17

11 4 6
                                    

Anne

- Entonces ¿Qué harás?- el psicólogo ni siquiera se dignaba a mirarme, solo anotaba eternamente en su libreta, sospecho que está dibujando o algo parecido, no puede ser que no sea capaz de dirigirme la mirada.

- Ahora no lo sé, tengo que hablar con mi padre primero- contesté en seco.

Ya habíamos hablado de mi infancia irrelevante, ya le había detallado cada instante de la noche del "incidente", tengo 17 años, no sé qué mierda voy a hacer con mi vida luego de esto.

- Mañana te darán el alta y debo hacerte un seguimiento... necesito saber dónde estarás-

- Dije que no lo sé- conteste enojada.

- Anne, esta situación no depende de tus padres, ellos deben acceder a tus términos porque es la única manera de que mejores, llegar a acuerdos-

- No sé si puedo-

- Por qué?- sus viejos ojos azules me miraron, y entendí en parte porque no lo hizo la media hora anterior, me incomodaban mucho ¿acaso no puedo mirar a la gente a los ojos o que mierda?

- Porque no quiero tener a mi madre cerca y mi padre no accederá a que se vaya, la perdonara después de un buen sexo-

Él se recompuso en la incómoda silla de hospital. Se cruzó de brazos mirando al espacio vacío entre nosotros.

- No mencionaste que había una casa en el patio?-

- Sí, pero es de mi abuela.

- Podemos quizás llegar a un acuerdo si...-

- Si?- insistí intrigada, se estaba tomando mucho tiempo para hablar dado que a su vez pensaba y analizaba la situación.

- Si ponen cámaras-

- ¡QUE!! No, ni hablar-

- Creo que es tu mejor opción

- No voy a tener intimidad alguna... y si?- hice silencio a mitad de la frase, no podía decirle a él lo que pensaba.

Aunque si, en algún momento, ahora no, pero quizás más adelante, si se da la situación podríamos, quizás estar juntos... con Sebastián. No lo doy por sentado porque tampoco estoy segura de que siga conmigo después de todo esto pero si él me soportaba, si aceptaba quedarse conmigo es un momento que podría pasar y no sería gracias a la estúpida vigilancia de mi estado mental.

- No creo que estés lista para eso- dice con satisfacción de adivinar lo que estaba planteándome en mi mente.

- Pero- es odioso que él este decidiendo por mí aunque es evidente que tomar buenas decisiones no es algo que me caracterice mejor.

- Escucha, ahora, será más difícil que antes, ya te lo dije, hacer terapia no es fácil por eso hay mucha gente que cree que puede seguir adelante "echándole ganas", la realidad es otra, tenemos un largo trabajo por delante porque a veces "pensar de manera positiva" no alcanza... estoy seguro que no tendrás tiempo para amoríos intensos, o al menos costará bastante tenerlos, lo que no quiero es que eso sea otra razón para más sesiones... comprendes? No soy un monstruo.

- Entiendo, no dije que lo fuera-

- Pero me miras como si lo fuera-

- No, es solo que- deje largar un suspiro irritado y me recosté nuevamente en la camilla intentado sacar de algún lugar la tranquilidad que no tenía.

- Quieres que yo hable con tu padre al respecto? O podríamos intentar hablarlo los tres?-

- No, no quiero hablar con él, no puedo-

Corazón JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora