Hora de empezar el juego.

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Es un nuevo día y los estudiantes sobresalientes decidieron ignorar los mensajes que les habían llegado tomándolo como una broma de mal gusto realizada por una persona horrible y patética sin nada mejor que hacer que molestar, pero sería mentira negar que algunos sintieron curiosidad pero decidieron ignorar el mensaje; el adolescente peina su corto cabello lacio hacia arriba al terminar esa acción se mira en espejo y se pone la corbata. Agarra su mochila y sale de su habitación, baja las escaleras y entra al comedor, ahí se encuentra a sus padres los cuales le sonríen al verlo; él se sienta en la silla del medio.

 —Pero mira que guapo es mi hijo.— Le halaga su padre.

 —Nuestro hijo —. Le corrige su pareja.

 —Si si, como sea —dice restándole importancia con la mano al comentario y su pareja lo mira mal—. Es tan guapo que podría ser modelo —. Dice sonriendo.

Su hijo lo mira con los ojos entre cerrados sabiendo cuales son sus intenciones, la ama de llaves les sirve la comida mientras que ve divertida la escena que se genera de vez en cuando; el adolescente no quita la mirada de seriedad mientras que su padre lo ve con una sonrisa de inocencia, ella se va riendo sabiendo lo que viene a continuación.

 —Pa, te lo he dicho un montón de veces no voy a modelar para ti porque no quiero ser modelo —. Dice sin dudar su hijo.

 —¡Pero serías un gran modelo! —Su padre exclama sincero y eleva un poco la voz.

 —¡Pero quiero ser abogado! —Exclama el hijo con obviedad.

 —¿Y quién dice que no puedes ser ambas cosas? —Pregunta cuestionando con una ceja alzada su padre.

 —A ver cálmense los dos —pide la otra figura de autoridad, ambos hombres le prestan atención a quien les habla—. Robert nuestro hijo no quiere ser modelo y lo debes de aceptarlo, no es algo en contra de la moda solo no es algo que llame su atención —le explica a su esposo y este rueda los ojos pero asiente y ahora mira a su hijo—. Y tu Ian debes tenerle paciencia a tu padre, sabes muy bien que eres su inspiración cuando se trata de diseñar ropa juvenil masculina y su sueño es que algún día tu modeles en una de sus colecciones— le dice a su hijo y este asiente—. Ahora comamos en paz y sin su drama mañanero por favor—. Les pide sonriendo a los hombres de su vida.

 —Sí papá —. Dice sonriendo Ian.

 —Si amor —. Le dice Robert sonriendo a su esposo.

Empiezan a comer y Ian mira a sus dos padres, los dos son polos opuestos; su pa Robert es muy extravagante y creativo además de dramático y alocado mientras que su papá Mike es más calmado y sencillo además de sensato y tranquilo incluso en la forma en la que le muestran afecto es diferente su pa es más efusivo y su papá no lo es tanto pero eso no quiere decir que no le de afecto.

 —Para no ser familia sanguínea los dos son igual de dramáticos —. Dice Mike riendo.

Ian y Robert se miran divertidos, a pesar de que la pareja lo adoptó cuando tenía cinco años; lo cierto es que tiene algunos recuerdos de ese día son pocos pero los tiene.

 —Aún pienso que desperdicias tu hermoso físico —. Dice Robert mientras mete un pedazo de mango a su boca.

 —Signore, quando faremo una colazione normale? —Pregunta en italiano el adolescente con dramatismo mirando el techo.

 —Mai piccolo —. Responden sus padres en el mismo idioma.

El adolescente niega con la cabeza y sus padres se ríen, ambos miran a su hijo mientras comen; lo cierto es que adoptarlo no era algo muy planeado que digamos lo hicieron en sus vacaciones por Europa. La pareja ya había tenido la conversación sobre tener una familia pero no era algo que estaba en sus planes todavía aunque eso cambió cuando iban caminando por las calles de uno de los países en donde estaban realizando turismo y se encontraron a un niño que les robó el corazón. El adolescente termina y mira a sus padres con una ceja alzada haciendo que ellos salgan del trance en donde estaban.

Perfección Disfrazada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora