cloud [noren] +18

☁️ 46: nasty

NASTY

23/07/2023

Tal vez era un poco sospechoso que desde hace unas semanas Renjun estuviera yendo con religión a la empresa que había asegurado un millón de veces que no le interesaba nada, más que siguiera funcionando porque era la fuente de todos sus gastos y lujos, mantener su Audi no era nada barato considerando que tenía choques cada dos semanas, su padre ya le había advertido con venderlo pero como solo el sabía hacerlo lo había ignorado olímpicamente, volviendo al principio sabía que todos habían comenzado a murmurar sobre el yendo al lugar pero menos no podría importarle, de cierta forma era suyo así que podía ir y venir cuando le viniera en gana.

Soltó un suspiro pasando la tarjeta de visitante vip que su padre le había dado en algún momento y tomó el ascensor hacia el último piso, al llegar todos comenzaron a inclinarse mientras lo saludaban.

-Oh, joven Huang.-una de las secretarias de su padre se acercó sonriéndole.-Su padre no está, ¿Se le ofrece algo?

-De hecho si, el me dijo que debía hacer algo por el pero como no entiendo bien necesito llamar a alguien para que me ayude.

-¿Ah si?

-Si, ¿Lee Jeno? Dile que venga a la oficina de mi padre.-sonrió.-Y dile que lo llama el señor Huang.

Ella asintió lentamente antes de retirarse a su escritorio, Renjun camino hacia la oficina de su padre, el no era un empresario ni nada por el estilo pero siempre había envidiado lo enorme que era la oficina del mayor, totalmente amueblada, negro y marrón, un montón de libros en la biblioteca de la esquina y whiskey que probablemente costaba la matrícula de la universidad que había abandonado hacia años.

Deslizó sus dedos en la mesa solo para comprobar lo reluciente que estaba.

-Señor, Lee Jeno está aquí.

Sonrió presionando su dedo en el botón para ser escuchado.

-Que pase.

No pasaron ni diez segundos cuando la puerta fue abierta y vio como el rubio se inclinaba.

-Señor Huang.

-Puedes cerrar la puerta.

Jeno al instante levantó la cabeza y cerró la puerta detrás suyo frunciendo el ceño, Renjun sonrió acercándose al más alto para ponerle el seguro a la puerta y luego lo abrazó.

-¿Qué haces aquí?

-Asi no es como debes saludar a tu novio, Lee Jeno.-frunció el ceño pasando sus brazos por el cuello del más alto.-Recibí los tulipanes que enviaste, son hermosos.

-Bebé...-Jeno colocó sus manos en la cintura del de cabello plateado.-¿Qué haces aquí?

Renjun hizo un puchero encogiéndose de hombros.