Epílogo

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El cielo se levantaba hermoso y primaveral, las flores estaban a punto de abrirse mientras el aire fresco recargaba las energías  de todos.

La clase de yoga no pudo ser más  perfecta, exigente, sentida y relajante, una convinación ideal para comenzar el día.

Volví  a casa, me duche y preparé  el desayuno.

-¡ Julia!  A desayunar - grite por las escaleras aunque por lo aplicada que resultó  ser, sé  que esta despierta.

Jero bajo los escalones con su andar pesado de siempre mientras le ofrezco una taza de café  en silencio.

- ¿Dormiste bien?- pregunto aunque no quiero oír  su respuesta, no desde la gran discusion.

-Si, David no tarda en bajar, ya esta casi listo-

-Genial- contesto

- Me voy ahora, tengo unos papeles que arreglar antes de que comiencen a trabajar en el set-

-Bien, yo voy a firmar contrato con los artistas que seleccionó Astrid para la música-

-Cierto, buen trabajo, no las escuche pero confío  en Astrid-

-Aja, yo tampoco escuche ninguna- finjo estar tecleando en el telefono porque esta conversación  ya es insostenible, al igual que este matrimonio.

<<una película más, solo una más >>

Dejo a los niños en la escuela y me dirijo a las oficinas de la producción, un pasillo interminable de paredes grises y puertas blancas, llego al número 22.

Mi celular suena, es Jero avisando que no llegara a almorzar, ignorando a los presentes me debato si contestar o no y opto por la segunda opción. Ya no importa que contesté.

-Buen día- digo y todos responden -Me alegro que hayan accedido a trabajar con nosotros, somos un equipo de trabajo muy comprometido, amamos lo que hacemos al igual que ustedes así  que lean bien el contrato pues las fechas de entrega de las obras son estrictas al igual que la no modificación  del monto acordado-

El discurso de siempre.

-Tenemos, una banda, un cantante, un coro y la banda sonora-  me dice Astrid al oído.

Firmamos todos los contratos, formalidades papelerios hasta que llego el turno de él, el corazón  se me detuvo mientras se acercaba con sus ojos grises, al parecer él  ya me había  reconocido de ante mano porque era evidente su sonrisa.

-Anne él  es..- dijo Astrid

- Sebastián- interrumpi-   ya nos conocemos-

Corazón JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora