Capítulo 30. Conocido

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     El año estaba entrado en otoño, y aunque yo amara el verde, la calidez en las hojas de otoño siempre me hacía sonreír.
     Alice había previsto la llegada de los últimos día soleados del año en Nihma Utudraa y, por lo tanto, que el Dr. y la Sra. Cullen llevarían a sus hijos a la típica excursión Cullen, aprovechando el buen clima.
     En principio, "la excursión" no era más que una justificación, porque, ¿quiénes en Nihma Utudraa desaparecerían del ojo público durante los días soleados, cuando estos eran contados al año? La idea de la excursión era algo aceptable para los humanos, y la noticia estaría en boca del pueblo mañana antes de medio día. Carlisle lo había comentado en el hospital y hoy Carlie le había contado a Tala que faltaría a clase mañana y el viernes porque los Cullen la habían invitado a ella y a Bella a su excursión. Por supuesto que eso no parecía ser suficiente, pero en un pueblo como Nihma Utudraa, el personal médico no dudaría en comentarlo en el hospital y a sus familias, y más de un estudiante había espiado la conversación de Carlie y Tala en el estacionamiento del instituto.
     En esta ocasión, la excursión no sería una excusa, sino una verdad parcial. Haríamos una excursión hacia el norte, pero no a acampar, sino a cazar. Emmett esperaba poder encontrar un gran oso pardo antes de que comenzara su hibernación, Carlie aprovecharía la oportunidad para ver a Jake, e incluso estábamos pensando en ver un rato a los Denali. Mañana amanecería soleado, y el buen tiempo duraría hasta la puesta de sol del domingo, por lo que la excursión duraría cuatro días. Para mantener las apariencias, tendríamos que usar los coches, el Mercedes Guardian de Bella, el Jeep de Emmett y un todo terreno de Fred.
     Nos fuimos por la madrugada, para estar lejos de Nihma Utudraa y bien internados en el bosque, antes de que el sol saliera. Una vez cerca de Forks, Bella, Edward y Carlie se detuvieron; ya que en Forks no habría día soleado hasta el viernes a medio día, pasarían un tiempo ahí mientras el resto de nosotros disfrutaríamos de recorrer los bosques del Oregon y Washington. Estacionamos los coches en un bosque cercano a Forks, y nos dejamos llevar por la velocidad.

     La cacería había sido genial hasta ahora, y de cierta forma si era una excursión. Estábamos en alguna parte de Canadá, cerca de la frontera. Como ya era viernes pasado del media día, esperábamos a Edward, Bella y Carlie.
     Emmett y yo competíamos despreocupadamente a ver quien subía y bajaba los árboles más rápido, cuando los ojos de Alice se perdieron en el infinito y todos dirigimos nuestra atención a ella. Jasper se acercó a ella, a la espera de lo que tuviera por decir.
     —Se aproxima por el Sur —dijo ella.
     —¿Es Edward? —intentó adivinar Esme.
     —No, pero son de los nuestros. Cuatro —aclaró—. Creo que esta visita es para ti —me dijo Alice con una sonrisa.
     Sus ojos ya veían el presente.
     —¿Para mí? —le pregunté extrañada.
     Ella asintió, sin quitar la sonrisa.
     —¿Los conocemos? —preguntó Emmett.
     —Nosotros no, pero Kairi si —aseguró ella.
     Estaba muy confundida, ¿vampiros que yo conocía y los Cullen no? Comencé a impacientarme por la duda, y una vez que sus sonidos se volvieron claros, la curiosidad aumentó. Seguí la mirada de Alice, al punto donde ellos entrarían en nuestro campo de visión.
     Finalmente los ví. Eran dos mujeres y dos hombres. Se detuvieron unos segundos a analizarnos, ellos también habían sentido nuestra presencia. Carlisle levantó sus manos, con las palmas en dirección de los visitantes, cómo símbolo de paz, pues nuestro grupo era más grande. Entonces ellos decidieron acercarse, y se hizo evidente que compartían nuestra dieta, sus ojos eran dorados, a excepción de los de la mujer más joven. Ella parecía ser de mi edad, adiviné que no sólo biológica, sino también vampírica, pues aunque sus ojos no eran rojo borgoña, seguían en la transición a dorado.
