Me quedé mirando la puerta una vez que esta se cerró con un golpe sordo y los papás de Nathan desaparecieron. Luego mi cuello se giró de nuevo hasta el chico sentado a mi lado. La cara del muchacho estaba contraída en un gesto muy confuso, algo parecido a la expresión que un niño pequeño compone cuando ha sido atrapado en una de sus peores travesuras o la más grande de sus mentiras.
— ¿Les dijiste a tus papás que somos novios? — pregunté atónita con los ojos tan abiertos que me comenzaron a escocer al pasar los segundos.
— Se enteraron de que había terminado con Amanda. — contestó con voz pausada y temerosa.
— ¡Nathan! — exclamé yo en forma de reclamo.
Mentirle a un montón de adolescentes en el colegio era una cosa, pero mentirle a los padres del muchacho ya era algo más grande, y sabemos perfectamente que cuando hacemos las mentiras más grandes, estas terminan por aplastarnos de un momento a otro.
El muchacho se puso en pie de un salto y me dio la espalda, comenzando a andar por la sala que se iluminaba momentáneamente por colores diversos a causa de la película proyectada en el televisor que ahora ninguno de los dos ponía atención.
— ¡Comenzaron a cuestionarme, Maddi! — se excusó elevando un poco la voz con desesperación —. ¿Qué esperabas que hiciera?
— Que les dijeras la verdad por lo menos a ellos.
Yo observaba al muchacho ir de un lado a otro en la habitación, se pasaba las manos por el cabello castaño en repetidas ocasiones sin quedarse quieto ni un momento.
— No puedo... — dijo con un hilo de voz que se quebró en el último instante.
El muchacho se dejó caer de pronto en el sofá bruscamente y yo sentí que brincaba sobre él.
— Son tus padres, Nate. — comenté acercándome un poco más a él.
— Precisamente por eso no puedo hacerlo. Ellos tienen toda mi vida planeada... tengo que ser perfecto como ellos quieren... — repuso con voz ahogada —. Y si se enteran... — su voz se quebró aún más —. Van a odiarme.
Lo miré con determinación, a pesar de la poca luz, podía darme cuenta de que su rostro volvía a reflejar ese semblante que pocas veces había visto en él. Ese en el que el muchacho se veía triste y desesperado. El rostro de un Nathan del que pocos sabían, y entre esos pocos estaba yo.
— No, no lo harán. — exclamé tratando de enrollar un brazo por sus hombros, pero el muchacho era mucho más corpulento que yo y únicamente atiné a frotar su espalda torpemente en un intento de brindarle calidez.
— Ayúdame, Maddi — pidió él girándose un poco y apoyando su mentón en mi frente —. Aún no estoy listo para hacerlo.
Abracé su cuerpo con ambos brazos fuertemente, sintiendo su respiración despeinar un poco mi cabello y hacer cosquillas en mi rostro. Yo había prometido resguardar su secreto y ayudar para ocultarlo. Él me necesitaba en ese momento, y lo iba a apoyar cuanto pudiera.
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Un favor para Nathan [COMPLETA ✔️]
Teen Fiction✨ NOVELA FINALISTA EN LOS WATTYS 2021 ✨ El valor de un ser humano no se define por la persona que elige para amar, eso lo tiene muy claro Maddison White. Pero cuando su mejor amigo es quien tiene dudas acerca de sus preferencias, la muchacha no duda...