Tiempo de recapacitación, de pensar bien en lo que había dicho y hecho ese día en el que estampé a Amanda contra la máquina de golosinas en la cafetería escolar. Eso pensaba el director que había hecho durante los días que me mandó a casa.
¿La realidad? Seguía pensando en que esa chica falsa y presumida había obtenido lo que se merecía. Pero si alguien me preguntaba, estaba completa y totalmente arrepentida de mis acciones.Un claxon se escuchó a las afueras de mi casa y me sacó de los pensamientos que me inundaron por momentos antes de mi salida al colegio aquel día.
— Dile por favor a Nathan que no me agrada que suene la bocina para que salgas — decía mi mamá cuando pasaba por su lado con la mochila ya a cuestas, dispuesta a salir —. No le cuesta nada bajar del auto y tocar la puerta como la gente...
— Me voy, mamá. — anuncié sin prestar atención a sus reclamos por la manera de anunciarse de mi amigo.
— Vale, pero... — pronunció la mujer —. ¡Ten un buen día!Al final de cuentas Nate sí se había pensado el hecho de volver al colegio y regresó justo el día en el que mi suspensión terminaba.
Me sonrió desde detrás del volante del auto de sus padres y sentí el alma llenar mi delgaducho cuerpo como una luz tibia que se expandía por éste y llegaba hacia todas y cada una de mis extremidades. Su sonrisa volvía a ser la misma... O casi la misma.— ¿Lista? — preguntó cuando me abroché el cinturón.
— En marcha. — contesté con entusiasmo.El muchacho arrancó el auto con el suave rugido del motor y una leve sonrisa marcada en su rostro.
— Sucedió algo en casa... — dijo él después de un par de minutos de silencio.
— ¿Okey...? — exclamé.Recordé la charla que había tenido con la señora Reed, o más bien lo que yo le había dicho mientras ella me observaba boquiabierta sin poder decir una sola palabra.
— Mi mamá se ha disculpado conmigo y ha dicho que me acepta tal y como soy, entre muchas otras cosas... — comentó Nate un tanto ceñudo —. ¿Sabes algo?
— Ni idea. — respondí tratando de hacerme la inocente.
— Esto huele a algo que haría Maddison White, pero haré como que te creo.Mi amigo sonrió satisfecho y volvió a clavar la vista de nuevo al frente. Claro que él sabía que yo había tenido que ver con eso, pero como buen amigo, haría de cuenta que me creía.
Nathan y yo llegamos de nuevo juntos al colegio como de costumbre desde que habíamos iniciado con el falso noviazgo. Pero ahora algo había cambiado, caminábamos animados y muy juntos, pero nuestras manos ya no estaban tomadas y ya no fingiamos un amor que no existía. Ahora mostrabamos un cariño distinto, uno real y que se podía ver a kilómetros de distincia. El amor de un par de amigos que estarían el uno para el otro siempre.
— Olvidé mi bolígrafo azul en casa y le pedí el suyo prestado a Andrew McDonald en la clase de literatura — decía Sucie de camino a la cafetería —. ¿Saben lo que pasó?
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Un favor para Nathan [COMPLETA ✔️]
Teen Fiction✨ NOVELA FINALISTA EN LOS WATTYS 2021 ✨ El valor de un ser humano no se define por la persona que elige para amar, eso lo tiene muy claro Maddison White. Pero cuando su mejor amigo es quien tiene dudas acerca de sus preferencias, la muchacha no duda...