Hogar [Libro #2]

Capítulo 26

Era la hora.

Salí del apartamento de Killian, el estacionamiento estaba cerca y nadie me vería. Esperé a que Eric apareciera pero lo único que vi aparecer era la camioneta, Killian pasó en frente de mí pero se estacionó lejos para que las cámaras no me captarán.

¿Quién tenía la menuda idea de salir de la Sede Osada un sábado a las 4 p.m. ?

Claro, yo.

Escuché una aclaración de garganta detrás de mí. Sabía perfectamente quién era.

–Llegas tres minutos tarde–Digo riendo y me volteo. Me quedo boquiabierta.

Wow.

Eric traía un traje, ¡un traje!, no andaba sus botines ni sus piercings. No se veía tan osado.

"Este es otro Eric, santo cielo, es guapísimo"–Pensé.

–¡Estás hermosa!–Me dice.

–Nunca te había visto así... ¡te ves espectacular!–Le digo y me acerco para besarlo.

–¿Y bien?, ¿nos vamos?–Dice con una sonrisa al separarse del beso

Le planto las llaves en la cara, no se lo esperaba. Él me mira dudosamente.

–Tendremos una carrera, claro, ganaré yo–Le digo y le doy sus llaves.

–¿Cómo tienes dos motos?

–Tengo mis aliados–Le guiño el ojo.

Una moto es de Tori y la otra de Killian, todos tienen su propia moto, es algo muy Osado. Necesito una propia. Me subo en la moto negra y él en la moto azul.

–Sólo sígueme, sí es que puedes–Le digo y arranco, escucho su risa.

Nuestra carrera es de la Sede Osada a la entrada del bosque. Al llegar a los primeros árboles bajé la velocidad y Eric hizo lo mismo, le eché una mirada burlona.

–Gran triunfo–Se ríe.

–Ahora, debemos ir hasta el fondo. Trata de no chocar contra los troncos–Le digo y me adentro al bosque.

Mismo recorrido, hasta oír el agua correr y doblar hacía un lado, al menos Eric sabe seguir mis indicaciones y no pierde mi rastro. Llegamos a la casa y estacioné la moto cerca del porche, Eric hace lo mismo y nos bajamos de las motos.

Se me hacía fácil manejar la moto estando con un vestido puesto.

Él se queda viendo la casa.

–Bonito lugar, ¿cierto?

–¿Siempre estuviste aquí?–Me pregunta y asentí.

Entrelace sus dedos con los míos y entramos a la casa, adentro olía delicioso y Eric no se lo esperaba. Me mira confundido y yo sólo sonreí.