Takuya, un adolescente japonés de 16 años, vivía una vida común hasta que gracias a un proyecto escolar se hace amigo virtual de una chica italiana que vive al otro lado del mundo.
Luego de esa tarde en casa de Sussie, creí que todo sería diferente entre nosotros, y aunque sí juega un poco más conmigo, es decir, me presta mucha atención y me coquetea en el salón, pues apenas salimos de ahí, se vuelve fría y distante. Es difícil pensar que sea la misma persona de esa forma tan diferente, en un momento me provoca todo tipo de sensaciones placenteras, sonrío y me dejo llevar por su forma tan agradable de ser conmigo y su forma de mirarme o de acercarse a mí se me hacen irresistibles. Pero luego es casi como si no me conociera, como si yo fuera cualquier tipo que va por ahí, con quien nunca ha cruzado palabra y quien no le importa en absoluto. Todo esto me revuelve el estómago.
Sé que dijo que seríamos amigos con beneficios pero nunca creí que se sentiría tan mal y tan bien al mismo tiempo. Lo peor es que yo no tengo idea de por qué sigo aceptando hacerlo con ella si sé que luego se irá con Mike. Juro que nunca creí que sería el otro en ninguna historia pero ella tiene un encanto especial... Estoy siendo un completo idiota. Tengo muy claro que no podría estar con ella como yo quiero si sigue en una relación oficial con Mike y sé que lo más probable es que ella se quede con Mike si la hago elegir... Dios, yo solo soy un entretenimiento para ella pero... cada cosita que me hace, me pone a su completa disposición. Aún así, debo resistirme. Sé que esta fantasía va a acabar mal y seré el más perjudicado, además, sigue aniquilándome el verla con su novio por los rincones de la escuela.
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Este fin de semana haré lo que sea para sacar a Sussie de mi mente. Los chicos del equipo irán a una fiesta de otra escuela el viernes y tal vez me haría bien despejarme un poco y conocer a personas nuevas. Idealmente que no sean amigos de Mike o de Sussie. De pronto una voz dulce me sacó de mis pensamientos y sentí una delicada mano acariciar mi espalda, erizando mi piel.
Sussie: ¿Cómo estás, guapo? ¿Te parece vernos este fin de semana?
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Takuya: Sussie... (respondí entre excitado y nervioso) yo no creo que pueda este fin de semana (bien dicho, Takuya).
Sussie: Cielos, está bien. Tendré que divertirme de alguna otra forma. (miró a todas partes y al ver que ya nadie nos observaba, me dio un breve beso en los labios) Espero que podamos vernos pronto... a solas (sonrió de forma traviesa).
