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Sebastián

No podía resistirme la invitación, solo necesitaba verla, corroborar que este bien ¿en qué me eh convertido? No lo sé, simplemente es todo lo que necesito.

Para mi sorpresa, no había tanta gente en la "fiesta", habría unas treinta personas en total, por lo que a penas cruce el umbral de la cocina la vi, estaba en los hombros del estúpido de Jero, mientras la pequeña multitud gritaba "fondo, fondo, fondo" ella bebía y bebía de su vaso sin parar, había fotos por supuesto pero la imagen era extraña

¿Estaba ebria? ¿Cuándo había bebido? ¿Por qué se estaba comportando así? No lo comprendía por más que lo intentara, ya que la muchacha que estaba frente a mi parecía ser cualquier muchacha menos Anne, al menos la que yo hecho tanto de menos.

- Miren quien llego!- dijo en un grito con su perfecta y ebria sonrisa, sus ojos se veían tan pequeños.

Se bajó de los hombros de su amigo, tambaleando sutilmente hacia la derecha, se acercó a mí y yo sinceramente no sabía qué hacer, se acercó más, me abrazo con intensidad, tanto que no había espacio entre nuestros cuerpos. Aproveche el acercamiento veloz para en medio del abrazo jovial robarme el dulce perfume de su pelo para recordarle a mi memoria que tan hermosa es a mis ojos.

Al apartarse de mí, me miro fijo a los ojos

- Tú, eres malvado conmigo- afirmo arrastrando las palabras

Me limite a hacer lo que hago mejor, quedarme en silencio observando la escena.

- no me vas a decir nada?- reprocho

- no se que decirte, estuve con algunos problemas-

- problemas como irte con la chica de rulos-

-que?-

- te vi el otro dia, te ibas abrazado con otra chica-

- es mi mejor amiga-

- y yo que soy?- no me puede estar preguntando esto ahora 

- Anne lo hablaremos en otro momento- conteste, sentía como si mil ojos nos estuvieran viendo,  lo que me ponía realmente incomodo

- no quiero que me hables mas-

Se dio media vuelta y se encamino nuevamente al "sector" juegos para beber.

Me senté en el sillón, enfrentados a ellos, el alcohol había cambiado un poco la chica que quiero, sin embargo, era un poco divertido debo admitir ya que no tenía ningún escrúpulo para decir lo que pensaba, le dijo a Jero que era demasiado sofisticado para ser heterosexual, a una chica le dijo "maldición debe ser odioso tener que estar tan arreglada siempre, no?" y a mí, pues me ignoro la mayoría del tiempo, aunque yo sabía que cada dos por tres me miraba.

Quizás no actué con ella como debería, pero ahora la extraño, necesitaba sentirla cerca, que me cuente por qué bebió de esa manera si ella odia lo que el alcohol hacia con la gente, que me diga que soy un imbécil pero maldición que me diga algo.

Esto ya estaba sacándome de quicio, creí que me haría bien tan solo verla, pero me di cuenta que me trae loco, no puedo tenerla lejos, necesito su cercanía, sus labios, sus manos rodeándome el cuello mientras me mira a los ojos tratando de descifrar lo que ni yo mismo logro entender.

Salí afuera con la esperanza que el aire nocturno y un cigarrillo apabullen mi ansiedad.

Salí afuera con la esperanza que el aire nocturno y un cigarrillo apabullen mi ansiedad

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Corazón JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora