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Anne

Mi hermano se estaba dejando crecer el pelo, por lo que en el desayuno hubo una pequeña discusión sobre su aspecto, yo miraba hacía la ventana, me sentía fuerte, porque estaba logrando vencerme a mí misma pero aun así me sentía vacía, neutra, nada lograba hacerme sentir comoda.

Cuando mi padre entro a las 10:30 exactamente, lo seguí hasta su habitación, estaba planteándome mi necesidad de encontrarme, y no podía dejar pasar mi vida en el camino equivocado.
Si de verdad quiero estudiar produccion en medios audiovisuales, es necesario que haga el curso preuniversitario en vacaciones, tengo mucho miedo pero también creo que es una buena via de escape de esta puta casa.
Seba me había hecho pensar en ello y aunque de momento estoy dolida con su actitud, el muy estúpido tiene razón. Por lo que me arme de valor, lo enfrentaría, y después veré si necesito ayuda para recoger los pedazos de lo que se romperá hoy.

- Papá?-

- Hija ¿estás bien?- estaba extrañado por mi interés, eso era obvio

- Hola-

- Hola-

- Este fin de semana se van a la casa de la abuela otra vez. verdad?-

- Se van... ya entiendo-

- Tengo mucha tarea –

- Sí, yo también tengo excusas ...pero es tu abuela-

- Lo sé, pero a eso no venía—

- Entonces?- dijo ya molesto

- Ya que van a estar en la ciudad quería saber si puedes pasar por la Universidad de Bellas Artes, estuve viendo desde internet y creo que me interesa estudiar dirección y producción de medios audiovisuales-

Se quedó en silencio, me miraba con el ceño fruncido, al parecer no comprendía mi elección, yo solo ruego, por favor, por favor, comprenderme

- Solo entregan los formularios de inscripción de manera presencial- continué- ya arme una carpeta con la documentación que piden por sii...-

Se quedó mirando el suelo mientras se sacaba el saco, luego los zapatos, los arrojo contra la pared,  el ruido me hizo sobresaltar, estaba enojado, muy enojado. Y yo seguía al margen de la puerta en completo silencio.

- Eso es lo que quieres?- estaba levantando la voz pero era todo muy extraño

- Si- quería cerrar los ojos, dada su actitud una súbita sensación de miedo me recorrió toda la espalda

- ¿Y por qué diablos no me lo dijiste antes? ¿Que es lo que te lo impedia? ¿Que clase de monstruo crees que soy? -

- Yo...- las palabras no lograban salir de mí, los ojos se me estaban llenando de lagrimas

- Está bien hija- dijo y sus ojos se ablandaron, se acerco y coloco sus manos en mis hombros - es solo que siento que no te conozco en absoluto-

- Lo siento- conteste y deje que me abrace, no recordaba la última vez que me había abrazado pero me reconfortaron sus fraternales brazos

- Está bien, me alegra que me lo digas, a mi me gustaria que sigas el negocio familiar pero si esto quieres  yo.... Yo  me encargare de tu madre

Cuando Salí de la casa, me sentía más liviana

<<¿Solo eso era?>> me decía mi ansiedad pensando en que fue muy poco el impacto, me había preparado para una batalla pero la realidad es que no fue nada parecido a ello.

Subí al auto sin saber muy bien cómo seguir con mi vida

- Que te paso?- pregunto Julián al ver mi expresión de desolación

Corazón JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora