Reunión.

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Truman baila y canta al ritmo de la música mientras limpia su cuarto, al tener la música tan alta no escucha que tocan la puerta. La llamada que recibe corta la música y eso lo hace quejarse en voz baja, al ver quien lo llama atiende de inmediato.

—Te estoy tocando desde hace rato.

—¿Y por qué no entras?

—Por qué no se si estas decente.

—Uh, ¿define estar decente?

—Vestido Truman.

—Ah, eso que importa, ni que nunca me hubieras visto desnudo.

—Toco para que eso no pase otra vez.

—¡Ya entra Scarlett!

Scarlett abre la puerta y entra con la mano tapándole los ojos, Truman rueda los ojos y le quita la mano de la cara, ella frunce el ceño al verlo en bóxer sosteniendo una pala y una escoba.

—¿Limpias en ropa interior?

—Me dio pereza vestirme sabiendo que iba a ensuciarme y sudar, ¿me recuerdas por que la reunión va hacer aquí?

—Por qué Ian dice que sus padres lo están vigilando como halcones, en la de Jordan podríamos llamar la atención de Bianca y Mila si es que los visita hoy, y en la mía sabes bien que mi abuela estaría espiando sin ningún disimulo. Por cierto no vi a Tyson, ¿salió? Si no está aquí cuando vengan los chicos no los van a dejar quedarse.

—Ya entendí, ya entendí y no te preocupes fue a la tienda de la esquina.

—Vaya… Ahora si parece un cuarto decente, si estas reuniones siguen, voy a proponer que siempre se hagan aquí, así podrás tenerlo bien ordenado.

—Si tanto te gusta verlo así —le pasa la escoba y la pala —. Continúa ordenando, llegarán pronto y me tengo que arreglar.

—Te encanta hacer todo a última hora, esto lo pudiste hacer con tranquilidad ayer.

—Si tu lo dices, pero como él ayer es el ayer, nunca lo sabremos.

Agarra su toalla y se mete al baño mientras Scarlett niega con la cabeza, lo único que le faltó a Truman hacer fue sacar la bolsa de basura, la saca y cuando vuelve se le queda viendo al póster pegado en la pared. Truman sale y sonríe al ver la mirada ceñuda de Scarlett.

—Es guapo, ¿verdad?

—Me dijiste que Tyson te había dicho que no podías tener póster de hombres en boxers.

—La regla cambió cuando la coreógrafa salió en varias revistas por el premio que ganó, creo que se sintió mal de que tuviéramos que ver lo bien que le va sin nosotros.

—Eso no me lo habías contado.

—¿Para qué? Ella no me interesa, sabes muy bien que no me gusta hablar de lo que me parece insignificante.

—Sabes que puedes hablarme de ella, ¿verdad? Ya sea bien, mal o neutral, que yo no te hable de la mía, no quiere decir que tu no puedas hablarme de la tuya.

—Por supuesto que lo se —se pone a su lado mirando el póster —. Ahora me siento mal por aprovechar lo que pasó para que me dejara conservarlo —suspira con fuerza, agarra dos marcadores de su escritorio —. Con todo el dolor de mi corazón, te pido que le pongas ropa, entrete mientras me visto.

Los dos se dan la espalda, mientras cada uno está en lo suyo… Después de despedirse de sus padres, Jordan sale de su casa al oír el claxon del auto de Ian, se va al asiento de atrás junto con Ian.

Perfección Disfrazada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora