Perfección Disfrazada.

Comienzo de clases segunda parte.

Cuando se llenó todo el auditorio, los educadores y la directora del North se subieron al escenario del auditorio, ella se acercó al micrófono que está en el centro del escenario.

 —Buenos días queridos estudiantes —. Los saludo la mujer de cuarenta y cinco años de edad.

—Buenos días directora Stilinski.— Le respondieron el saludo los estudiantes.

 —Para los que no lo recuerden o no lo sepan mi nombre es Magenta Stilinski —se presenta la directora—. Como cada año hacemos esta asamblea para informarles de lo que se espera de ustedes a nivel académico y personal pero este año empecemos la asamblea de manera diferente, como la gran mayoría ya sabe una de sus compañeras fue atacada— dice con pesar la directora y los murmullos no se hacen esperar otra cosa que no se hace esperar es la incomodidad y tristeza de las personas que llegaron a tener cercanía con la adolescente mencionada—. Silencio, por favor— pide y los estudiantes la obedecen—. Si desean hablar las puertas de la señorita Madison Frazer la psicóloga de la escuela están abiertas ahora hagamos un minuto de silencio y recemos para que Genevieve se recupere y pueda volver a su vida normal —. Dice Stilinski inexpresiva pero con intenciones honestas.

Los estudiantes la obedecen, algunos sintiéndose peor que otros por la situación de Genevieve... Al terminar el minuto de silencio la asamblea transcurre de manera normal, los estudiantes salen de manera ordenada del auditorio cuando la directora da por finalizada la reunión;  los mejores amigos salen agarrados del brazo.

 —Eso debe ser horrible —. Dice Truman mirando al frente.

Scarlett confundida sigue su mirada y al hacerlo entiende las palabras de su amigo, ella asiente con una mueca de disgusto; dos de las tres chicas más populares del North están siendo sometidas a las miradas y murmullos prejuicios siendo de forma indirecta acusadas de saber algo sobre lo que le pasó a la líder del grupo.

 —Estás miradas ya me están haciendo sentir incómoda —. Dice la morena a su mejor amiga.

 —Lo sé, ya me tienen incómoda y fastidiada —. Dice la rubia, decide alzar una de sus cejas y mirar de forma amenazante a quien las mire para que las deje de mirar.

Logra su cometido pero de manera agridulce porque todos se tardaron en cumplir su petición no hablada, ambas adolescentes se sintieron inseguras por eso pero la rubia decidió no demostrarlo para que el estado emocional de su amiga no empeore.

 —¿Te diste cuenta? —Pregunta nerviosa la morena.

 —Sí pero debes calmarte —. Le pide la rubia inexpresiva.

 —Dudaron en cumplir tu petición no hablada y si un día ya no te —Su amiga la interrumpe.

 —Eso no va a pasar —dice más para ella misma que para la morena—. Por ahora solo somos tu y yo así que no podemos demostrar debilidad Liv —. Dice directa para que su amiga entienda.

 —La respetan más a ella que a nosotras Fab.— Reconoce la morena desanimada.

—Bueno eso debe de cambiar por nuestro bien así que debemos empezar a actuar más como Gen —. Dice sin ningún tipo de adorno la rubia y sin gustarle mucho sus últimas palabras.

 —A Gen le sale natural ser intimidante y agradable al mismo tiempo —. Dice con una sonrisa amarga.

 —Oye— le agarra la mano y se la aprieta en señal de apoyo—. Por el momento somos tu y yo así que te necesito fuerte y con el mentón bien en el alto porque no hicimos nada malo
—dice sonriendo-. ¿Cuento contigo para que nadie nos quite nuestros tronos?
—Pregunta la rubia interesada.