16- Al borde del acantilado

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Aviso que este capítulo me costó un montón, tuve que pedir ayuda de todos los medios posibles al ser algo nuevo para mi. Tanto este capitulo, como el siguiente que está en proceso, tienen mucha ayuda de mis amigos encima (gracias chicos). Ah y es bastante largo así que pónganse cómodos jsjs enjoy 7w7


La espera les pareció una eternidad. En cuanto vieron a sus amigos llegar, se sobresaltaron levemente al ver un tercer animal con ellos.

—¿Kiara? —Vitani frunció el ceño a lo que Rani abrió grandes los ojos.

La princesa se adelantó para llegar a la par de sus amigas.

—Hola... —susurró— L-lo siento, los obligué a traerme...

Enseguida ambas se acercaron a ella para darle un abrazo grupal.

—Me alegra que lo hayas hecho —le dijo Rani también en un susurro.

—De acuerdo —Zibu interrumpió la muestra de afecto, metiéndose en medio— ¿Estamos listos?

El resto asintió en aprobación en completo silencio.

—¡Sí! ¿Dónde están esas hienas? —una voz nueva y familiar habló, provocando que los cinco abrieran los ojos con sorpresa y se giraran de golpe.

—¡¿Qué haces?! —Zibu se alteró y enseguida cerró los ojos al notar lo fuerte que había pronunciado eso— Bungaaa... ¡te dije que te quedaras!

—Sí, pero... obedecer no es lo mío —sonrió el tejón con nerviosismo mientras se encogía de hombros. Al ver la expresión de sus amigos, suspiró, rendido— Lo lamento chicos, pero Kion es mi mejor amigo. No puedo quedarme en las Praderas sin hacer nada y... no puedo dejar a mi hermano y a mis amigos solos.

Vitani también suspiró.

—Bien —aceptó a lo que Kiara asintió.

—Gracias, amigo —Kovu dijo a Bunga.

Su hermano lo miró de reojo, agradeciéndole en silencio. Luego, los seis animales se dirigieron al lugar donde Jasiri había citado a Rani.

No quería reconocerlo, pero sus patas temblaban al punto de no sentirlas y su corazón no se diferenciaba mucho. Jasiri le había especificado que no quería sorpresas y más le valía llegar sola con novedades. No estaba cumpliendo eso precisamente. Miró hacia atrás al numeroso grupo que la seguía, sus tres amigos, Kiara y Bunga. Suspiró.

"Espero que salga bien"

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Tras un último salto, llegó a la cima y respiró profundamente para recuperar el aire. El sol había salido hacía ya algunas horas y el calor no era precisamente agradable.

Miró el panorama que se le presentaba enfrente y frunció el ceño con preocupación. Jasiri no era tonta, había elegido cuidadosamente el lugar para el encuentro con Rani. En un sector alejado estaban los acantilados que dividían las Lejanías de las tierras remotas. Jasiri se había posicionado en una plataforma que daba directamente hacia un precipicio que se precipitaba varios metros por debajo hacia una muerte segura. Por cada lado de la plataforma se elevaban dos grandes barrancos que dejaban un pequeño valle donde se encontraban Jasiri y sus demás aliados. Tenía todo calculado en el caso de que las cosas se salieran de control.

Ella estaba oculta en la cima de uno de esos barrancos. No se le había hecho problema subir, estaba acostumbrada a aventurarse por ahí sola. Desde su posición podía ver a las hienas específicamente acomodadas por su líder. No le fue difícil divisar a Kion, el único león del lugar relativamente cerca del precipicio. Lo miró unos largos segundos antes de ablandar su expresión a una de lástima. No se veía para nada malo ni egoísta a como los adultos y jóvenes hablaban de él.

Los Descendientes 2 (La Guardia del León)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora