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 Sebastián

Camino lento hacia el departamento de su padre, miraba las casas, aquellas que le parecían tan lejanas, por más que lo intentara no lograba sentirse como en casa.

Se sentía extraño, como si una parte de él, esa parte oculta que jamás quería develar, parte de su verdadero ser haya quedado con Anne en la cárcel blanca a la cual llamaba hogar.

- Como te fue en la escuela?- pregunto su padre, quien estaba sentado en el sofá leyendo un libro

- Bien-

- Mañana quieres ir a la casa de tu madre?

- Qué?

- Si, puedes ir si quieres, tienes los días de visitas-

- No lo se, pensaba ir con unos amigos mañana

- Está bien solo avísame-

- Sebas

Se detuvo en seco al ori como esa manera de llamarlo, ese nombrecillo que utilizaba en su niñez era pronunciado nuevamente.

- Qué?

- Mañana a las diez tienes que estar aquí-

Simplemente se dio media vuelta y se marchó a su habitación, no sabía como manejar esta situación, estaba tan acostumbrado a hacer y deshacer su vida como a él le parecía y que a los 17 años reaparezca su padre, era ridículo.

Se fue a dormir sin saber muy bien que era lo que haría a partir de ahora, sentía que debía estar con Anne, incluso un sentimiento protector brotaba dentro de él sin embargo sabía que ella era muy independiente, muy fría, muy ella, por lo que no quería sobrecargarla de atención, una atención que ni él mismo sabia como dar ya que nunca sintió la necesidad de hacer aquello.

El día siguiente transcurrió lento, el reloj de su padre sonó a las 6am y Sebastián lo escucho, y luego de eso no logro conciliar el sueño nuevamente... no sabía bien que debía hacer luego de clases, le dejo un mensaje a su madre pero esta no contesto por lo que supuso que habían dos opciones, estaría durmiendo por lo que no vio el mensaje o Scott le reventó el teléfono contra la pared por décima vez.

Ya una vez en la institución escolar, se sentía más aburrido que nunca.

- Donde has estado?- pregunto su amiga Jessica desde el otro lado del pasillo

Jessica era morena, alta, esbelta y con el pelo rizado, se conocieron como casi todos, en las clases para ingresantes, ella buscaba a toda costa su beca, quería ser el orgullo de su familia pero las cosas fueron cambiando bastante a medida que los años pasaban y los amigos se afirmaban. Ahora simplemente deseaba fiestas y solo aprobar los exámenes bastaba.

Mientras Jessica en toda su alegría corría a sus brazos, algo muy típico de ella pero al momento del contacto vio entre la multitud adolescente la pequeña espalda de Anne, quien a lo lejos estaba acompañada por el hippie incurable de Jero

- Vas a casa hoy a la noche? Es Martes-

- Si, eh digo no lo se-

- Por qué?-

- Vivo con mi padre ahora, larga historia

- Qué horror-

- Sí, pero vivo a unas cuadras, camino menos

- Entonces por el momento no vas a tener...

- No

- Oh mierda

- No es el fin del mundo

- Si, tienes razón

Odiaba que su estado emocional este tan revolucionado, esa chica lo volviera loco, era como tener un odioso arcoíris dentro mientras eres una persona que ama la lluvia y los días grises. Eso básicamente.

Corazón JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora