Takuya, un adolescente japonés de 16 años, vivía una vida común hasta que gracias a un proyecto escolar se hace amigo virtual de una chica italiana que vive al otro lado del mundo.
Takuya: ¡¡Sussie!! ¡Ven a ver esto! jajaja (le mostré la foto que envió Zoe) Dice que ella fue la fotógrafa.
Sussie: (leyendo el correo) ¿Te fijaste que ella cree que eres una chica?
Takuya: Jajaja sí, por eso me reí. Se supone que es de Japón pero no sabe de nombres.
Sussie: ¿De Japón? Ya veo... tal vez sí tomó la foto ella misma... ¿por qué no? cualquiera puede hacer una foto hoy en día.
Takuya: ¡Qué tierna! Nunca se me ocurrió enviar otras cosas además de la carta.
Sussie: ¿Tú... crees que eso es tierno? (preguntó incómoda).
Takuya: ¡Claro! Es un detalle bonito que nadie pidió y por eso lo aprecio mucho más (sonreí).
Sussie: Oh... vaya. ¿Quieres ver lo que me escribió Paolo?
Takuya: Sí... (leyendo la carta) pues se me hace un tipo bastante... normal.
Sussie: (miró hacia otro lado, tomando aire) ¿Quieres que revise tu siguiente carta antes de enviarla? (preguntó mirando al suelo).
Takuya: Me harías un gran favor, pero aún no te pago lo de la otra vez...
Sussie: No te preocupes, era broma... no creerás que te dejaría en paz si realmente quisiera cobrarte.
Sonrió tímidamente, cielos, Sussie es linda... A veces pretendo que no me interesa más, pero cuando la veo así, me da para pensar que quizás sí podría gustarle un poco, aunque me gusta ser su amigo, me gusta que se preocupe por mí y que esté dispuesta a ayudarme en todo lo que haga falta. Somos un buen equipo y sé que nunca me va a decepcionar, es una gran amiga. Por otra parte, a veces sus reacciones me hacen creer que se siente celosa, cuando paso tiempo con otras chicas, o le comento que me llama la atención alguien, su tono cambia conmigo, es más dulce, más atenta y cielos, no puedo evitar hacerme ideas equivocadas.
Pero cómo evitarlo, es decir, realmente es linda, comenzando por su larguísimo cabello liso de color caramelo que cae sobre sus caderas y sus ojos brillantes del mismo color que solían hacer que me perdiera en ellos por completo (ya no, por supuesto) y esa... sonrisa... diablos, juro que ya no me gusta, pero me encanta ese delicado toque de maldad que oculta esa sonrisa, como si detrás de esa ternura que proyecta se ocultara una chica totalmente... mejor dejo de imaginar qué puede ocultar esa sonrisa.
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De todos modos, nunca tendré ni una pequeña muestra de lo que oculta. Ya me dejó bien en claro que nunca seremos más que eso: amigos y supongo que está bien. No. está muy bien, como quiera, me gusta estar a su lado, aunque a veces espanta a las chicas que se me acercan, me gusten o no. Tiene una reputación... cómo decirlo. No es de las que se quedan calladas cuando la ofenden, suele defenderse y ha estado en varios problemas con otras chicas de nuestro año, no ha llegado nunca a la violencia física pero imagino que si no estuviera ahí para detenerla, tal vez sí lo habría hecho.
