Capítulo 2

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24 DE ENERO, 2021

Nunca fui fanática de los secretos, en toda mi vida recuerdo despreciarlos solo por existir, mi madre los tuvo siempre, desde que vivía conmigo, ahora los sigue teniendo, diciendo que vive feliz en una ciudad remota del país, cuando realmente mi padre y yo sabemos que está gastando todo su dinero en Las Vegas o en Atlantic City. 

No he escuchado de ella en muchos meses. 

Cuando ella se fue de mi vida, yo sabía que no tendría secretos en mi persona, me prometí que no para no ser como mi madre, sin embargo, me pude dar cuenta que existen muchos diferentes tipos de secretos. Buenos, Malos. En este caso, mi secreto lo he considerado bueno, me hace bien, no perjudico a terceros, Luke lo llama, el secreto perfecto. 

No estoy hablando del contenido, hablo de lo que transmite, y aunque puede llegar a poner los pelos de punta a cualquiera, vale mucho la pena. 

El camino de mi casa a la de Josh no era tan largo como antes lo imaginaba, claro que tenía que tomar el autobús para llegar ahí y regresar porque no caminaría durante 40 minutos, en autobús solo eran 20, y una vez tomé el tren fue 1 hora muy larga, perdí más tiempo esa vez de lo que haría caminando. 

Como sea, durante todo el transcurso de la parada hasta mi casa, recordé que Marissa nos pidió a Nick y a mí que comparáramos víveres para la casa y así sobrevivir, para on comer comida chatarra, que gran tontería. Estaba 100% segura que el desayuno de hoy de mi "hermano" sería un pedazo de pizza frío al igual que algo para controlar la cruda que el alcohol que debió tomar anoche le provocaría. 

Además, la tienda Smith's más cercana solo podía irse en auto, no creo que sea una buena opción ir a comprar ahora. 

El aire soplaba, la nieve a mis costados brillaba... esa era yo admirando todo lo que estaba a mi alrededor, lo que nunca ocurría pues no era demasiado fanática de la naturaleza, cuando de la nada, mi aprecio a la naturaleza fue arruinado por una bicicleta color rojo, que apareció de la nada casi rompiendo más mi pantalón de lo que ya estaba. 

–¡Disculpa!– gritó la dueña de la bicicleta preocupada. 

Sacudí mi rodilla –no te preocupes, fue mi culpa, no me di cuenta de lo que pasaba–. 

–Profundos pensamientos los que tenías ¿no es así?–. 

Ladeé mi cabeza –si, si, algo así–. 

Alcé mi vista para encontrarme con la chica que antes me había casi arrollado. Era muy bonita debo admitir, del estilo de Max Gates y probablemente de... mi ex novio que todos conocemos. Tenía el cabello rubio combinado con un poco de castaño, ojos verdes, ligeras manchas en sus mejillas como pecas, y no era demasiado alta, ni tampoco demasiado baja. 

Era una estatura normal, casi de la mía. Y si no me equivocaba, creo que podía tener mi misma edad. 

–Soy Jamie, Jamie Seagar– extendió su mano saludándome. 

–____, ____ Breslow– le correspondí el saludo. 

–En serio lamento tanto casi haberte atropellado–. 

Hice un ademán con mi mano –no te preocupes, tengo la moda de chocar con las personas, a veces he llegado a aplastarlos con puertas...–. 

Sonreí por mis adentros al momento en el que escuché mis palabras, y la imagen de Joshua en el suelo casi inconsciente de la puerta principal de la escuela apreció en mi cabeza. El día en el que choqué con él, en el que fingió no tener una contusión por el golpe, el día del inicio de todo... que gran día. 

–¡Wow!– exclamó sorprendida la chica –que mala suerte la tuya–. 

Encogí mis hombros –supongo que si–. 

–Reconozcamos que no fue 100% tu culpa, no estoy acostumbrada a usar mi bicicleta en pavimento lleno de hielo–. 

–Oh– fruncí el ceño desconcertada –¿no eres de por aquí?–. 

–No, acabo de llegar este fin de semana, soy nueva en esta extrañamente pacífica ciudad–. 

Asentí –Salt Lake tiene eso, es muy tranquila–. 

–Me doy cuenta, da un poco de miedo– ambas reímos –en fin, me dio mucho gusto conocerte ____–. 

–Lo mismo digo Jamie, y buena suerte–. 

–Espero que algún día nos podamos volver a encontrar–. 

Sonreí –tenlo por seguro, también es una ciudad grande pero pequeña–. 

Jamie arqueó las cejas –hablando de eso ¿crees que puedas decirme por donde queda Sugar House? No encuentro esa tienda y debo llegar ahí–. 

Sonreí por segunda vez –Sugar House es el lugar, hay muchas tiendas–. 

–Tiene más sentido ahora–. 

–No te preocupes, te vas a acostumbrar–. 

Saqué mi teléfono y abrí la aplicación de Google Maps para ayudarle a Jamie encontrar el camino a Sugar House. 

Mencionó que lo había intentado, pero la razón por la que seguía perdida era porque Sugar House era un lugar de más o menos un radio de 10 cuadras, era un poco confuso, porque parece el nombre de un restaurante o tienda, lo que no sabía ella era que las tiendas estaban dentro del lugar, una sección de Salt Lake City. 

Después de solo unos pocos minutos, intercambié números con Jamie para así poder pasarle el mapa del lugar exacto a donde quería ir. Para después solo despedirme de ella y regresar a mi destino, mi casa... que me daba miedo saber de su estado. 

Jamie Seagar me había caído bien, era una chica linda y bastante agradable, una parte de mí deseaba que fuera a East High si decía que era nueva, vivía en la zona, lo más seguro era que si. No le haría mal un poco de otra chica al Trinity of Awesomeness, con Dylan y Luke, 3 chicas no haría daño... no es mala idea. 

...

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WEST || Joshua Bassett [#3]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora