cloud [noren] +18

☁️ 040-won't bite

WON'T BITE

Todo había sido tan repentino.

Un día simplemente estaba en el centro comercial con sus amigos tomando algo refrescante, conversando de sus antiguos profesores de secundaria cuando de repente el fuerte ruido de una sirena se escuchó por todo el lugar, miro a Donghyuck de inmediato el cual cubría sus orejas caninas con una mueca de disgusto, su rostro siendo iluminado por las luces rojas que habían sido encendidas en algún momento. Ambos se miraron y luego miraron a Jaemin, ya sabían perfectamente lo que significaba.

Los tres tomaron sus cosas y salieron corriendo del lugar, ignoraron el ascensor y corrieron por las escaleras junto al menos veinte personas más que corrían detrás y delante de ellos, cuando al fin pudieron salir del lugar notaron cómo en la esquina habían patrullas y ambulancias, el solo ver que eran más de una hizo que Renjun sintiera como un escalofrío subía por su espalda. Envolvió su cola a su alrededor tragando asustado.

-Vayan a casa, ¿Si? No se detengan por nada del mundo.-dijo firme como el mayor del grupo.

Jaemin y Donghyuck asintieron y corrieron hacia sus propios autos con prisa, Renjun había estacionado más lejos porque llegó tarde así que corrió hacia donde estaba su auto y salió rápidamente del lugar. Para su suerte aún no estaban ahí y pudo llegar a su casa sano y salvo.
Su familia también estaba bien y eso le permitió respirar nuevamente de forma correcta, de todos modos no era como si dudara de que su familia se pudieran cuidar, eran gatos monteses, sin embargo, y siendo realista, comparado con los salvajes depredadores ellos no podrían hacer algo.

Luego de aquel horrible suceso todo estuvo bien dentro de lo que se podía decir, la policía monitoreaba las calles y aunque seguía siendo un desastre fuera mientras su familia y sus amigos estuvieran bien el también lo estaría. Al menos lo estuvo hasta que el presidente habló, Renjun no sabía cómo aún podían confiar en que un Tigre los gobernara, pero bueno, así eran las reglas y desde el momento que vio al gran hombre en la televisión sabía que habría un problema sino más, al final del día él parecía sólo saber dar malas noticias al pueblo. Y lo fueron, esta vez peor que nunca antes.

La máquina había sido activada de nuevo.

Hace décadas, luego de una larga investigación, huelgas, protestas violentas y pacíficas y problemas de inclusión una pareja conformada por un Oso y una Liebre habían creado una máquina que había sido aceptada por la mayoría de países asiáticos. La función de la máquina era elegir la pareja que le tocaría a cada ciudadano desde que cumpliera 19 años, no importaba si era un híbrido de un animal doméstico con un gran león que podría devorárselo en tres segundos, no importaba, lo que seleccionaba la máquina debía ser aceptado y respetado porque era la ley y estaba en la constitución.