ANASTASIA; MI PEQUEÑA TRAVIESA (THE GREY)

CAPITULO 13

PROV ( CHRISTIAN )

Me enteré que mi querida esposa ya llego de su viaje y no pienso perder tiempo en ir a buscarla. Desde ayer que fue cuando regreso, la tengo vigilada y de mi informador ahora esta sentada en una cafetería jugando con una computadora portátil.

Salgo de mi oficina y antes de marcharme le digo a Andrea que cancele todas mis reuniones de hoy por la tarde. Camino hacia el ascensor con la mirada de gata muerta de Olivia, la cuál inicia a cansarme seriamente.

Ryan, uno de los tantos guardaespaldas que tengo, esta ya esperando que yo entre en el ascensor. En el garaje coterráneo esta Taylor esperando. Ryan me abre la puerta y cuando me acomodo la cierra, luego entra en la parte de pasajero al lado de Taylor que no pierde tiempo en guiar el SUV a una cafetería que esta en el centro de la ciudad.

Cuando llegamos a la cafetería, Ryan se baja del SUV para ir a buscar la Señora Grey, en tanto que Ryan regresa con esa chica, yo me dedico a leer algunas e-mail, respondo a las que son importante, algunas las canceló y otras las guardo para leerlas más tarde porque no son tan importante.

No pasó mucho tiempo que Ryan regresó pero no estaba acompañado. -Sr Grey, la Señorita no aceptó seguirme, me pidió de informarlo que si usted quiere hablar con ella debe...- Ryan se limpió la garganta haciendo que su acto me diera fastidio.

-Que dijo??- Él sabía que si quería mantener su trabajo debía de decir exactamente lo que ella le dijo.

-Que tenía que alzar su pesante culo e ir en donde ella.- Mi rabia inició a aumentar, cerré las manos en puños, sentía como mis uñas se clavaban en mi piel. Inicie a contar al revés iniciando de diez pero cuando terminé la rabia no había disminuido, conté desde el cincuenta muy lentamente pero no llegué muy lejo cuando decidí que era mejor desde cíen, cuando terminé me había calmado un poco. Miré a Ryan y asentí para que me abriera la puerta del auto.

Me bajo del auto, abotonó el saco de mi costoso traje negro, propio como mi estado de ánimo. Con Taylor y Ryan a mis espaldas me dirijo hacia la cafetería. Cuando llego a la puerta Ryan se mueve para abrirme la puerta.

Sin notar a nadie, parado con toda mi altura en medio de la cafetería la busco con la mirada encontrándola inmediatamente sentada en fondo, sentada en la última mesa, con la espalda a la pared. Su belleza la hacía distinguir de todas las demás personas en la cafetería y debo confesar que la foto que me mandó Welch no le hace justicia y al parecer mi polla me da la razón haciendo un pequeño movimiento en mis pantalones.

 Pienso que su belleza me puede causar problema y lo pude confirmar inmediatamente al sentir como mi polla levantaba con más fuerza la cabeza sin mi autorización.

Inicio a moverme y camino con paso seguro en donde ella esta sentada. Con cada paso que daba mi polla crecía en mis pantalones provocándome un grande fastidió y no solo porque era muy incomodo y además se podía notar si mi saco se abría un poco, sino porque nunca me había sucedido algo así con ninguna mujer, ni siquiera con Elena cuando  era un adolescente, Mi cuerpo, en especial mi pene han tenido reaccione siempre y cuando yo lo he decidido y esto que sucede en este momento en mis pantalones no me satisface.

Cuando llego a su mesa mi pene se encuentra completamete erecto y me causa un poco de malestar, con discreción me lo ajusto un poco para tratar de darme un poco de alivió y que no se note tanto, pero sé que es inútil.

No espero que uno de mi guardaespaldas me saqué la silla que esta de frente a ella para sentarme, sino que lo hago yo solo, hago un poco de ruido al arrastrarla.

Ella esta concentrada en una computadora portátil. Debe de estar hablando con sus amigos en facebook, mientras hace chat con quién sea de sus amigos puedo ver como sus dedos se mueven con mucha velocidad en las teclas de la computadora y pienso que sería una magnífica secretaría, pero en este tiempo creo que la gran mayoría de las mujeres tienen esa habilidad gracias a todas estas cosas.