     Aun con la palidez de su estado vampírico, era claro que la piel de los cuatro era trigueña. Daba la impresión que el hombre y la mujer que aparentaban ser mayores, eran los líderes, y que los más jóvenes eran pareja, pues corrieron hacia nosotros tomados de las manos. El chico, que estaría a mitad de sus veinte, me dio un aire surfista, su cabello, si bien mayormente castaño, tenía toques rubios, mientras que la chica era rubia decididamente, aunque de un rubio más opaco que el de Rosalie y Carlisle.
     La mujer de mi edad fue la que más me llamó la atención, tal vez porque la sentía cercana a mí en edad. Su rostro era amable, y sus ojos también me analizaron, cómo si me estuviera comparando. Mi menté hizo click. Alice había dicho que yo los conocía, tal vez a esta chica la conocía de mi vida humana. Noté que de su cuello colgaba un dije, un dije de una flor que reconocí como nativa de Australia...Regresé los ojos rápidamente a su rostro y automáticamente hice la conexión. ¿Cómo era esto posible?
     Ella también me había reconocido, porque su rostro expresaba incredulidad y una sonrisa.
     —¿Sahani? —pregunté lentamente.
     —¡Kairi! ¡Entonces eres tú! —exclamó con alegría.
     Ambas nos acercamos con emoción, aun sin poder creer que estábamos frente a frente. Balbuceamos un montón de preguntas de incredulidad, y finalmente, nos abrazamos.
     —¡Leí el número de agosto de CC Tourism! No podía creer que hubieses abandonado tu trabajo de ensueño, de buenas a primeras. Pero viéndote...tiene sentido. Aunque no comprendo...¿tus ojos...? —soltó con frenesí.
     —Me transformó una híbrida. Justo estábamos esperando que se nos uniera —respondí con el mismo ímpetu—. Pero...¡Tú! ¿Cuáles son las probabilidades? ¿Hace cuánto que...?
     —Casi un año —respondió al instante—, durante la primavera austral pasada. Estaba nadando en un arrecife, lo siguiente que recuerdo es sentir una mordida y ver un pulpo de anillos azules. Regresé a la costa, no sé ni como, creo que una corriente me arrastró —relató adivinando mi pregunta—. Darren paseaba por ahí de casualidad —dijo señalando al muchacho que, yo suponía, era su pareja—. Tal parece que la única cura para el veneno del pulpo de anillos azules, es el veneno de vampiro. Algo irónico —contó con diversión—. ¿Tú?
     —Fue hace tres meses —comencé—. Exploraba un bosque cuando caí por un barranco. Las héridas no tenían cura, Carlie, una híbrida, me encontró prácticamente muerta y me transformó. Fue en Italia. Tuve suerte de que ellos estuvieran de visita, y que Carlie decidiera pasear por ahí.
     —¿Seguirán ignorándonos? —interrumpió con diversión Emmett.
     Sahani y yo intercambiamos una mirada divertida, ante la irritación de Emmett.
     —Sahani es una amiga australiana. La conocí hace algunos años que fuimos de viaje con mi familia. Ella también perdió a su familia, fue por los incendios forestales en 2013. Creo que la última vez que nos vimos fue...como en otoño austral durante el 2014 —expliqué.
     Sahani le sonrió a los Cullen antes de proceder a explicarle a su clan quien era yo.
     —Kairi nació en México, con ascendencia británica y mexicana. Perdió a su familia en un accidente automovilístico. Siempre nos llevamos muy bien, y nos comprendemos bien por las situaciones similares que hemos vivido, y ahora veo que podemos añadir una similitud más. Es de quien les hablé hace dos meses.
     —Así que ella es la estrella que sentías —dijo de manera críptica la mujer mayor.
     Sahani asintió, y yo sólo la miré con diversión y duda.
     —Mi nombre es Darel —habló el muchacho surfista, y dio un paso al frente—, soy el líder de nuestro clan, que prefiero ver como una pequeña familia no tan convencional —Carlisle le dedicó una mirada de comprensión—. Ella es Athalía —dijo señalando a la otra mujer, que esbozó una sonrisa cálida—, yo la convertí hace casi cuatro décadas, es como una hermana menor para mí, aunque biológicamente es un año mayor que yo. Él es Gideon —presentó finalmente al otro hombre, quien levantó su mano derecha para saludarnos—, nos encontramos por primera vez hace dos décadas, él era aun un neófito de un par de años, lo guié en nuestra dieta de sangre no humana y ayudé a controlar su comportamiento. Decidió quedarse con nosotros, ahora es pareja de Athalia. Como ya escucharon, a Sahani la encontré hace un año —al presentarla, sus ojos emitieron un brillo que reconocí de la mirada que Carlisle había tenido al presentarme a Esme, tras mi conversión—, la convertí y ha sido mi pareja desde entonces.
     Carlisle reconoció que era su turno, así que dio un paso al frente y procedió a presentar a su familia.
     —Yo soy Carlisle Cullen, el líder. Al igual que ustedes, llevamos una dieta libre de sangre humana, le llamamos vegetariana —explicó—y consideramos este clan más como una familia. Ella es Esme, mi esposa —y ahí estaba ese brillo—, yo la convertí hace casi un siglo, unos años después a Rosalie y luego a Emmett, que formaron pareja —relató mientras los señalaba—. Jasper y Alice fueron convertidos por otros vampiros y se hicieron pareja antes de encontrarnos —los aludidos saludaron, Alice con mayor efusividad—. Fred también se unió a nosotros, ya convertido. La historia de Kairi ya la conocen —Sahani y yo intercambiamos sonrisas—. Faltan Edward, a quien transformé unos años antes que a Esme, su esposa Bella, a quien él convirtió hace casi una década, y su hija biológica, concebida por Bella mientras aun era humana.
     Las miradas de sorpresa no se hicieron esperar.
     —¿Hija biológica? —Darel fue el primero en preguntar.
     —Así es —reafirmó Carlisle con una sonrisa—. Edward y Bella se casaron y concibieron a Renesmee cuando Bella aún era humana. No teníamos idea de que algo así fuera posible y fue un embarazo corto y difícil, tras dar a luz, Edward tuvo que transformar a Bella inmediatamente —explicó ante las miradas de expectación.
     —Creo que alguna vez escuché algo así de las tribus aborígenes en Australia —comentó Athalia.
     —¿Es la híbrida de la que hablas? —me preguntó Sahani.
     —Si, ella es, Renesmee Carlie —asentí—. Aun no sabemos a ciencia cierta la razón detrás que yo conservara la tonalidad azul en mi ojos, pues mi vista si mejoró.
     —Increíble —susurró Gideon.
     —¿Residen en Australia? —preguntó Esme.
     —Sí, sólo Gideon no nació en Australia, pero es de Nueva Guinea —explicó Darel.
     —Wow, que genial. ¿Cómo...? —Jasper no terminó de formular su pregunta, porque Alice tuvo una visión.
     —Edward, Bella y Nessie llegarán en unos minutos —anunció.
     Su visión llevó a más preguntas del, recién conocido, Clan Australiano, cuando nuestro clan estuvo completo, procedimos a completar las presentaciones. Una vez que vieron a Renesmee, los australianos no dudaron mucho en expresar sus dudas y satisfacer su curiosidad.
     —Disculpen que interrumpa esto —dijo Jasper, después de que pareciera terminado el tema de Renesmee—. Athalia mencionó algo de una estrella que Sahani sentía —recordó—. ¿A qué se refería?
     Darel, Gideon y Athalia sonrieron.
     —A mi poder —contestó Sahani, como sino hubiera más relevancia—. A veces me siento atraída a...ciertas direcciones. Athalia les llama estrellas, porque eso significa mi nombre —explicó—. Estas estrellas que tengo la necesidad de seguir, suelen ser necesarias en mi vida, resuelven algún problema o me ayudan en algo. Al principio creí que era sólo intuición, Athalia fue quien sugirió que era algo más. Cuando llegamos a Norteamérica, sentí una estrella que nos trajo aquí, no sabía que era, hasta que los vimos y te reconocí. Tú eras la estrella —me dijo convencida—. Aunque aun no sé porqué, sigo sin entender del todo mi poder. Igual es bueno verte, te extrañé.
     Asentí en aprobación, mientras intentaba sentir su poder, identificarlo. Sí su poder la había atraído hacia mí, no debía tener tanto contacto o efecto en mí, de otro modo se hubiera reflejado casi en automático. O al menos lo hubiera detectado más fácilmente.
     —Parece algo como lo que Demetri hace —comentó Emmett.
     —Ciertamente —dijo Edward—. Y sigues sintiendo esa atracción.
     Sahani se tensó por unos momentos y me miró con duda. Yo me giré hacia Edward.
