Un favor para Nathan [COMPLETA ✔️]

🔹El baile de invierno🔹

Por aquellos días las cosas en el colegio estaban demasiado revueltas y todo el mundo se veía muy ajetreado. El primer partido del año estaba a nada de llegar, pero no solo eso, el baile de invierno tocaba a las puertas de la preparatoria y casi todos los alumnos estaban emocionados por ello.

— Escuché el rumor de que serás el rey del baile de este año. — le decía a Nate una tarde que me llevaba a casa.

Era uno de esos escasos días en los que no había tenido entrenamiento, pero para entonces eran tan raros que al muchacho se le veía muy cansado y presionado por todo lo que acontecía.

— Para ser sincero, no me importa ser el rey del baile — repuso cansinamente con la vista fija en el frente del auto —. Quisiera que todo esto pasara ya... O simplemente hablar de algo que no sea el partido o el baile de invierno.

— ¿Y de qué quieres hablar?

Al parecer no todos estaban tan emocionados con lo del baile.

— Bueno... — dijo este pensativo —. He estado hablando con un chico en línea.

— ¿Se lo has dicho? — pregunté al instante.

— No, pero siento que él se imagina algo — repuso Nate encogiendo los fornidos hombros —. Asiste a la preparatoria del pueblo vecino, y...

Se hizo un silencio en el que me dediqué a mirar al muchacho con atención. Sus ojos verdes seguían clavados en el frente sin expresión alguna en su atractivo y joven rostro.

— ¿Te gusta? — lo interrogué con impaciencia porque él no terminaba de hablar.

El muchacho hizo una seña confusa entre negación y asentimiento que no pude descifrar correctamente. Pero después de eso ya no dijo nada, tal vez era precipitado para saber si aquel muchacho le gustaba, o simplemente Nathan seguía pensando quizá en otro chico. Uno que asistía en el mismo colegio que nosotros y jugaba futboll. Uno de linda sonrisa y cabello dorado.

Aquellos días fueron más tranquilos, Ati no había caído en detención y yo no había tenido que recurrir a mis fracasados intentos de bromas para ir a dar a aquel salón junto a él. Nathan se mantenía más ocupado de lo normal en sus prácticas, y cuando no estaba en ellas o estudiando, pasaba las tardes con Derick y algunos chicos del equipo. Algo que no me molestaba en lo absoluto, pues me daba la oportunidad de estar con Ati.

Esa tarde el muchacho me había invitado al salir del colegio a ir a casa de Danielle. Me había acompañado a dejar mis cosas y después fuimos un poco más allá del centro, en una parte del pueblo en el que las casas eran bastante amplias y el barullo de los autos parecía más concentrado.

Danielle y Adrian era los menores de una numerosa familia, su papá tenía una cadena de talleres en el pueblo y en los alrededores y no pasaba mucho tiempo en casa. Y su mamá... bueno, la señora no parecía molestarse por las reuniones de sus hijos.