Perfección Disfrazada.

Planes.

La adolescente estaba seria analizando la situación para poder salirse con la suya, ella iba hablar pero la bibliotecaria habló primero interrumpiendo la.

 —Y no se aceptan negativas —. Dice la mujer con un tono un poco severo.

 —Por mi parte no hay negativas —dice Ian con una sonrisa, se acercó a Scarlett y acercó sus manos al libro pero antes de poder tocarlo Scarlett se lo acercó al pecho sujetándolo con los antebrazos—. Es algo inevitable trabajar juntos querida Scarlett —. Dice con calma y la mirada fija en la de su compañera.

 —Chicos vayan a sus lugares que ya es hora de empezar la clase.— Les pide Mildret.

 —Ven a la mesa en la que estamos Bianca y yo —. Dice fingiendo tranquilidad Scarlett.

 —Entonces eso significa que aceptas que trabajemos juntos —. Dice interesado en la respuesta de la pelinegra.

Ella asiente y èl no puede evitar sonreír, Mildret los mira sonriendo creyendo que acaba de ayudar a Ian a estar de manera romántica cerca de Scarlett; los tres salen del pasillo de libros y ellos dos se van a la mesa en donde está Bianca que sonríe al ver a su amigo. Los dos se sientan en las sillas que están en el lado derecho de la mesa, Mildret empieza a tomar la lista de estudiantes y al ver que todos están presentes empieza a explicar la tarea que dejó el profesor Snyder; al terminar la explicación sobre la tarea, Fabiana mira a Olivia.

 —Recoge tus cosas, nos vamos a otra mesa.— Le informa mientras se levanta y recoge sus cosas.

Olivia la mira confundida pero igual le hace caso, la rubia agarra a su amiga del brazo y la guía hacia la mesa en donde están Bianca, Ian y Scarlett; al notar que se dirigen a la mesa de los tres nombrados, la morena no pudo evitar pensar en la conversación que tuvo con su amiga en el baño antes de que se terminara la hora de la cafetería.

 —Somos tu y yo contra los demás en esto así que solo importamos nosotras, que se jodan los demás antes que tú y yo.— Fueron las palabras de la rubia.

 —¿Y los chicos? —Le pregunta preocupada por ellos porque uno es su amigo y el otro le gusta.

 —Haremos todo lo que podamos para ayudarlos pero desde ya te lo digo Liv, en mi plan la prioridad somos nosotras.— Le informo demostrando seriedad.

 —Entiendo —dijo sintiéndose un poco mal por los chicos pero reconociendo que piensa igual que Fabiana—. ¿Cuál es el plan? —Pregunta interesada.

 —El plan consiste en dos partes, la primera es tenerlos a todos bien vigilados y la segunda es dividir y vencer.— Le explica con una sonrisa maliciosa.

Deja de pensar cuando nota que ya llegaron a la mesa y se sientan en el lado izquierdo de esta al lado de Bianca, los tres miran con el ceño fruncido a las chicas dejando ver lo extraño que les parece que ellas se sienten con ellos; ambas sonríen pero de maneras distintas. Olivia sonríe de manera amable mientras que Fabiana sonríe de manera divertida.

 —¿Cómo vamos a hacer la tarea?
—Pregunta Fabiana para beneficio del grupo.

 —¿Van hacer la tarea con nosotros?
—Pregunta Bianca extrañada.

 —Creo que eso es algo obvio Bianca —. Dice Fabiana mientras saca sus cosas.

 —¿Por qué? —Pregunta sin sutileza y desconfiada Scarlett.

La rubia aparta la mirada de sus cosas y la deja en la pelinegra que la mira seria, el único chico en la mesa analiza la situación pues al igual que su compañera èl no confía en ninguna de las dos chicas sentadas frente a èl.

 —¿Que no es obvio? —Pregunta fingiendo inocencia Fabiana.

 —No, no lo es —. Dice directamente Scarlett.

 —Los dos primeros y la tercera de la clase juntos en una mesa es obvio que tendremos un diez seguro —. Dice con obviedad.

 —Veo que por aquí ya están completos —. Dice segura Mildret.

 —Si, ya estamos completos —. Dice rápido Fabiana antes de que Ian o Scarlett hablaran.

Mildret asiente satisfecha y se va a ver a los otros grupos, todos sacan sus cuadernos, libros y cartucheras; a Olivia no se le pasó por alto el hecho de que Ian y Scarlett tenían un libro en medio de ambos dando a entender que a uno de los dos se le olvido el libro de geografía. Lo cual es extraño porque desde que estudia con ellos, no ha visto que alguno de los dos se le olvidara algo.

 —¿Alguno de los dos olvidó traer libro? —Pregunta extrañada Olivia.

Las miradas de los pelinegros cayeron en Olivia y después se miraron entre ellos, Fabiana los miró desconfiada mientras que Bianca los miro con el ceño fruncido porque que alguno de los dos olvide algo es raro.

 —Se me olvido a mi —dice Ian con una naturalidad impresionante—. Pa empezó con uno de sus dramas de moda y me involucró cuando estaba metiendo los libros así que me distraje creyendo que ya había metido mis libros pero esta clase me demostró que me equivoque.— Les explica fingiendo reír como si fuera una historia real.

Esa historia deja complacida a Bianca hasta ríe por ella, las dos mejores amigas no le creyeron al cien por ciento sobre todo Fabiana pero decidieron hacer como si le creyeran; Scarlett revisa el libro y tiene que reprimir la sonrisa que le generó el hecho de tener el libro correcto, en el hay dos sobres blancos y en ellos dice de G.P. para los reyes de la estrategia. Ian noto los sobres y al igual que Scarlett reprimió la sonrisa que le generaron los sobres pero las tres chicas en frente de ellos también notaron los sobres cuando Scarlett los guardó en su mochila.

 —¿Y esos sobres? —Pregunta Bianca curiosa.

Las tres chicas sentadas a la izquierda de la mesa miraban atentas a la pelinegra esperando su respuesta, Ian iba hablar para salvarla pero ella se le adelantó.

—Son cartas privadas que Ian me escribió —. Dice la chica de ojos color miel con total naturalidad.

Las reacciones ante esa respuesta fueron diferentes, Bianca no oculta su sorpresa mientras que mira a su amigo; Olivia se acomodó en su silla un poco incómoda pero ocultó la sonrisa que le generó la respuesta mientras que Fabiana bajo la mirada pensativa y la dejó en su cuaderno. Scarlett quedó confundida por las reacciones de las chicas pero su confusión creció más cuando miró a Ian, que le dedicaba una mirada extraña que no entendió pero fue rápida porque ahora está mirando la mesa y las cuatro pudieron notar que su clásica aura confiada y bromista se apago dejando a un chico serio pero la pelinegra pudo notar que en su mirada y ceño hay cierto enojo.

¿Y, a éste que le ocurre?, ¿dije algo malo?. Se pregunta a sí misma la pelinegra intentando entender la actitud del chico a su lado.

 —Hagamos la tarea —. Dice Ian serio abriendo el libro de geografía.

¿Es en serio?, ¿no se pudo inventar otra cosa?; se pregunta a sí mismo el adolescente molesto. 

Todos deciden dejar el asunto y hablar estrictamente sobre la tarea aunque se podía sentir cierta incomodidad a pesar de la opinión de la mayoría de la mesa, solo cuatro de los cinco saben la verdadera razón por la cual se instaló dicha incomodidad.