salvo los miembros de su pueblo. No sabía si debía confiar en ellos. Pero al ver a la mujer no pudo evitar tratar de reconocerla.

Urías se volvió a agachar y Ayel lo imitó.

—Perdón por habernos ido. Pero quiero saber si puedes hablar.

Ayel lo miro asombrada, ¡podía entenderle! Podía entender el español.

—Urías...

—Sshhh. —pidió él —Luego te explicó.

Ágata negó. —No puedo... Lo intento...

Ayel miro a Ágata igualmente asombrada.
Por eso Ágata no había dicho nada, no podía hablar salvo por telepatía.

—¿Antes podías volverte humana?
Preguntó Ayel sintiendo su lengua extraña por aquellas palabras.

Ágata se sobresalto al escucharla en su mente, recobrándose del asombro negó.

—No... —susurró —Salía con mis padres de paseo cuando fueron atacados... —sus ojos estaban brillosos, a punto de llorar —Hui pero mi pata derecha quedó atrapada
en una trampa.

Ayel miro su mano derecha donde tenia la venda maltratada.

—¡Eres un Were Jaguar!

Ágata la miro extrañada. —¿Un... No se que es eso.

—Un Were Hunter… —le explico Urías. —¿entonces eres un jaguar?

Ágata asintió. —Me salvaste de la trampa, pero no sabía si eras uno de los que habían atacado a mis padres, así que hui. —tragando saliva continuó —Mientras corría unos hombres intentaron atraparme, pero no me deje, pensé que los perdí
pero no llegue lejos con un dardo tranquilizante. —los miro a ambos —Cuando desperté estaba así... Y... No sabía que hacer... Luego te vi. —miro a Ayel —Dos lugares inoportunos me hicieron entrar en pánico.

Unidos... |Trilogía Were Hunter #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora