La celebración de la reina tercera parte.

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Todos los que no estaban encerrados, miraban fijamente al enmascarado, ninguno se inmutó, como si la mirada color café oscuro de la persona frente a ellos, les hubiera lanzado un hechizo, para que se quedarán como estatuas; dejándolos con más desconcierto, la persona, que para ellos es un misterio, por el hecho de no saber su identidad, empezó a correr.

—NO LO DEJEN IR —. Grita Olivia desesperada, mirando a los chicos.

Al oír el grito de Olivia, Mila y Jordan empezaron a gritar y golpear la puerta que los mantenía encerrados, las miradas de los adolescentes que no están encerrados, se dirigieron al otro lado del pasillo, al momento de oír los gritos; mientras tanto León intentaba aguantar las ganas de gritar para pedir ayuda, y se enfoca en los momentos felices que le hizo pasar su primer amor, pues por ella era que estaba enfrentando su miedo al encierro.

—Nosotras nos encargamos de sacar a los demás, ustedes atrapen a esa cosa, que está mal de la cabeza —. Asegura seria Bianca.

Drew mira a sus amigas, y estas asienten en concordancia con las palabras de Bianca, él sale corriendo con todas sus fuerzas, Ian y Truman miran a Bianca, ella hace el mismo gesto que habían hecho Fabiana y Olivia; las tres chicas voltean cuando los chicos se van corriendo. Las tres empiezan a gritar los nombres de los encerrados, sienten alivio y preocupación al mismo tiempo, por que solo dos de cuatro dan señales de vida con sus gritos, a la primera puerta que llegan es a la de Mila, Fabiana se acerca a la manija, para mirarla con más detalle.

—Parece la mitad de una llave, lo que evita que la cerradura se abra —. Explica con genuina preocupación Fabiana.

—Te sacaremos de ahí, Mila —. Afirma Bianca, para calmar a su amiga.

—¿Cómo la abrimos? —pregunta Olivia, observando a Fabiana.

—¡Tengo una idea! —exclama Fabiana —. Ustedes esperen aquí, ya vuelvo —. Explica mientras corre.

Las dos le hacen caso, Olivia intenta calmar a Mila, mientras que Bianca hace lo mismo con su hermano; en el momento que Fabiana entró a la habitación de su mellizo, empezó a registrarla, como si su vida dependiera de ello. Los chicos por su parte persiguieron al enmascarado hasta la reja, que ya estaba trepando la reja, para escapar; Drew logró agarrar uno de sus tobillos, y lo jalaba para que cayera, pero el enmascarado no se la dejaba fácil.

— NO TE VAS A ESCAPAR, MALDITO IDIOTA —. Gritó con rabia Drew.

Mientras que el enmascarado se resistía, miró sobre su hombro rápidamente, notando que Ian y Truman, no les faltaba tanto para llegar hacia ellos, así que improviso algo que no estaba en los planes de G.P. y que sabe muy bien, que lo meterá en problemas con la persona que usa es seudónimo, pero poco le importaba, pues no le teme tanto a esa persona, y también estaba el hecho de que tenía una oportunidad que no podía desaprovechar, así que con una gran satisfacción, le dio una fuerte patada a Drew en la cara, para que lo soltara. El castaño se lleva las manos al rostro, de manera instintiva y suelta un grito de dolor, los otros dos al llegar, se concentran en Drew; los tres miran al frente, descubriendo que el enmascarado los mira.

Lo que desconocen los chicos, además de la identidad de la persona, es que esta sonríe con gran satisfacción por lo que ha hecho, pues Drew se ganó su odio, tenía ganas de quitarse la máscara, solo para que Drew lo viera y burlarse en su cara, pero no era tan idiota como para ser eso; así que se conformo con ver la cara ensangrentada de Drew, antes de salir corriendo hacia su moto.

—¡Esta me las paga! —. Exclama furioso Drew, mientras sostiene el pañuelo que le dio Truman.

—Debemos llevarte al hospital —. Dice preocupado Truman.

Perfección Disfrazada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora