Capítulo 19

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Mis dos mejores amigos me dejaron fuera del apartamento de Joshua, por la parte trasera del edifico, asegurándonos que nadie nos hubiera seguido o nadie pudiera vernos, la misma rutina desde hace unos largos varios meses, además, en la parte de atrás solo estaba el conserje, él cual siempre me preguntaba sobre el por qué entraba por ahí, o como por qué iba si no era residente del edificio, a lo que yo le respondía que visitaba a mi tía.

Después de eso, se limitaba a no hacer más respuestas, gracias al universo.

Bajé de la camioneta, corrí lo más rápido que pude hasta la puerta por la nieve que caía del cielo, abrí este con cuidado, no estaba el conserje ese día, lo más seguro es que era por la nieve, y caminé por los largos pasillos de aquel edificio hasta llegar al lobby, donde tomé un elevador al cuarto piso, que era donde se encontraba el apartamento de mi novio.

Con el que en esos momentos me encontraba muy enojada... sí, todavía.

El elevador sonó indicando que había llegado a mi destino, y cuando las puertas se abrieron, tomé mi paso a la derecha para ir al Número 22. Saqué la llave de mi mochila, metí esta en el picaporte, y abrí la puerta con cuidado esperando a que el lugar se encontrara en completo silencio pues suponía que Joshua seguiría grabando.

Pero no fue así. En la sala se escuchaba la televisión: "Will & Grace", pensé, un show que Joshua y yo comenzamos a ver por el constante nombramiento de este en el programa de televisión de uno de sus conocidos. Dejé la mochila en el suelo, me quité mi abrigo, y me dirigí a donde él estaba.

–¡Hey!– saludó con comida en la boca.

Mi novio, sentado en el sofá, con un plato de ramen en la mano y en la otra palillos con los que comía, con una sudadera roja, su cabello desordenado, y con una expresión feliz que apareció en su rostro cuando me vio.

–Olvidé avisarte que saldría temprano hoy, y que grabaremos en la noche–.

Sin responderle, fui directo al sofá donde me senté a un costado de él, y fijé mi vista en la pantalla de la televisión. Joshua no se percató de mi actitud porque hacía lo mismo que yo, mirar "Will & Grace", mientras reía y comía, y porque tenía la boca llena, lo único que hizo fue darme un beso en la comisura de los labios.

No estaba siendo molesta, claro que no, no estaba teniendo una actitud tampoco, sin embargo, todo dentro de mí estaba pidiendo a gritos sacar el tema de su publicista, pero no podía hacerlo, las palabras no se me daban, mi boca se encontraba cerrada con un cierre de metal resistente, y el impulso a hacerlo lo hacía todo peor, un sentimiento de abrumación me invadía, sabía que tenía que decirle, sabía que no debía guardarlo.

Lo más importante en una relación, siempre es la comunicación, y si eso no existía en la nuestra, los problemas se generarían, más por él no decirme y yo quedarme callada, no llevaría a nada bueno.

Me giré hacia él, observando todas sus facciones. Desde su cabello rizado castaño que me fascinaba verlo despeinado y en todas sus formas, hasta en borde de sus labios, su barbilla, sus manos, brazos, todo ¡Mierda! Quité mi mirada sobre él, observarlo no ayudaría en seguir enojada con él... JA... ya ni siquiera sabía si sentía enojo.

–Puedes seguir observando– habló aún mirando al televisor –al final de cuentas, soy todo tuyo. y tenemos que retomar lo que dejamos en el techo de la escuela–.

Di una media sonrisa –lo tengo muy en claro–.

–¿Pasa algo?– preguntó mientras dejaba su plato sobre la mesa de noche y me miraba –¿fue en la escuela? ¿Zach?–.

–¿Cómo supones que tengo algo?–.

–Bueno– alzó las cejas –llegaste y no me abrazaste, ni me besaste, ni comenzaste a jugar con mi cabello, eso significa que pasó algo, ya sea en la escuela, tú ex novio, las personas o yo–.

