Takuya, un adolescente japonés de 16 años, vivía una vida común hasta que gracias a un proyecto escolar se hace amigo virtual de una chica italiana que vive al otro lado del mundo.
Lucio: (me miraba con una sonrisa) ¿Qué te pasó? ¿En qué pensabas?
Zoe: (Mierda)... mmm... ¿por qué preguntas?
Lucio: Tienes una hermosa sonrisa en la cara (sonrió y me hizo sonrojar. Casi no recordaba lo sexy que se ve cuando sonríe, pero... no estaba sonriendo por él. Debía inventar algo ¡y debía hacerlo ya!).
Zoe: Es que... me acordé de cuando... vi... ¡una película!
Lucio: ¿En serio? ¿Y qué clase de película es esa? Normalmente solo tienes esa cara cuando estamos en la cama (rió)
Zoe: (Me sonrojé completamente) jajaja... (reí avergonzada por el comentario pero sabía que tenía razón) sólo era una película romántica... una de esas tontas, ya sabes, cosas de chicas.
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Lucio detuvo el auto, se quitó el cinturón de seguridad y cogió un mechón de mi cabello, acariciándolo con suavidad y una expresión bastante sexy. Luego se disculpó. De alguna forma sintió que no me había tratado muy bien y quiso mejorar las cosas.
Lucio: Lamento haberme portado así antes. Sabes que te amo y quiero hacer las cosas que te gustan porque eres especial para mí. Sólo que no me sentía cómodo allá, ese definitivamente no es mi ambiente. ¿Qué tal si vamos a mi casa y vemos esa película que tanto te gusta?
Zoe: ¿A... cuál película te refieres? (pregunté incómoda).
Lucio: La que te puso esa sonrisita en la cara (exclamó de forma coqueta).
Zoe: (Diablos... ¿cuál película le invento?) ¡Sí! ¡Me parece genial! (contesté emocionada).
Se acercó de forma coqueta y me acarició la mejilla. Luego me dio un beso suave y se bajó del auto para comprar unos bocadillos para lo que acabamos de planear. Por supuesto que lo de Tak... bueno, no estoy segura de que fuera Takuya... eso que acababa de imaginar no era en serio, es decir... La situación hubiese sido bastante linda pero con Lucio, mi novio. Jajaja sería bastante ridículo fantasear con el japonés.
Después de comprar los bocadillos, fuimos hasta su casa y nos instalamos en su cuarto para ver la película. Estaba emocionada porque sabía que ahora todo sería mejor, estábamos en su ambiente y nada debería molestarnos. Sólo imaginarnos abrazados, disfrutando de algo tan simple como una película, me hacía sentir increíble.
Zoe: Gracias por intentarlo nuevamente (sonreí).
Lucio: Por supuesto hermosa, estar contigo me hace sentir bien. No quiero que te canses de mí por ser un idiota.
Zoe: aaahm... no eres un idiota, amor. Solo tuviste un mal momento....
Lucio: ¿Lo ves? ¡Eres perfecta! (me besó de forma muy tierna y me sacó una enorme sonrisa).
Zoe: Jajajaja de acuerdo ahora veamos la película (me acerqué para abrazarlo pero se alejó rápidamente). ¿Todo bien?
Lucio: Por supuesto, preciosa. Ahora veamos esta basura.
