26. Incorrecto

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Zoe's POV:

Me levanté temprano ya que leí lo que Takuya me había escrito sobre Sussie. Me parecía muy complicada la forma que tienen de relacionarse pero definitivamente, yo no era quién para entrometerme. Lo único que podía hacer por él era intentar subirle el ánimo y tenía la idea perfecta para conseguirlo. No creo mucho en las supersticiones pero en Italia es bastante común obsequiar cuernos de la fortuna para desearle suerte a tus seres queridos y creí que podría necesitarlo.

Al llegar a la escuela donde Takuya tenía que jugar, me di cuenta de que ya había perdido la mitad del partido y me sentí muy mal

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Al llegar a la escuela donde Takuya tenía que jugar, me di cuenta de que ya había perdido la mitad del partido y me sentí muy mal. Odio perderme los momentos importantes para las personas que quiero y para Takuya esta era una gran oportunidad. Aún así, decidí darle su regalo, esperando que no se molestara por haberme perdido la mitad del juego.

Lo encontré saliendo de los vestidores con los ojos un poco irritados y su sonrisa de siempre estaba un tanto apagada. Dios, ahora me siento muy tonta por traer algo tan insignificante para darle ánimo... obviamente que esto no lo logrará animar. Cielos...

Interrumpió mis pensamientos esa voz tan especial que lo caracteriza. Cuando le entregué su regalo, intenté explicarle para qué servía pero me trabé y mientras estaba enredada con todas mis palabras, Takuya me tomó con sus manos por la cintura sorpresivamente, quitándome el aliento y erizando cada vello de mi cuerpo y por ese instante, sentí como si nuestras miradas tuvieran una conexión especial. Valió la pena llegar tarde y ver cómo su rostro se iluminaba con un gesto tan simple. Podría darle uno de estos todos los días si me aseguran que repetiremos esta misma escena una y otra vez y con tal de verlo sonreír así. ¡Ay, no! ¿Qué estoy diciendo? Cada minuto que paso junto a él me hace sentir más atraída a su forma de ser y realmente deseo ser alguien importante en su vida.

Me sorprendió mucho la habilidad de Takuya. Sé que no lo alcancé a ver durante el primer tiempo pero no dudo que fue impresionante, aunque el marcador indicaba lo contrario. Pero sin duda, lo más emocionante fue el momento del tiro libre. Cuando metió ese gol, besó su dedo y... ¿Me apuntó? Eso fue... ¿¿Para mí?? ¿¿¿QUÉ DEMONIOS SIGNIFICA ESO??? Oh no, este chico me va a terminar matando. Mi corazón se agitó como nunca e incluso sentí por unos segundos que se detenía mi respiración. Había cientos de miradas sobre mí, causando que me sonrojara pero nada de eso importaba. En ese momento solo quería correr a abrazarlo, sin importarme que Sussie estuviera ahí. Después de todo, ese gol... realmente me lo dedicó a mí ¿por qué me lo dedicó a mí? ¡Sussie también estaba ahí! ¡¡Debió sentirse furiosa!! ¿¿Por qué demonios no puedo dejar de sonreír?? Jajaja. ¡Cielos, todo lo que hace Takuya causa estragos en mí! Adoro esa espontaneidad con la que siempre me sorprende y es tan natural que hace que me de igual absolutamente todo lo demás.

Mi corazón latía a toda velocidad y sin pensarlo, al término del partido corrí a los vestidores para esperarlo. Sentí que ese gesto no debía morir en la cancha. Sentí que Takuya tal vez necesitaba... es decir... cómo decirlo... ¡oh, al diablo! Takuya necesitaba de mí y yo definitivamente estaría ahí para él. Un triunfo tan hermoso debía ser celebrado y yo no me perdería ni un segundo de esa felicidad.

A través de la distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora