Esta es la historia de Diro, un joven que considera que tiene una buena vida, pero hay algo dentro de él que no lo deja, una sensación que le asfixia y le estruja el corazón ... Necesita entender que pasa y como solucionarlo, antes de que haga algo...
-De acuerdo, hoy hablare con ella y que me diga que espera de esto. vio el reloj, -Vamonos, hay que regresar ya, Rose y Netc asintieron -Todo va a salir bien Diro, solo ponte como el mango, relajado relajado relajado! dijo Netc al compas de lo que cantaba, lo que saco una carcajada del mayor, -No se como le haces, pero siempre haces que me sienta mejor, gracias Netc, dijo llevando su mano a la cabeza del menor y alborotando su cabello. -A que hora la veras? pregunto Rose,-A las 8pm. -Mira, llévale unos chocolates, nunca hay que llegar con las manos vacías a una cita, dijo ella. -Siii!!! chocolates! mis favoritos... dijo Netc, se le hacia agua la boca de solo ver tanta variedad, en eso, Diro vio un osito de chocolate en color azul, esos que están de moda con un martillito de madera para que lo rompas. Llevare este! fue con la cajera y lo pidió para regalo. Y así, salieron los 3 con el regalo y el mayor decidido, aunque sea por poco tiempo, iba a disfrutar del amor.
Diro llego a las 8:00pm, no quiso llegar a la practica, ya que estaba bastante nervioso, prefirió quedarse lo mas posible realizando pendientes en la oficina, y saliendo justo a tiempo para llegar. Entro a la pista y pregunto por Minako, un miembro del staff lo llevo donde ella se encontraba.
-Hola Diro! saludo la linda nipona colgándose del cuello del mayor, dándole un beso en la mejilla, ya casi estoy lista, solo me cambio y nos vamos. -De acuerdo, aqui te espero, dijo el mayor un poco nervioso, ya que sentía la inquisitiva mirada del entrenador del grupo. -Buenas noches Sr. Sagara (reverencia) -Buenas noches Diro, como estas? -Muy bien señor, este... bueno... el mayor no sabia como pedir permiso para salir con la nipona (si! Al ver al entrenador, Diro sentía que debía de pedir permiso, ya que en realidad, ellos no lo conocían, quería hacerle saber al mayor que ella estaría bien con él). -Crees que no se quien eres? claro que lo se! sino no dejaría a Minako contigo, dijo esbozando una sonrisa, Diro se sintió curioso, -Como es que me conoce? -Ayer Minako me comento donde trabajabas, solo fue cuestión de hacer unas llamadas (vaya, si que no perdía el tiempo). -Supongo que la llevaras a cenar, el menor asintió, -Bueno, los quiero de regreso a las 11:00pm, correcto? -Si señor, así lo hare, dijo el menor (reverencia). -Sabes? no es necesario hacer reverencia cada que dices algo, vas a terminar mareado, dijo el mayor soltando una risa que sonrojo al menor. -Ah, ok... lo siento -No te preocupes, voy a apurar a Minako, hasta luego Diro -Hasta luego sr. Sagara.
-Ya estoy lista! Diro al verla se perdió en lo que estaba frente suyo, la nipona traía un lindo vestido estilo japonés color azul oscuro hasta la mitad de sus muslos, que acentuaba cada una de sus curvas, se había soltado el cabello y tomado un lado del mismo con una peineta, lo cual hacia que se viera muy sensual
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*vestido estilo japonés
Diro estaba maravillado, así que se acerco a ella dedicándole una gran sonrisa, y tomo sus manos -Estas hermosa Minako, seguía contemplándola. Minako le dio un guiño, al parecer había conseguido lo que buscaba ,que el mayor se embelesara con ella. -Muchas gracias Diro, nos vamos? dijo tomándolo del brazo - Ah? Si! vámonos, el mayor sentía que su corazón se desbordaba, esa seria una gran noche.
Iban caminando al estacionamiento, platicando de cosas triviales -Dime Minako, que te gustaría cenar? la menor, poniendo su dedo en la nariz, se quedo pensando un poco, y justo cuando el mayor volteo para abrirle la puerta del auto, ella lo jalo quedando el mayor frente a ella con la espalda en la puerta que momentos antes había querido abrir. -Quiero esto! se colgó del mayor y empezó a besarlo de forma tierna, esperando la respuesta del mayor, la cual obviamente no se hizo esperar, la tomo de la cintura, acercándola mas a su cuerpo y respondió el beso de forma desesperada, le encantaban los suaves labios de la nipona, quería quedarse así , disfrutando del momento, pero una luz de raciocinio le hizo recordar donde estaban -Es... espera, trato de decir el mayor con la poca cordura que le quedaba, -Que pasa? no te gusto? , Esta loca? como podía pensar eso, ese beso le había encantado al mayor! tenía sentimientos encontrados, esto iba muy rápido y no quería verse como un aprovechado. -No es eso... es solo que esto va muy rápido, acordamos que íbamos a hablar de ello, recuerdas? dijo el mayor esbozando una sonrisa y tratando de no verse tan nervioso -Diro, eres muy tierno, le dijo al tiempo que tocaba la mejilla del mayor. -Tengo antojo de crepas y de ese rico chocolate que tomamos ayer, vamos a la cafetería, el mayor tomo la mano que ella tenia en su mejilla, la acaricio y le dejo un beso en la misma -Sus deseos son ordenes , a la cafetería entonces, y esta vez, si pudo abrir la puerta para que la nipona entrara al auto, entro el y se dirigieron a la cafetería.
