Jero
La parte del golpe fue lo más fácil de aquella noche amedrentada de tragedia inminente, sabíamos claramente que ese momento llegaría algún día y aunque lo negara, parte de mi egoísmo exigía que estuviera en las cercanías. Lo que no esperaba, ni imaginaba, era la destrucción total que se llevaría con su paso la parte que más me gustaba y conocía de Anne.
Me hecho de su casa, eso era obvio, claramente no estaba en sus casillas, recibí de ellas algunas bofetadas de más, no dolía el rostro sino el alma por lo que implicaba irme de ese lugar cuando bien sabía ella necesitaría compañía, sin embargo, ilusamente creí que seria una discusión más del montón.
Por más que intento no logró recordar en que momento se hizo tan importante para mi, tampoco puedo creer que en mis vagos intentos de quererla la haya deseado solo para mi, como un tesoro encontrado que nadie más debería disfrutar, siendo que ella había nacido para brillar. Lo había notado desde el primer día en que la vi, había algo en su forma de hablar, de moverse por el mundo que la hacía diferente a los demás, hacía que resalte pese a sus intentos de ser invisible.
Entre a casa con la esperanza de encontrar el silencio mortal del sueño nocturno pero sabía que mi padre era un poco noctambulo y se pasaba algunas horas de la noche leyendo o terminando algún trabajo pendiente, no porque los haga a ultimo momento sino porque -según él- le salían mejor a la noche e incluso los disfrutaba.
- ¿Qué clase de idiotez hiciste?- dijo Franco al verme tomar el hielo de la heladera para mi ya amoratado rostro.
- No vale la pena contarla- conteste sentándome en la banqueta junto al desayunador de la cocina mientras prendía un cigarrillo ignorando lo privilegiado que soy de tener unos padres a los cuales no hace falta ocultarles nada.
Recuerdo mi primer novia, Sasha era su nombre, era uno de esos primeros amores pasajeros que vienen a mostrarnos un poco de que se trata eso que llaman cariño porque, en lo que a mi respecta amor es algo que le queda demasiado grande a un par de adolescentes de 13 años. ¿Cuál es la diferencia? 13, 15, 18 no lo se, en mi fue claramente el sentimiento.
Recuerdo como sus padres la enfrascaban en una burbuja de cristal, todo era restringido para ella, hasta vernos en una simple plaza era toda una eventualidad, todo debía pasar por un intenso cuestionario de sus padres en contraste con los míos que simplemente deseaban que yo les diga con quién estoy, a donde voy, que es lo que hago con mi tiempo, quién creo que soy, y así fue como nunca necesitaron esos cuestionarios, esos controles insoportables pues siempre, siempre les contaba todo, hasta ahora.
Mi padre se me acerco con esos ojos café y esa mirada eternamente comprensiva, y puso el agua a calentar para tomar un té. No hacía falta que insista pues en mi nacía el deseo de contar toda la historia de amor en la que me involucre, sabiendo siempre el desastre que provocaría.
El amor es así muchas veces, no nos conviene, no es económico, no es estratégico, sabemos desde el inicio cuan mal nos puede llegar a ir guiándonos por el sendero que nuestro corazón indica pero lo hacemos de todos modos por esos quince minutos de gloria cuando el cuerpo toca la piel ajena, esa piel que sabe como electrocutarnos con el mínimo roce.
ESTÁS LEYENDO
Corazón Joven
FanfictionEncerrada en un mundo de estereotipos, modales bonitos, en una casa enorme de oro y marmól, guardando apariencias de una familia perfecta, llena de engaños bajo la alfombra. Anne aún es joven pero está un poco herida, un poco rota, odiandose si mis...