Takuya, un adolescente japonés de 16 años, vivía una vida común hasta que gracias a un proyecto escolar se hace amigo virtual de una chica italiana que vive al otro lado del mundo.
Zoe: (Golpeé a Takuya en el hombro) No es gracioso Takuya.
Takuya: Hey, ven aquí (me abrazó y susurró en mi oído con esa voz tan dulce que lo caracteriza, haciendo que mis poros se ericen y mi temperatura subiera de golpe). Contigo me siento en paz. Sólo tú logras que baje mi guardia.
Zoe: (Lo miré totalmente cautivada pero tenía miedo de que pudiera no ser lo que realmente quería decir) ¿Lo dices enserio Takuya?
El chico acarició suavemente mi mejilla, causándome todo tipo de sensaciones. Diablos, no quería creerlo. Takuya me encantaba y deseaba que las cosas avanzaran más allá. De pronto la sonrisa del castaño me causó tanta ternura que me sentí abrumada y no pude evitar ocultarme de él. Quería seguir viéndolo con esa hermosa expresión pero no quería que él me viera. Probablemente ya se había dado cuenta de que estaba totalmente derretida ante él y que haría cualquier cosa que me pidiera. Tal vez ya sabía que moría por besarlo...
A pesar de no poder mirarlo, él tomó mi rostro con su mano y me hizo verlo cara a cara. Mi corazón latía tan fuerte que apenas podía pensar o actuar de forma inteligente. Aún no lo creía ni lo entendía. ¿Él me... besó? ¡¡DIOS!!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Abrí mis ojos por la impresión de sentir sus labios rozando los míos y no paraba de preguntarme si esto estaba sucediendo realmente. Si así fuera... sería genial pero... ¿Realmente... ME BESÓ?
Entre todas mis emociones, noté que él se había alejado y se disculpó. Reaccioné por instinto y lo sostuve de su ropa, aún más avergonzada por haber arruinado ese comienzo. Cielos...
Zoe: N-no... (deseaba decirle que se quedara, que yo también lo quería, que me sostuviera más cerca, pero mi voz estaba cortada) No te vayas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Takuya: (Takuya me miró impresionado pero sé que lo entendió.) No lo haré. (dijo sonriendo).
Lo necesitaba cerca pero no podía decirlo, así que con su ropa en mi mano, lo jalé hacia mí, decidida a retomar ese momento pero... al sentirlo otra vez tan cerca de mí, me acobardé y me detuve nuevamente. Sólo sentí su mano cálida en la parte baja de mi cabeza que no me dejaba huir, pero lo agradecí. Ésta vez, Takuya me sostuvo y fue cuando sentí sus labios juntos a los míos que entendí lo mucho que deseaba probarlo. Deseaba a Takuya, realmente lo quería y sentir que él me quería de la misma forma me daba una sensación que nunca antes había sentido y se rodeaba de una gran energía, como si esa pequeña chispa que nació dentro mío y que hacía latir con fuerza mi corazón estuviera en el lugar perfecto para expandirse.