Poncho se había despertado temprano ese día, demasiado temprano. Había dormido muy bien, más de lo que había esperado después del día tan intenso hque abía vivido. Se acostó contento pensando en ella y, como era de esperarse, había aparecido en sus sueños, hermosa, resplandeciente, risueña igual que el día anterior. Se había quedado dormido con una sonrisa y había despertado con otra después de ese sueño. No sabía bien por qué le había propuesto que vivieran sus sentimientos mientras estaban ahí, quizás se había dejado llevar por la emoción de haberla besado.
Aunque no se arrepentía, sentía miedo de no saber qué esperar una vez que ese viaje terminara. ¿Qué pasaría con ellos? ¿Qué era lo que sentía Anahí por él? ¿Y solo era atracción física? Él sabía que estaba perdidamente enamorado de ella, no tenía caso seguir negándolo, pero ¿y ella? Pensó que incluso si no lo estaba, él podría enamorarla. Tenían varios días para estar juntos y el quería volverse indispensable para ella, tanto como para que las cosas no terminaran una vez que tuvieran que regresar.
Estaba caminando por la habitación mientras pensaba en todo. Era un sensación tan extraña, emoción y miedo al mismo tiempo, la extrañaba, extrañaba su olor, su ojos, su pelo, el contacto con su piel, sus besos. Sonrió. Esos besos, la dulzura y la suavidad de sus labios lo volvían loco, ya quería verla de nuevo, a pesar de que se habían despedido hacía solo unas horas, ya deseaba tenerla entre sus brazos, verla a los ojos y saber que la magia del día anterior seguía ahí, intacta, que ella no se arrepentía de haber aceptado vivir lo que sentían. Miró el reloj y seguía siendo muy temprano, él sabía lo mucho que ella odiaba que la despertaran y el mal humor con el que andaba hasta que por fin se le pasaba el sueño.
Rió al pensar lo mucho que se conocían, tal vez era por eso que todo era tan natural entre ellos, tan fácil y a la vez tan intenso. No podía seguir esperando, estaba decidido a ir a tocar a su puerta, aunque se enojara, le podía decir que tenían que ir a desayunar o no les daría tiempo de llegar a las grabaciones. Era mentira porque aún era my temprano, ella podría dormir al menos una hora más y aún tendrían tiempo de desayunar tranquilos, pero él necesita verla, no aguantaba más. Abrió la puerta de su habitación, pero se detuvo al instante y su mundo entero se iluminó.
—Hola — dijo ella con una sonrisa resplandeciente, sus ojos azules tenían un brillo especial ese día, estaba radiante y él supo que la magia seguía estando ahí, intacta. Se acercó para besarla, pero ella lo detuvo — Aquí no Poncho, nos pueden ver — y volteó a ambos lados como para asegurarse de que no había nadie cerca.
Él la tomó por la cintura y la metió en su habitación, cerró la puerta con la mano que le quedaba libre para así no tener que soltarla y la besó. La besó con una ternura que al instante se transformó en deseo. Era como si los dos se extrañaran y se necesitaran, como si esas horas que habían estado separados, hubieran sido días, meses. Ambos se besaban con desesperación como queriendo dejar en el otro la dulzura de sus labios impregnada, como queriendo tatuar con sus bocas la pasión y el deseo que sentían. Después de un rato, se separaron para recuperar el aliento y ambos sonrieron con una alegría que ninguno podía ocultar
—Aún no decido si prefiero que nos vean besándonos en el pasillo o salir juntos de tu habitación — Poncho rió con ganas. ¿Cómo podía ser tan hermosa?
—Hola — respondió él después de recordar que no había dicho nada desde que la vió frente a su puerta — No te había saludado, perdona.
—Ah ¿y qué ese beso no era mi saludo? — agregó ella con una sonrisa juguetona — ¿O es que acaso aquí el joven saluda varias veces? — su mirada provocadora y sus delicadas manos apoyadas en su pecho desnudo, pues llevaba la camisa abierta, lo hicieron casi perder el control y la beso ferozmente de nuevo.
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Amarte duele (AyA)
RomanceHistoria de un amor que no debió haber sido y nació sin planearlo. Cuando amar duele tanto, cuando te enamoras de la persona incorrecta, cuando amar a esa persona lastima a quienes quieres, ¿qué puedes hacer? ¿cómo te sacas a esa persona de la ca...