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Sebastián

Llegando a su casa, vio que había un BMW estacionado en el lugar que correspondía a su casa, le pareció realmente extraño dada la situación precaria de las casas del barrio, contrastaba con el vehículo, sin embargo lo ignoro pensando ingenuamente que correspondia a algun vecino o familiar lejano de este o inlcuso un simple error.

Al entrar a su casa, paradójicamente estaba todo extraordinariamente limpio, su madre estaba en la cocina, el aroma a café inundaba la sala recordándole a su tierna infancia. Cuando se acercó un poco más vio una figura masculina, estaba de espaldas, llevaba puesto un pantalón negro de gamuza, una camisa blanca y evidentemente lo que estaba colgado en la silla era su saco, uno al estilo casual, azul marino.

Las pulsaciones se le aceleraron, no quería creer que sus suposiciones eran ciertas, cuando el hombre volteo pudo respirar con tranquilidad. No, no era su presunto padre.

- Hijo, como estas?.. ven siéntate – dijo con una voz irreconociblemente dulce su madre

- Que paso?-

- Ven hijo, primero toma una taza de te, seguro tienes hambre-

- Que paso?- dijo nuevamente, dando a entender que no necesitaba tal actuación.

- Sebastián mucho gusto- dijo el hombre extendiéndole la mano de manera cordial, era delgado, de esos que tienen los pómulos puntiagudos y el pelo cubierto de gel, también sospechaba que llevaba encima alguna cirujia estetica.

- Él es tu padrino hijo, de hecho te elegimos el nombre por él y es abogado... el abogado de tu padre de hecho

Sebastián abrió tanto los ojos que, de estar en una caricatura hubieran saltado de sus cuencas, estaba algo atónito y confundido.

- Sí, pero siéntate y déjame explicarte como es la situación-

- Debo cobrar una herencia? Porque eso sí sería algo bueno-

- No, tu padre sigue vivo –

- Entonces?-  El rencor estaba volviendo a aflorar dentro de él, tal desprecio subia por sus mejillas haciendolas arder.

- Mira Sebastián, entiendo que tu padre hizo muchas cosas mal en el pasado pero si hay algo que le dolió es perder contacto contigo-

- Y por qué espero tanto para aparecer? Por qué no vino él?-

- Pues porque, en su momento no tenía nada para ofrecerte, por lo que comenzó un negocio y ahora después de un seguimiento hacia ti considera que está en condiciones de ofrecerte un trato-

- No-

- Necesito que me escuches un segundo, tu padre solicito informes escolares, se pidió también el informe dado por tu tutor y algunos docentes... la cuestión es que quedo en evidencia la situación precaria de educación, salud y bienestar que te ofrece tu madre-

- Y ahora después de 7 años pretende preocuparse, avísale que no lo voy a aceptar y que llego demasiado tarde- contesto levantando la voz

- Si no aceptas al menos pasar algunos días con él, va a denunciar a tu madre y pelear por la tenencia completa, a la cual no te puedes negar por ser menor de edad y en estos momentos para la ley, es más conveniente que vivas con él.

El mundo le daba vueltas y un conocido apretón en su pecho se avecinaba, miraba los ojos de aquel hombre, parecía sincero pero lo detestaba, miro los ojos de su madre, esos confundidos ojos que había heredado, tenía un brillo similar a aquella persona que está a punto de llorar, pero lo que lo estaba ahogando era la serenidad que llevaba encima aquella mujer, algo dentro de si le decia que ella queria que las cosas de den de ese modo, algo le decia que ella no estaba triste en absoluto.

Corazón JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora