Takuya, un adolescente japonés de 16 años, vivía una vida común hasta que gracias a un proyecto escolar se hace amigo virtual de una chica italiana que vive al otro lado del mundo.
Al día siguiente de la horrible cita que tuvieron, Zoe decidió que cortar con Lucio sería lo más sano. Su corazón estaba frío y llevaba palabras como cuchillas a su encuentro con él. Ya era suficiente de aguantar humillaciones y aunque le pesara, comprendía que sus padres tenían razón. Por otra parte, en un rincón secreto de su corazón, hubiera deseado tener un primer amor más duradero. Tenía el sueño de que su primer amor lograra convertirse en un amor eterno, como en las películas románticas, donde son capaces de superar cada obstáculo y salir adelante, pero sabía que era demasiado soñar con algo así, a pesar de que conocía casos de la vida real en esa situación, obviamente el amor no llega en forma de película para todos.
Lucio a su vez, hacía todo lo que estaba a su alcance y más para que la chica se retractara de haberlo dejado hasta que finalmente terminó convencida de que lo mejor sería intentarlo nuevamente, él se disculpó y reconoció la culpa de todo lo sucedido la noche anterior. A pesar de no confiar mucho, Zoe decidió aceptar e intentar comenzar todo desde cero.
Para su mala o buena suerte, la conversación que tuvo días después con Takuya, le hizo creer que estaba despertando a la realidad. Por mucho que quisiera un chico perfecto, por ahora sólo tenía a Lucio y aunque no era precisamente lo que ella soñaba, excepto en lo guapo, sabía que los chicos como Takuya no se fijaban en chicas como ella y no iba a derrochar su energía en perseguir algo imposible, lo que la acorralaba a enfocarse en buscar las virtudes de Lucio, quien por algún motivo que todavía no lograba comprender, ahora quería ser un buen novio pero lo más importante, quería ser un buen novio para ella.
Zoe's POV:
No estoy muy segura de qué sucede. Al parecer Lucio ya no tiene tanta carga con sus estudios por eso ahora me dedica tanto tiempo ya que de otra forma significa que siempre tuvo el tiempo para estar conmigo y en realidad no quería. Diablos, debería dejar de pensar todo cien veces. Si Lucio tiene el tiempo ahora, es todo lo que cuenta. Lo de antes, ya pasó y si quiero seguir adelante, debo olvidar todo lo anterior pero... Dios, esto no es para nada como lo imaginaba.
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Lucio tiene tanto tiempo que casi no me deja espacio para mí. Viene a recogerme para llevarme a la escuela y luego me pasa a buscar. A veces se enoja porque no lo dejo ayudarme con mis tareas y le pido que vaya a su casa pero es que él no solía ser así. Aunque me guste que me dé más atención, creo que está siendo demasiado y ya siento que quiero mi espacio. El problema es que tampoco quiero decirle que me está ahogando, me asusta que de pronto todo vuelva a ser como antes pero Lucio tampoco es muy creativo con sus actividades y cómo decirlo, me encanta toda la parte donde nos acariciamos y besamos pero a veces no me deja ni ver las películas que él mismo propone.
Cielos. Creo que no sirvo para ser la novia de alguien... no sirvo como novia de nadie. Me pregunto si será normal que luego de haber luchado tanto tiempo para llamar su atención, ahora simplemente quiera que me de mi espacio. No es fácil acostumbrarse a compartir tu espacio una vez que te acostumbras a la soledad. Es decir, necesito poder salir en paz a andar en bicicleta o nadar o incluso tomar mis clases de piano tranquilamente. Lucio está marcando constantemente al celular y temo que si lo apago antes de la clase, él se va a molestar. Supongo que eso me gano por querer tener su atención. ¿Ahora cómo le reclamo que me deje en paz?
