Parte 35 - Desilusión

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Any se despertó al sentir unos rayos de sol que entraban por la ventana. Abrió los ojos poco a poco y sonrió al ver que Poncho la tenía abrazada y seguía profundamente dormido. «Se ve tan tierno» pensó y lo observó detenidamente. Su cabello alborotado, el pecho descubierto, sus labios gruesos y suaves, su nariz perfilada que tanto le gustaba apretar. Con cuidado quitó el brazo que la rodeadaba y se acercó para darle un pequeño beso intentando no despertarlo. Salió de la cama y se vistió, tomó su libreta y la abrió. Ahí estaba, la canción que había comenzado a escribir algunos días atrás y que quería terminar antes de que se fueran de ahí, sabía bien quién era su inspiración y quería aprovechar el paisaje y la compañía para completarla.

Leyó la estrofa que ya tenía escrita mientras la tarareaba y los versos comenzaron a fluir de nuevo. Era tan fácil escribir cuando se sentía así de feliz, así de plena. Volteó a ver a Poncho y la inspiración siguió llegando a ella como las olas del mar, sin detenerse. Después de un rato terminó y se sintió satisfecha con el resultado. No sabía si era una buena canción, si algún día la cantaría en público o no, pero era el reflejo de sus sentimientos y eso bastaba para que fuera especial. Pensó en si debía enseñársela a Poncho, recordó la primera vez que compartió con él parte de lo que llevaba escrito y estaba segura de que estaría feliz de saber que estaba terminada, pero sentía miedo, ¿y si no le gustaba?

Recorrió las palabras de nuevo y leyó con detenimiento cada palabra como intentando adivinar qué pensaría él si la escuchara.

No te vayas de mi vida

Déjame quedarme en ti

Hace un instante, me enamoraste

Se quedó meditando en esas últimas palabras,"Hace un instante, me enamoraste", ¿qué pensaría Poncho al escucharla decir eso? ¿Se asustaría? ¿Y si él no sentía lo mismo? ¿Si no estaba enamorado? Pensó en que ese era su última día en Cancún, el último atardecer, la última noche. ¿Qué iba a pasar con ellos? ¿Cómo iban a ser las cosas ahora? ¿Y los demás chavos? Con pesar recordó a Dul y a Ucker, ¿qué pensarían ellos? ¿Dul la odiaría por ser la peor amiga del mundo y meterse con su ex? ¿Qué dirían los demás? ¿Y la prensa? Any comenzó a sentir un vacío en el estómago, era como si se estuviera hundiendo. Sentía que se ahogaba y le costaba respirar, estaba mareada y todo alrededor le daba vueltas, se levantó de la silla y salió al balcón. Cerró los ojos y comenzó a respirar despacio y profundamente, hasta que poco a poco se logró tranquilizar.

Tenía que controlar sus emociones, la ansiedad la estaba dominando y ya sabía bien lo mal que le hacía, pero ¿cómo podía evitarlo? Sentía miedo, ¡no!, terror al imaginarse que podía perder a Poncho. Pensó que tal vez todo había sido un error, si nunca hubiera conocido esa felicidad tan plena, no le haría falta, pero ahora que la conocía, ahora que sabía lo que era sentirse plenamente feliz, ¿cómo podía renunciar a eso?

Poncho abrió los ojos asustado al no sentir a Any cerca, pero al mirar hacia el balcón, la encontró ahí. Ella miraba hacia el mar mientras el viento danzaba con su cabello castaño. Su silueta esbelta y hermosa sobresalía con los rayos del sol que bajaban por su piel. Era hermosa, y solo verla ahí, lo llenaba de paz y tranquilidad. Se había dormido pensando en no soltarla, en no dejarla ir nunca y eso era lo que iba a hacer. Ese día, cuando estuvieran viendo juntos el atardecer, le diría sus sentimientos, le declararía su amor y que no quería que lo que había entre ellos terminara. Por fin le iba a poder decir el "Te amo" que se había guardado tantas veces en los últimos días.

Quería hacer algo especial, algo bonito, digno de ella. No sabía cómo haría para separarse de ella cuando habían planeado pasar todo el día juntos, era su último día en ese lugar, pero algo se le iba a ocurrir, iba a encontrar la forma de sorprenderla, de demostrarle lo que ella significaba para él. Con una sonrisa y la ilusión de un nuevo comienzo juntos, se levantó de la cama y se vistió, salió al balcón y la abrazó por detrás.

Amarte duele (AyA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora