Hogar [Libro #2]

Capítulo 11

Narra Alex

Abrí los ojos poco a poco y vi un holograma salir de la caja, una mujer vestida de manera formal me miraba con una sonrisa amigable. Le calculo unos 30 años aproximadamente.

–La Caja de las Facciones a sido abierta–Dice la mujer.–La sangre me confirma que la joven Alexis Eaton es la Divergente afortunada.

Sonreí un poco ingenua.

–Quería darte las gracias–Añade.

El holograma se voltea hacía los demás y me puse de pie, tuve que apoyar las manos contra el cristal para lograr que mis piernas reaccionaran. Solté un suspiro cuando caminé de un lado a otro y salí de la habitación a pasos lentos.

–Hola a ustedes también–Dijo la mujer.–Mi nombre es Rosalinda y soy una Divergente Completa. Soy la dueña de esta caja y tengo un mensaje que todos deberían saber. ¡Se trata sobre los Divergentes!

El holograma se hace más visible y muestra a personas de las diferentes facciones haciendo sus labores diarios.

–Los Divergentes no son seres rebeldes ni malos–Dice.–¡Son personas con gran potencial y capaces de salvar la ciudad!. Al ser personas que no le afectan los sueros, les da una gran ventaja.

Eso es obvio.

–Osadía es un gran lugar para que entrenen y Erudición les deberá brindar toda la información necesaria que está guardada para aprender más sobre ellos.–Continua diciendo.–Son personas poderosas y temidas, no permitan que sigan muriendo y pónganlos a salvo. Ellos son nuestros legítimos héroes.

¿Somos héroes?

¿Una persona peligrosa puede ser un héroe?

–Alex, acércate.

Camino hacía la Caja, las miradas están sobre mí y eso me hace sentir nerviosa. Me siento atraída por la Caja, cómo sí fuera un imán.

–Eres diferente, eres única. Manipulaste las simulaciones y estabas despierta al entrar a la simulación osada.–Me dice y la miré anonadada.–Admitiste ser peligrosa luego de haber mentido y estuviste apunto de no lograr abrir la caja, ¡pudiste morir!

–Pero la abrí–Digo entre dientes.

–Nunca vuelvas a dudar de ti–Me responde.–Y sí quieres saber más de ti, sabes dónde encontrarme.

El holograma desaparece, las luces de la Caja se apagan y Caleb se acerca a tomarla pero la caja aparece en mi mano por arte de magia, me estoy volviendo loca. ¡Se teletransportó!

La caja se convierte en un collar y tiene dibujados los símbolos de las facciones, luego el collar aparece en mi cuello. Se siente caliente y delgado.

–¡Wow!–Dice Edward.

–No quiero esta cosa–Murmuré.

–Eso era todo... ¿Jeanine sólo quería oír eso?–Jack alza una ceja.

–Sabes lo peculiar que era–Responde Evelyn y rueda los ojos.

Todos en este lugar aparecieron en mi simulación. Los miro a cada uno fijamente, menos a Edward, ninguno a muerto y ninguno me ha obligado a hacer nada.

Sé que no era real, pero sus palabras se sentían reales.

–Alex, ¿estás bien?–Me pregunta Amar.

Me siento diferente, me siento viva en el interior y muerta en el exterior, tengo un nudo en mi estómago.

–No...–Murmuré.–No quiero saber absolutamente nada.