     —Alice y Renesmee no son los únicos dones en nuestra familia —se apresuró a aclarar Carlisle—. Jasper percibe emociones, Fred produce una ilusión de repulsión, Bella puede bloquear poderes mentales, Kairi refleja los poderes y Edward lee los pensamientos, de ahí su afirmación. Es curioso, porque le poder de Renesmee parece un giro a los poderes de Bella y Edward.
     El clan australiano no ocultó su sorpresa ante la mención de tantos dones vampíricos.
     —Y por su comentario sobre Demetri, imagino que ya se han topado con los Vulturi —comentó Darel.
     —Sí, en más de una ocasión hemos tenido la suerte —el sarcasmo de Bella no pasó desapercibido, por lo que Athalia alzó las cejas a modo de sorpresa.
     —En nuestro caso, sólo Darel los ha visto —dijo Gideon.
     —Fred y yo tampoco hemos tenido el placer —le confesé.
     Darel hizo un gesto de asentimiento, y noté que Edward se tensó casi impercetiblemente. Mi intuición me dijo que Darel estaba al corriente sobre la sed de poder de Aro.
     —Deberías conocer a Eleazar, Sahani. Él podría ayudarte a comprender mejor tu poder —le sugerí para cambiar el giro de la conversación.
     —Eleazar es un amigo de nuestra familia. Fue miembro de la guardia Vulturi hace décadas, pero ahora forma parte de un clan vegetariano que tiene una residencia permanente en Alaska —explicó Edward, contestando a la pregunta no formulada.
     —Eleazar tiene el don de detectar dones en otros vampiros, o incluso en humanos. A él acudimos para que Kairi pudiera comprender y comenzar a controlar su poder. Él y Kate, otra vampiresa del clan, tienen cierta experiencia en entrenamiento de poderes —completó Carlisle.
     —¿Creen que quieran ayudarme? —preguntó Sahani con cierta ilusión.
     —¡Por supuesto! —declaró Esme—. Están encantados de ayudar. Eleazar en particular, encuentra cierto placer en descubrir y ayudar a vampiros con dones, al igual que cierto vampiro centenario —dijo mirando a Carlisle, este sonrió en respuesta.
     —Eso es cierto, Carlisle seguro tendrá una o dos hipótesis sobre ti —confirmé.
     —Él nos ayudó a Edward, Jasper y a mí a comprender mejor nuestros poderes y desarrollarlos —compartió Alice con orgullo.
     Sahani, que abrazaba el brazo derecho de Darel, conectó sus ojos a los de él, en busca de su opinión. Athalia y Gideon intercambiaron entre ellos, y luego vieron a Darel.
     —Es una gran oportunidad —dijo con una sonrisa, a mi me quedaba claro que no le negaría ni una sola cosa a la vampiresa que tenía a su lado—. Al menos podríamos hablar con Carlisle, y tal vez, en otra ocasión, buscar a Eleazar en Alaska, aún tienes que aprender a controlar tus instintos.
     —¡Gracias, Dary! —exclamó Sahani, dándole un rápido beso en los labios, que claramente le tomó por sorpresa.
     Carlisle procedió a contarles donde podrían encontrarnos a nosotros y a contarles sobre el clan Denali. En todo ese rato, Sahani y yo nos miramos con curiosidad, y yo intuí que teníamos el mismo pensamiento; ambas teníamos tantas preguntas para la otra, y comenzábamos a imaginar las posibles respuestas.
     —Tal vez...deberíamos dejar que se pongan al día —sugirió de repente Edward, que seguía el hilo de nuestro intento de conversación mental.
     —Si, por favor —soltó Jasper—. Sus emociones son muy fuertes y me tienen muy ansioso.
     Sahani y yo le dirigimos miradas de pena.
     Darel miró fijamente a Sahani y ella asintió. A su vez, yo conecté mi mirada con Esme y Carlisle, en busca de aprobación.
     —No vayan demasiado lejos —le sugirió Darel a Sahani.
     —Cualquier cosa, Alice y yo estaremos pendientes de ustedes —dijo Edward.
     Ambas asentimos y corrimos sin demora.

     —¡Tienes que contármelo todo sobre Darel! —le exigí.
     Al instante, su sonrisa invadió su rostro, y supe que estaba irrevocablemente enamorada.
