— ¡¿En serio?! — exclamó el muchacho esbozando una enorme sonrisa, envolvió mi cuerpo y me levantó del suelo en un fuerte abrazo —. ¡Muchas gracias, Maddi! — dijo moviendo mi cuerpo de un lado a otro.
Sentí mis piernas moverse de un lado a otro a la par mientras el chico me apretaba y me hacía oscilar entre sus fuertes y musculosos brazos juveniles. Yo no supe qué hacer, simplemente me tomé lo menos fuerte de su cuerpo al sentir que el suelo se perdía debajo de mis pies y cerré los ojos brevemente.
— En serio no sabes lo agradecido que te estoy por esto — comentó él lleno de emoción en el momento que me bajaba y mis pies agradecían estar de nuevo sobre el suelo firme —. Muchísimas gracias, eres la mejor amiga que alguien podría tener...
— Solo espero que esto funcione — dije yo acomodando mi blusa que se había subido un poco —. ¿Cómo vamos a hacer para que todos lo crean? Digo... eres Nathan Reed, el chico más popular, ¿saliendo conmigo?
— Va a funcionar si así queremos que pase, créeme. — repuso él con una sonrisa en los labios y un guiño de ojo.
Aproximadamente una hora después de haberme vuelto la novia de Nate, salí de su casa con cuatro chocolates en la mano y la mente echa una maraña de dudas por lo que acababa de ocurrir, preguntándome una y otra vez si aquel plan del muchacho funcionaría.
Estábamos hablando de uno de los chicos más perseguidos del colegio, uno muy popular y jugador del equipo, uno que había sido el rey del baile de primavera y que salía por lo general con chicas muy guapas. ¿En serio alguien se iba a tragar que de pronto se había interesado en su mejor amiga? ¿Una que ni siquiera era la mitad de popular que su ex novia?— ¡Diablos Amanda! — exclamé parando en seco cuando andaba por la acera de regreso a mi casa.
Había olvidado por completo aquel asunto, la muchacha me encomendó a mí principalmente, la tarea de hacer entrar en razón al chico para que volviera con ella. Y ahora resultaba que yo era la novia de aquel muchacho.
Llegué a casa al cabo de unos minutos, cené el silencio junto a mis papás y mi odioso hermano y luego fui a mi habitación para darme un baño y meterme en la cama para descansar. Tenía el leve presentimiento de que me esperaba un día muy cansado.
— ¿Preparándote para dormir? — dijo mi mamá asomando la cabeza por la puerta entre abierta.
— Sí, estoy agotada — respondí moviendo los almohadones de mi cama para acomodarme —. ¿Quieres una barra de azúcar, calorías y grasas saturadas?
Acababa de recordar que tenía aquellas cuatro barras de chocolate que Nate me había regalado, las dejé sobre mi escritorio y ahí habían permanecido desde mi regreso a casa. Me volví hacia mi mamá y descubrí a la mujer mirándome detenidamente sin comprender mucho qué era lo que le había ofrecido. Fui hasta el escritorio junto a la ventana de la habitación y levanté las barras de empaques color rojo.
ESTÁS LEYENDO
Un favor para Nathan [COMPLETA ✔️]
Novela Juvenil✨ NOVELA FINALISTA EN LOS WATTYS 2021 ✨ El valor de un ser humano no se define por la persona que elige para amar, eso lo tiene muy claro Maddison White. Pero cuando su mejor amigo es quien tiene dudas acerca de sus preferencias, la muchacha no duda...