No dejarse manipular.

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El adolescente toca la puerta de su hermana antes de entrar a la habitación de la nombrada para avisarle que lista o no entrará, la ve sentada mirándose en el espejo terminando de hacerse su segunda trenza francesa.

—¿Estás lista? —Pregunta calmado.

—Espera —pide levantando un dedo, se mira ambas trenzas y después asiente satisfecha—. Lista —. Confirma mientras agarra su mochila.

Los dos salen de la habitación y se van al comedor, al llegar a esa parte de su hogar se encuentran con sus padres y el desayuno ya servido.

—Buenos días bebés —. Los saluda su madre.

— Buenos días niños —. Los saluda su padre.

— Buenos días —. Responden los dos.

Se sientan uno al lado del otro en la mesa y empiezan a comer, mientras comen pueden notar que su padre los mira; los mellizos se miran y luego a su padre.

—¿Pasa algo? —Pregunta confundido Jordan.

—¿Cuando pensaban decirnos que dos detectives hablaron con ustedes? —Pregunta severamente John.

Los hermanos miran sorprendidos a su padre es que no se esperaban que ya supiera eso, sus padres los miraban severamente esperando que sus hijos hablaran; Bianca movía sus dedos debajo de la mesa por el nerviosismo y su mellizo pudo notarlo así que decidió responder antes que su hermana diera una respuesta poco convincente.

—No lo sé, tal vez hoy —. Dice fingiendo estar despreocupado.

—¿Tal vez hoy? —pregunta disgustado John—. Esa no es una respuesta aceptable —. Le regaña.

—Solo nos hicieron preguntas sobre Genevieve así que no creímos que fuera algo que teníamos que correr a contarselos —. Le explica Jordan con serenidad mientras que sube y baja su pierna en señal de nerviosismo.

—Resulta que si es algo que debieron correr a decirnos —. Aclara malhumorado su padre.

—Solo nos hicieron preguntas y ya, no fue la gran cosa —. Dice la verdad a medias.

—¿Lo escuchas? — Le pregunta incrédulo a su esposa, la cual mira con desaprobación a Jordan por sus respuestas—. Es que este niño de verdad —. Se queja mientras frota su mano en su rostro.

—Bueno, vamos a calmarnos —pide Blanca al ver que su esposo se está enojando—. ¿Los trataron mal?, ¿Los acusaron de algo?, ¿les dijeron que no debían llamarnos? —interroga a sus hijos, los cuales niegan con sus cabezas—. Niños que este tipo de situación no se vuelva a repetir, ¿entendido? -sus hijos asienten—. No vamos a profundizar en lo que pasó porque se les va a hacer tarde pero cuando vuelvan nos dirán todos los detalles de lo sucedido —. Informa con seriedad su madre.

Ambos padres se miran y John tuvo que reprimir la sonrisa que le causó que su esposa fuera la figura de autoridad en la situación, normalmente él era el malo e histórico cuando se trataba de la disciplina de sus hijos mientras que ella es la buena y calmada, los mellizos terminan prácticamente corren cuando terminan de comer; esa acción hace reír a sus padres. Ambos entran al auto de Jordan un Toyota yaris cross 2021 color amarillo, no pierde el tiempo y arranca.

—¿Estás loco? —pregunta Bianca atónita—. ¿Cómo te atreves a dar ese tipo de respuestas? —Cuestiona.

—Cualquier tipo de respuesta que le diera no le iba a gustar —le aclara—. Además mejor mis respuestas que las que tú le hubieras dado por culpa de tus nervios —. Confiesa.

Ella lo miró mal pero no puede contradecirlo porque tiene razón, la única presión que puede soportar sin desmoronarse es la de la danza, mira su teléfono y sonríe al ver el mensaje que recibió.

Perfección Disfrazada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora