CAPÍTULO 22

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PROV (ANA) 

  Ya esta declarado, voy a morir virgen. Ningún hombre se va a querer acostar conmigo, soy un peligro para cualquier persona que acaricie o toque mi cuerpo. Yo nunca me imaginé sufrir de tantas cosquillas tan solo con un pequeño beso. Dios! Estoy jodia. Aunque si el cabezazo que le dí a Christian no fue por mi culpa, fue su culpa por no avisar. Ya han pasado muchos días de eso, y la verdad fue que coji tremendo susto al ver todo ése sangrero que le salía de la frente y al fin no era nada, se hizo solo un aruñonsito con mis cabellos, en cambio a mi si que me dolió, ese golpe, fue tan fuerte que vi a Dios comiendo arroz. 

  Ese día yo pensé que jamás ni nunca él se acercaría a mi, lo único que yo estaba esperando es que me votará de su habitación, pero por fortuna no lo hizo, y lo mejor... O creo que fue lo peor, por lo menos para él, fue que la noche siguiente él volvió al ataque. 

 Pobre hombre! Pienso que nunca se olvidará de esa noche. Y yo? Espero solo de encontrar pronto un hipnotizador para que me ayude y quizá que no lo hipnotiza también a él y le quite el trauma que le quedó. Me quedo ida por un momento recordando la noche aquella. 

DOS NOCHES ANTES 

 Estoy en la habitación de Christian, sentada en la cama, puse dos almohada en la cabecera para estar sentada derecha y cómoda. Trabajo con mi computadora. Es tanto tiempo que no trabajo y la verdad es que me estoy cansado. Necesito un poco de acción, pero no pienso que mis padres me dejaran entrar antes del tiempo al trabajo. 

Por un momento quito la mirada de mi computadora y miró alrededor de la habitación de Christian. Uffa! Creo que es mejor volver a mi habitación, no creo que pueda suceder algo entre él yo después de lo que sucedió anoche. 

  Cuando estoy por levantarme de la cama para irme de ahí, entra Christian en todo su esplendor masculino y sin decir nada me quita mi portátil, lo cierra y lo mete sobre el sofá, luego se acerca cómo un cazador, me agarra por los pies y me arrastra, y yo caigo acostada en la cama, luego se mete sobre de mi a horcajadas un poco más arriba de mis rodilla, su cuerpo no me toca, luego me hace sentar y me baja los tiros de mi overol de dormir y los bajás casi hasta mis caderas, me deja la camiceta. 

  Christian me empuja suavemente para que me vuelva acostar, tomas mis manos y la mete sobre mi cabeza, las tiene agarrada con una sola mano y con otra agarra mi cuello haciendo que mi cabeza se levante ligeramente. No puedo moverla y esto me excita de tal manera que ya estoy muy mojada en mis entrepierna. 

Oh Dios! Esta es la noche, hoy voy a perder mi virginidad. Christian inicia a besarme el cuello, sus besos son como pluma y me provoca un cosquilleo casi insoportable. Me río, trato de mover la cabeza involuntariamente, pero no se mueve y yo río siempre más fuerte.  Luego siento algo muy placentero y me paro de reír inmediatamente y de mis labios sale un gemido involuntario, Christian muerde mis pezones a través de mi camiceta y sentó que estoy casi por tener un orgasmo. No sé toma mucho tiempo con mis pezones, él continúa su trayectoria por mi cuerpo y me quita la mano del cuello. 

A un cierto punto siento mi camiceta subir para arriba descubriendo mi estómago, prácticamente mi camiceta cubre sólo mis senos y Christian inicia otra vez a besarme, desde mi costado y me provoca reír. 

  El besa y yo río, río y río. Cuando llega a mi estómago no resisto más, ahí son más fuerte las cosquillas y automáticamente levanto mis piernas para proteger mi estómago del cosquilleo insoportable, el problema es que mis rodillas se encontraron con los testículo de Christian, y ni siquiera me di cuenta.

  Yo cómo una idiota continuaba a reírme, luego que me calme mi risa fue que me di cuenta que Christian ya no estaba sobre de mi, apoyé mis codos en la cama y mire de un lado a otro y no veía a Christian, hasta que sentí un gemido de dolor que llegaba del piso, mire y ahí estaba Cristian en posición fetal, con sus manos en las entrepiernas, tenía el rostro bien rojo y se denotaba que estaba sufriendo mucho. 

ANASTASIA; MI PEQUEÑA TRAVIESA (THE GREY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora