Amarte duele (AyA)

Parte 13 - Amigos, simplemente amigos

Mai abrazó a Any hasta que se calmó y dejó de llorar. Ella no quería exponerla, pero sabía que de no haberlo hecho, Any nunca se hubiera atrevido a decirle nada. Cuando por fin pudo hablar, Any se dirigió a Mai un tanto enojada, pero a la vez aliviada. Se había quitado un peso de encima, por fin había alguien con quien podía hablar del tema. 

—¿Hace cuánto lo sabías, Mai? 

—Mmm no sé, hace un par de meses. Sabía que algo te pasaba y me bastó observarte un tiempo. Muchas veces te caché viendo a Poncho, sin quitarle la mirada de encima — respondió Mai mientras reía. 

—Ah no, pues qué graciosita — bufó Any mientras pensaba preocupada si alguien más lo había notado. ¿Qué pasaba si alguien más además de Mai la había descubierto ida viendo a Poncho o sonriendo como tonta cuando él se acercaba? 

—No te preocupes, Any. No todos te conocen tan bien, así que no creo que nadie más lo notara — dijo Mai como leyéndole la mente y contestando a una pregunta que ella no había hecho. Any suspiró aliviada — Ahora, lo verdaderamente importante es que decidas qué vas a hacer con Poncho. Después de lo que pasó la última vez, él se debe de estar preguntando qué pasó y no lo vas a poder evitar toda la vida, es tu pareja en la novela. 

—Ya sé Mai, ya sé. Pero no tengo ni idea de qué hacer, no sé qué decirle la verdad. "Oye Poncho, perdona que la vez pasada me fui así, es que te quería besar y me asusté". "No te preocupes wera, te perdono por querer besarme y después salir corriendo como una loca". Claro, suena como una buena conversación — dijo Any mientras Mai reía a carjadas. Ella también reía, suponía que poder hacer bromas al respecto era una buena señal.

Después de un rato de reir y hacer bromas, Any se puso seria. 

—En serio no sé cómo explicarle, Mai. No quiero que Poncho se de cuenta de lo que siento, yo solo quiero que todo sea como antes, que sigamos siendo los mismo amigos que siempre hemos sido. 

—Pues ahí está tu respuesta. Si de verdad quieres seguir teniendo su amistad, entonces no la pierdas Any. Poncho te quiere muchísimo y se nota que la está pasando mal. Ya sabes cómo es, siempre preocupándose por los demás y pues, hace un par de meses terminó con Dul y las cosas con ella tampoco han sido fáciles.

—Lo sé, lo sé. Creéme que yo no quiero agregarle más cosas por las cuales preocuparse. 

—Además Any, sin afán de sonar egoísta, pues también estamos nosotros, ¿sabes? Lo que le pasa a alguno, nos afecta a todos, en especial al grupo — dijo Mai con un dejo de culpabilidad en el rostro. Pero Any sabía que tenía razón, no podía ponerlos a todos en una situación incómoda solo porque ella no sabía manejar sus sentimientos. 

—Tienes razón, Mai. La egoísta he sido yo — suspiró — Creo que al menos puedo intentar ser la misma de siempre y pues aprovechar la amistad de Poncho. Al final, creo que eso es lo que me queda, su amistad. No quiero perderlo. 

—Pues entonces anímate amiga. No todas las personas pueden tener una amistad tan cercana con la persona de la que están enamoradas. Además, tenerlo de amigo te ayuda a ver qué tan compatibles son, a conocerlo mejor y pues si en algún momento llegan a ser algo más, ya lo conoces mejor que a nadie y él a ti — dijo Mai sonriendo. Sonaba tan positiva, esa era ella, siempre viéndole el lado bueno a todo. 

—No creo que pase nada más la verdad, pero sí, debo valorar más la amistad que tenemos y dejar de hacerle tanto caso a lo que siento. La próxima que lo vea, no lo voy a evitar y voy a intentar arreglar las cosas con él. 

—Así se habla — Mai tenía una amplia sonrisa dibujada en el rostro. Ambas se lavantaron y se dirigieron al set. Any todavía no sabía bien qué le diría a Poncho, pero al menos ya estaba decidida y eso le daba tranquilidad. 

                                                                      ***

El día había terminado y Any se dirigía a su auto. Estaba buscando las llaves en su bolso, por lo que no se fijó por dónde iba hasta que chocó con alguien. 

—Ay, perdón. No me fijé por dónde... — ni siquiera pudo terminar la frase.

—No te preocupes, wera. Si esta es la única forma de verte, podemos seguir chocando sin problema — dijo él mientras sonreía. Se veía relajado y tranquilo, aunque un poco cansado por las ojeras que se podían ver en su rostro. Any le sonrió de vuelta mientras pensaba qué decirle. 

—Poncho, yo... Yo te debo una disculpa, el otro día me fui así, sin explicarte nada. Solo quiero que sepas que lo siento y que en algún momento te voy a explicar todo, pero hoy no es ese momento. ¿Crees que me puedes dar tiempo hasta que por fin pueda explicarte todo?

—No me tienes que explicar nada, Any. Yo todo lo que quiero es que estemos bien. Hace unos meses perdí a Dul y no quiero perderte a ti también — dijo mientras bajaba la mirada un poco triste.

—No me has perdido wero, ni me vas a perder. ¿O acaso crees que es tan fácil librarse de mí? — y vio como sonreía al escuchar esto. Parecía más animado y ella también. Ahora que lo tenía frente a ella recordaba lo mucho que lo quería, lo mucho que le importaba y lo mucho que quería que él estuviera bien, que siempre tuviera esa sonrisa dibujada en el rostro — Y estoy segura de que tampoco has perdido a Dul, solo tienes que darle tiempo. 

—Lo sé... Pero entonces, ¿estamos bien? ¿Tu estás bien? — le preguntó mientras la miraba a los ojos y ella sentía que se perdía en esa mirada verde que la observaba con tanta intensidad. 

—Sí, Ponchito, estoy bien. A veces un poquito loca, pero estoy bien — dijo ella sonriendo — Y nosotros estamos bien también, los mismos amigos de siempre. 

Poncho sonrió ampliamente y la abrazó sin poder evitarlo. Ella le respondió y lo abrazó de vuelta mientras se dejaba envolver por su olor y pensaba en lo bien que le hacían sus abrazos. 

—Gracias wera, de verdad. Te extrañaba muchísimo. 

—No seas dramático wero, fueron solo un par de días.

—Pues eso ya es mucho. Más te vale que volviste a aparecer, Mía y Miguel no pueden perder su magia — le dijo mientras la abrazaba y caminaban juntos hacia el estacionamiento. Ella sonrió, todo iba a estar bien.