     —Bueno, sabes como se cruzaron nuestros caminos —comenzó aligerando el paso—. Te seré honesta, sentí el flechazo desde el primer momento que nuestros ojos se cruzaron, ya cuando estaba transformada. La cosa aqui, es que estaba tan frenética por la sed, que no comprendí lo que estaba pasando hasta que mi sistema estaba recargado con sangre animal —reconoció con cierta pena—. Sabía que me atraía, pero es que ¡vamos! Los vampiros son tan guapos que...era difícil aceptar que él tenía algo especial. Él no quiso confundirme más, así que, a pesar de comprender lo que estaba pasando, se comportó bastante bien. Yo, en cambio, parecía una adolescente a su alrededor. Mientras me iba enseñando a refrenarme, explicándome lo que pasaba, enseñándome a cazar y a adaptarme, yo le coqueteaba de vez en cuando, luego me cohibía e iba cayendo más por él y su forma de ser.
     "Un día no soporté más, y le solté todo...Él fue muy dulce y me declaró su amor...lo demás es contenido no apto para todas las edades —se burló con picardía.
     —Me han hablado de la fuerza del deseo sexual en nuestra clase, y sobre todo en neófitos —remarqué, sin mencionar que ya lo había vivido—. Se nota que eres muy feliz con Darel —reconocí con una sonrisa—, basta con ver como se ilumina tu rostro al hablar de él, y cómo te mira él —le dije con felicidad—.
     —¡Oh, Kairi! —exclamó con un suspiro—. Ni siquiera puedo describirte como me siento, sólo podría asegurarte que, desde que estoy con él, la pérdida de mi familia es más llevadera —dijo con nostalgia—. Aún duele, no puedo negarlo, pero tengo un motivo constante para ser feliz, para sonreír, tengo una razón muy fuerte para seguir. Estoy con Darel, y sé que es el amor que siempre aspiré a tener, como el que se tenían mis padres —su voz tenía un tono soñador.
     Mi sonrisa fue involuntaria. Era tan bueno ver a una amiga tan querida para mí, encontrar esta felicidad, verla sentirse plena, sobre todo porque yo sabía que haba sufrido mucho, y podía entender su dolor.
     —¡Cuéntame tú! ¿Qué fue de tu vida este último año? ¿Cómo te has sentido con los Cullen? ¿Algún pretendiente? —abrió de par en par los ojos—. ¡Espera! ¿Qué me dices del chico rubio que estaba a tu lado?
     —¡Tú también! —me burlé—. ¿Quieres que conteste las preguntas en orden? —pregunté con inocencia.
     —¡Oh, vamos! ¡Sabes bien qué es lo que muero por saber! —me reclamó con indignación.
     —Fred es como un hermano, podría compararlo a Eric —le contesté con una sonrisa.
     —Entonces ya sé a dónde va esto —comentó en un susurro—. Al menos espero que Fred sólo espere y sienta amistad.
     —El sentimiento es mutuo —confirmé—. En realidad, ya tuvimos oportunidad de aclararlo, porque Alice, Jasper, Rose y Emmett armaron su plan para emparejarnos, ambos coincidimos en que no hay esa química romántica —le revelé ante su incredulidad.
     —¡Lo que son las cosas! —exclamó—. ¿Qué sucedió con tu novio?, el que era tu entrenador de natación —preguntó—. La última vez que te vi dijiste que estaban bien, aunque... —Sahani dejó la frase incompleta, cuando una brisa trajo el inconfundible aroma de la tentación.
     En sus ojos vi cierto grado de comprensión del futuro probable y terror, porque comprendió que perdería el control. Fue apenas algo fugaz, porque su reacción de depredadora no se hizo esperar, era instantánea.
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Hola! Estamos de regreso con el capítulo 30 y tenemos nuevos personajes. Sahani y el clan australiano han estado como notas en la pizarra y en borrador esperando el capítulo de su introducción por....cuatro años al menos. Aún no nos despediremos de ellos, como pueden notar, este capítulo para a media escena de suspenso. En unos minutos más publico el capítulo 31.
Al menos regresé con 2x1
Les agradezco porque ya llegamos a los 800 votos y vamos acercándonos a las 13,000 lecturas.

Cuiden su salud mental.
¡Los quiero! Nos estamos leyendo :)

Besos! :) xoxo

-Marycarmen01 (05/07/21)

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