Ese chico de cabello castaño con rulos era inteligente, bajé mi cabeza con la boca entre abierta, y no pude evitar sonreír, sí, sonreí, pero no era por simple modestia o que sus palabras me hubieran hecho eso, era el hecho de que me ponía feliz saber que me conocía, que todo esto ocurriendo estaba bien y que a pesar de todo lo que pasó, el destino me ponía todo para que estuviera con Joshua Bassett.

Lo sabía, ese momento, era el momento.

–¿Por qué no me dijiste que tenías nueva publicista?–.

Tal y como lo esperaba, la expresión de Joshua fue de una sonrisa a una mueca en solo segundos, desvió sus ojos de los mío los que tenía fijamente, soltó varios suspiros, y relamió sus labios, todo mientras pensaba en qué decir al respecto sobre lo dicho.

Suspiró de nuevo –te llamaron a la oficina del director ¿no es así?– asentí lentamente –¿antes o después de que nos vimos–.

Negué con mi cabeza –eso no importa, solo quiero saber ¿por qué no me dijiste?–.

–Te iba a decir esta tarde– respondió –mi padre me dijo esta mañana que ayer había hablado con la nueva publicista y que la conocería a primera hora, y así fue, llegué a East High a las 5AM, la conocí 5:15, no tuve tiempo de decirte–.

–Josh, escucha– tomé su mano –no quiero ser tóxica, en verdad es algo que detesto en esta vida, pero en verdad, entiendo todo lo que pasó, pero me hubiera gustado enterarme por ti que por la escuela–.

–Lo sé, lo sé, ____, y prometo de verdad, por The Promise, el lago salado, las canciones que te he escrito, que te diré todo antes de cualquier persona, porque eso es eres, mi persona, primera persona–.

Y ahí estaba, el lado cursi, el lado por el que yo sabía que ya no estaba molesta por completo, algo extraño y cliché que espero no vuelva a suceder, porque por mi parte y de Joshua, lo cliché nos aborrecía, pero no pasaba de más tener uno o dos momentos de aquellos, tal y como lo era este.

Él se inclinó hasta mí, pasando una mano por mi barbilla para atraerme hacia él, y sin dudarlo dos veces, juntó sus labios con los míos, dejándonos en un beso cautivador y bastante adorable para lo que acostumbrábamos ahora. Lento, sin prisa, éramos él y yo en el departamento, besándonos.

–Tus labios saben a picante– dije separándome un poco de él divertida.

Rió –es por el ramen–.

Volví a reír –no te queda mal–.

–Lo haré más seguido– me dio otro corto beso en los labios –entonces, si ya te enteraste sobre todo, igual de la petición–.

Abrí mis ojos y ladeé mi cabeza –una excelente petición– sarcasmo.

–Yo no tuve nada que ver, fue idea de ella– levantó los brazos mostrándose inocente –ella es estricta, y esperaba que no se enterara de lo que pasó, pero se enteró–.

Le di una mueca –no tengo ni la menor idea de que podemos mostrar como evidencia–.

–Pensaremos en algo, siempre lo hacemos, y siempre salimos–.

Josh pasó uno de sus brazos por mis hombros, me acercó hacia él hundiendo mi cuerpo sobre su pecho, logrando que por mi parte se escucharan los latidos fuertes y constantes, y que su olor se impregnara en mi ropa, no obstante, aquella posición no duró más de 5 minutos, fueron buenos los que estuvimos viendo Will & Grace abrazados, sin necesidad de decir ni una sola palabra.

Hasta que de un instante a otro, Joshua y yo empezamos a besarnos, pero no como esos de hace unos minutos, no, besos que llenaban de energía la habitación y que indicaban en todos sus rincones, que aquello que se dejó en suspenso en la azotea de East High, se retomaría.

WEST || Joshua Bassett [#3]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora