🔹Enfrentamientos🔹

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Salimos al pasillo uno al lado del otro, miré a ambas direcciones y respiré aliviada al comprobar que estaba completamente vacío

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Salimos al pasillo uno al lado del otro, miré a ambas direcciones y respiré aliviada al comprobar que estaba completamente vacío. El muchacho anduvo a paso decidido por el corredor, pero no duramos mucho tiempo caminando por este, inmediatamente dobló en una esquina y yo fui tras él cruzando las enormes puertas dobles que daban al patio trasero del colegio, esas que llevaban justo hasta los campos de futboll y las enormes extensiones de césped.

Al mirar hacia aquel lugar que ya habíamos visitado con anterioridad, me percaté de que en esa ocasión ahí no se encontraban sus amigos. Aquel sitio a la orilla de los terrenos del colegio, cubiertos por un césped que comenzaba a pintarse de amarillo por la entrada del otoño, estaba desierto y los árboles se movían suavemente por el viento otoñal provocando que algunas hojas se desprendieran de ellos.

Ati se sentó a la sombra de un enorme árbol que estaba casi pegado al cerco y yo me acomodé a su lado en silencio.

— ¿Te sientes un poco mejor? — preguntó el muchacho después de un rato.

— Eso creo. — contesté sin estar completamente segura de cómo me sentía en realidad.

Lancé un suspiro con la vista fija en la bonita imagen que tenía frente a mí. El clima era excelente para estar exactamente como nos encontrábamos Ati y yo, tirados en el pasto sin nada que hacer, solo que sin el ánimo por el suelo.
Aquel paisaje frente a mí parecía la postal de otoño que le mandas a tu familia para día de gracias con palabras empalagosas que en realidad no dirías en persona.

— Es complicado, ¿no? — dije yo observando al muchacho que me devolvió al instante la mirada sin comprender del todo —. Todo esto de enamorarse... por eso estoy aquí ahora...

Él parecía no comprender aún a qué me refería, pero al fin y al cabo no lo iba a entender, porque no hablaba directamente de mí, de que estuviera enamorada de un chico completamente distinto a lo que yo era, en un intento fatal de Romeo y Julieta en tiempos modernos.

— Bueno, al menos eres correspondida. — comentó el muchacho agachando la mirada hacia una de sus manos que estaba recargada contra el amarillento pasto bajo su cuerpo.

— ¿También tienes problemas amorosos? — pregunté estudiando atenta lo que alcanzaba a ver de su rostro, pero éste estaba cubierto en parte por su cabello.

— Eso parece. — contestó el muchacho encogiéndose de hombros y esbozando una leve sonrisa.

— Bueno, ¿qué te parece? El rebelde y extrovertido Atwood Moore sufriendo por amor. — exclamé sonriendo por primera vez desde que había llegado al colegio.

Ati simplemente sonrió una vez más al escuchar mi comentario y cambió de tema, parecía que ese era uno con el que no se sentía del todo cómodo. Al cabo de lo que pareció una hora, los amigos del muchacho hicieron acto de presencia en medio de risas y charlas divertidas y despreocupadas.

Un favor para Nathan 	[COMPLETA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora