Cap 15

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Ayel ataco al jaguar haciendo retroceder rápidamente y dejar a los demás asombrados.

—¡La tocan y los mato! —siseo y se coloco entre ella y los demás para protegerla.

Ayel a pesar de ser una pantera tenia un porte amenazador. No había que recordar que siendo un Centinela Aristi podía cargar con todos ellos, pero tenia que proteger a Urías, Alex y Ágata. Sabia que Urías podía protegerse, pero con Alex en brazos era difícil. Sobre todo cuando es más ágil y letal siendo pantera. Ayel los miro y lo consideró, era mejor peleando como humana. Pero viendo sus caras de asombro dedujo que de este lado del mundo no tenían Centinelas, después de todo a Ágata le costo comprenderlo.

—¡Traidor!

Grito uno de ellos atacando a Ágata. Ayel se interpuso y arremetió contra él. Garras y dientes junto a gruñidos hicieron que Ágata se encogiera de miedo.
Urías le tomo del brazo y la atrajo a si.
El jaguar cayó al suelo inconsciente y Ayel se transformo en humana de nuevo.

—Traidores ustedes que han dejado a un lado a un miembro de su manada... —siseo

—¡Lárguense! No los queremos aquí... —siseo el jaguar de ojos amarillos —¡Ahora!

Ágata tembló ante su grito pero no le importaba mucho. Sabia que esto pasaría.
Después de todo la voz le dijo que esto pasaría.
Ayel iba a decir algo cuando la mano de Ágata sostuvo la suya. Ella le miro y Ágata negó.

—No... Yo...

Mirando a Urías este asintió y se alejó.

Ayel los miro a todos. —Un día se arrepentirán de esto...

Sin más se alejaron de la aldea para internarse en el bosque.

[...]

Con una fogata de para el respaldo del frío Ágata tenia las piernas flexionadas contra el pecho mientras miraba las llamas de las fogatas. No le dolía que la rechazaran. Lo hacían siempre, sus padres no estaban ahí así que no importaba.
Todo lo contrario seria si vivieran. Haría el juicio sólo para poder intentar entrar a la aldea que tanto la odiaba.

¿Estás ahí?

“Siempre mi niña.”

Ágata suspiró. tenías razón...

[...]

Devora sonrió. —Déjame ayudarte mi pequeña.

[...]

Ayel miro a Ágata quien tenia la mirada perdida en su mundo. Mientras alimentaba a Alex Urías llegó con algunos peces.
Urías suspiró y miro a Ágata.

—Y... —susurró Ayel en inglés —¿Qué sigue?

Urías se sento a su lado y miro a Alex quien tomaba del pecho de su madre.
Acariciándole la cabecita Alex le sonrió.

—Dicen... —susurró —Que padre no es el que engendra... Sino el que cría. Y aunque todo será diferente Ágata se ha ganado un lugar en mi corazón.

Ayel lo miro —Y en el mío...

Urías sonrió y le beso. —Hablaré con ella.
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Ágata suspiro y asintió. Bien...

Urías se acerco a ella y se sento a su lado. —¿Estás bien?

Ágata asintió. —Si... Realmente era lo que me esperaba de ellos.

—¿En serio?

Ágata asintió —Si... —susurro —No siempre les caí bien. —encogiéndose se hombros le quitó importancia —Aprendí a cuidarme sola. Mis papás me enseñaron bien, puedo apañármelas...

Urías sonrió su corazón encogerse. —Ágata... —no sabia por donde empezar —Nos... Conocemos hace unos días. Pero puedo decir que te consideró una niña fuerte, ágil y segura de si misma a pesar de no conocer el mundo.

Ágata lo miro de reojo. —Gracias. Viniendo de alguien que me salvo sabiendo que pondría en peligro a su familia... Lo aprecio.

—Ágata, ven con nosotros. —soltó Urías sin más.

Ágata lo miro perpleja y asombrada. —¿Qué...?

Urías sonrió. —Se que será nuevo para ti pero... Podemos ayudarte a adaptarte.

Ágata miro a Ayel quien le sonrió y asintió. Mirando de nuevo a Urías este se excusó —Se que no somos tus padres pero...

Sin dejarlo terminar Ágata se lanzó a sus brazos y lo abrazo fuertemente mientras sus lágrimas caían. Urías la abrazo mientras le acariciaba el cabello. Ágata lloraba por muchas cosas. Entre ellas porque Urías y Ayel no vivirían para llevarla a casa.

—¿Entonces es un si?

Ágata lo miro y asintió. —Si... —tenia las esperanzas de que algo pudiera salir diferente. De que pudieran vivir.

Urías le limpio las lágrimas. Ayel se acerco con Alex y agachándose a su lado susurro —Bienvenida a la familia Ágata... —le sonrió.
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Comían cuando se empezó a nublar. —Debemos buscar refugio. —comentó Ayel mientras miraba las nubes.

—Yo... Conozco una casa muy cerca de aquí, está abandonada. No vive nadie ahí

—¿Está muy lejos? —preguntó Urías

—No... —negó —Si puedo ubicarme, se que está cerca.

Ayel asintió —Bien, recojamos todo y vámonos.

Ágata no había visto la casa antes, pero la voz en su cabeza le había dicho que podían refugiarse ahí.

[...]

Devora se levanto de la silla y miro por la ventana. —Hermano...

—¿Si?

—Prepara todo. Iremos por Ayel.

Patrick asintió y salió de la habitación.

Devora sonrió. —¿Qué harás ahora Archeron? Si no los salvas Kalis será liberada...

Unidos... |Trilogía Were Hunter #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora