Capítulo 16

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–Eres bipolar–Me dice Harrison.

Tris lo golpea con el codo en las costillas y Alec frunce el ceño.

–¿Quieres o no estar con él?, puedes ir a buscarlo pero no lo haces.–Continua Harrison.–Y sí otra chica está en su vida, ¡tratas de sacarla cómo sí fueras su dueña!

–Cuatro me dijo lo mismo.

–¿Cuatro?, él que va a saber lo que es estar en un guerra amorosa, él solo se quedó con Tris y ya–Harrison mira a Tris.–No te ofendas.

–Cuatro me dijo que Eric podría pasar la página y yo no supe que decirle.

–Yo resolveré tu problema–Harrison se levanta del sofá y me toma del brazo.

Me arrastra hacía la puerta y la abre, me saca al corredor y todos salen detrás de mí. Harrison me suelta y me caigo al suelo, menudo idiota. Enfoco mi mirada en el pasillo y con la poca luz que hay distingo que no somos los únicos en el pasillo.

Megan está contra la pared y Eric la tiene acorralada, sus manos están a los lados de la cabeza de ella y la mira con el ceño fruncido. Al oír ruido se voltea en nuestra dirección y se aparta de Megan. Ella está vestida con un mini vestido y él... parece que acaba de salir de trabajar.

Me pongo de pie y miro a mis amigos, en sus caras se nota la culpa y consolación que sienten hacía mí.

–Es mejor que se vayan–Les digo seca y los miro seria.–Nous parlerons à la fête plus tard.

"Hablaremos en la fiesta más tarde"

Alec me da un beso en la frente y se van hacía las escaleras, mientras bajan no evitan estar subiendo las miradas. Las pisadas de Eric se acercan y resuenan en el pasillo.

–¡No des un paso más!–Le advierto y fijo mi mirada en él.

–¡No es lo que crees!

–Nunca es lo que creo–Me cruzo de brazos.–Disfruta la velada.

Entro de nuevo a mi apartamento y cierro la puerta con seguro, me acerco al piano y lo alcé para colocarlo en una esquina, cerca del ventanal. El sol se estaba empezando a esconder y pronto llegaría la noche. Quería ver el atardecer.

"Al tejado"–Pensé.

Entré a mi habitación para prepararme, escogí un hermoso vestido corto de color negro con mangas y transparencias. Mi cabello lo acomodé en hondas y un maquillaje natural con labios rojos. Por último, pero no menos importante, me puse mis zapatos.

 Por último, pero no menos importante, me puse mis zapatos

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Me miré una última vez al espejo, me veía hermosa. Me sentía hermosa.

Asomé mi cabeza por el pasillo para ver sí estaba vacío, salí y bajé las escaleras. En el pozo ya había música muy alta y habían cajas de cerveza por doquier.

Amo Osadía.

Con cuidado que nadie me viera, subí las escaleras que llevaban al tejado y al llegar se veía tan solitario.

Aquí fue el primer lugar donde estuve al finalizar mi ceremonia y era un lindo lugar para estar sola. El cielo estaba colorido; el color amarillo acompañaba al anaranjado y el blanco de las pocas nubes daban vida, era completamente hermoso.

La brisa estaba tranquila y un poco fría pero no lo suficiente para irme, disfrutaba esto; silencio. Aprovechaba la poca luz que quedaba.

Respiré hondo, llenando mis pulmones de aire nuevo, aire natural. Mi silencio se acabó deprisa al escuchar una puerta rechinar.

Miré hacía atrás de mí y apareció la figura de un chico; era alto, de cabello castaño y estaba vestido de negro, en su mano había un hermoso ramo de rosas.

–¿Lauren?–Dice el chico y se acerca.

–No, no soy ella–Respondo y me volteo hacía él.

–Oh, lo lamento, ¿ella ha estado aquí?

–No.

El chico mira hacía el suelo, se pone una mano en la nuca y hace una mueca, ¿tenía una cita con Lauren?

–¿Le dijiste que viniera?–Le pregunto.

–Acordamos vernos aquí antes de la fiesta, esto era para ella–Levanta el ramo de rosas.

–Muy lindo detalle–Me acerco a él y noto el tono azulado de sus ojos.

Con la poca luz que queda, puedo apreciar su rostro y él el mío.

–Eres, eres la chica–Murmura.–¡He escuchado mucho de ti!

–Alex–Le extiendo la mano y la toma sin dudar.

–Soy Killian–Él sonríe.

–Nunca te había visto–Le digo y suelto el saludo.

–Trabajo en la seguridad del muro. Suelo quedarme en Cordialidad–Responde.

–Oh, ¡eso es genial!–Exclamé.

–¿Y tú?, déjame adivinar...¿liderazgo?–Asentí con la cabeza, es predecible.

–¿Sales con Lauren?, o, ¿primera cita?–Le pregunté.

–¡Es nuestro segundo encuentro a solas!, la veo cuándo estoy en el pozo con mis amigos y ella llega a hablarme pero nada extraordinario.

–Ella es buena chica, muy bonita y espero que sean felices–Dije.

–¿Por qué estabas sola?–Me pregunta y cambia el tema.

–¡Quería ver el atardecer!. Me gusta estar sola.–Respondí.–Luego iba a ir a la fiesta un rato.

–¿Tus amigos no te estarán buscando?

–No lo creo, estaban en mi apartamento hace unas horas–Respondo.–Tal vez Cuatro me esté buscando, pero le pondrá más atención a su novia que a mí.

Killian alza una ceja, oh, no, no.

–¡Cuatro es mi hermano!–Le aclaro.–Creo que mejor me voy, puede ser que Lauren venga pronto.

Estábamos completamente a oscuras y comenzaba a hacer frío, más que hace un rato. Vestidos con transparencias y brisa nocturna no eran compatibles.

–Ella ya no vendrá aquí–Dice con una voz apagada.–Creo que sería mejor idea ir contigo, la buscaré en el pozo.

El recorrido fue silencioso, no quería preguntarle nada sobre su relación con Lauren y él no me preguntaba nada. Fue un silencio cómodo.

Al llegar al pozo, todos estaban bailando y tomando. Ya me estaba acostumbrando al olor de la cerveza gracias a ellos. Lauren estaba en la pista de baile con Marlene, Uriah y Lynn riendo.

Killian la miraba y sus ojos tenían un brillo llamativo, en serio le gustaba Lauren.

–¡Deberías ir a bailar con ella!–Le digo a Killian.

–¿Crees que acepte bailar conmigo?, ¿y sí no quiere alejarse de sus amigos?

–No dudes, ¡sólo hazlo!–Me cruzo de brazos, suelta un suspiro y me da el ramo de rosas.

Killian se dirige a la pista de baile y agarra a Lauren de la cintura, ella se le tira encima para besarlo. ¡Bandida!

Busqué con la mirada a mis amigos no nacidos pero terminé mirando hacía la barra, ahí estaba él.

Nos mirábamos con miedo, furia, desespero y angustia. Pero siempre lo miraría con una pizca de amor.

Hogar [Libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora