Capítulo 23. Adaptación

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     Empezar suele ser lo más pesado de todo. Tenía una idea general de qué era lo que quería, pero faltaba plasmarla bien. Al regresar a mi habitación no me molesté en cerrar la puerta tras de mi, noté que un block y lápices de dibujo estaban sobre el diván con una nota:

     "Te obsequio uno de mis blocks de dibujo. Realiza el borrador. Vendré contigo en cuanto pueda y comenzaremos a ver que necesitamos para que trabajes.

-Alice".     

     —Gracias, Alice —agradecí en voz alta, consciente de que ella lo escucharía.
     Comencé dibujando un prado muy amplio, en cuyo centro había una flor y a su lado, acostado sobre la hierba, Kaix agitando la cola. A la derecha, el prado se convertía en costa que un mar en calma acariciaba, el sol brillaba en todo su esplendor. En la parte posterior al prado, un gran bosque de oyamel se entendía, mientras la orografía cambiaba hasta convertirse en una gran montaña nevada a la izquierda, nueve copos de nieve caían en un primer plano, cinco más en un segundo plano.  Un campo de trigo se extendía justo debajo de ellos, a la altura del prado.
     Me puse de pie y visualicé como iba a usar el espacio de la pared. Definitivamente, sería la pared derecha de la habitación, la elegida, pues no tenía ventanas y lo único que interrumpía el lienzo perfecto, era la puerta del vestidor.
     —Toc, toc —dijo Alice desde el marco de la puerta.
     —Adelante.
     —¿Podré ver el borrador? —inquirió con emoción.
     —Esta sobre el diván —le indiqué con una sonrisa.
     —Realmente tienes talento —me halagó—. Y quieres que usar esta pared —aventuró.
     —Así es, me parece que hay más espacio, pensaba desvanecer el mar hacia un atardecer a medida que se acerca a la puerta del vestidor —le señalé—. En esta otra pared con las ventanas, me gustaría poner decoraciones en la pared, como cuadros, fotografías y cositas así.
     —Me parece genial —aprobó con una sonrisa—. Mientras arreglaba las habitaciones de Fred y de Nessie, estuve pensando en muebles que probablemente te gustaría tener, como un escritorio al lado de la ventana, libreros, estanterías, tal vez un baúl.
     —¡Uhh!, eso me agrada bastante —dije con emoción.
     —¿Alguna petición en especial? —inquirió.
     —Dejaré que me sorprendas —declaré—. Confío en que ya has visto mi estilo.
     —Genial, entonces te conseguiré pintura y todo lo necesario para tu mural, los muebles y otras cosillas que necesitarás para decorar tu habitación. Esme me acompañará.
      —Gracias nuevamente, Alice —le sonreí.
      Ella se limitó a asentir y salir de la habitación. Al poco rato escuché el sonido de los motores y las llantas moviéndose sobre el asfalto. La casa se vació de cierto modo: Edward acompañó a Alice y Esme, para ayudarlas con las compras y guardar las apariencias, Renesmee, Jacob, Seth y Bella salieron a comprar comida y Carlisle iría al hospital del pueblo para arreglar detalles del trabajo que tomaría. Emmett y Rosalie revisaban los carros en el garaje, Jasper estaba leyendo libros mientras se mantenía al pendiente de mi, lo que me dejaba con Fred. Salí de mi habitación y cruce el pasillo en dirección a su puerta.
     —¿Puedo pasar?
     Al segundo, Fred había abierto la puerta y estaba frente a mí.
     —Claro, adelante —contestó con una sonrisa.
     Su cuarto estaba muy bien decorado, un corcho con postales de distintas ciudades, un librero con comics, y una estantería con gorras de beisbol de todos los equipos, destacaban en su habitación.
     —Wow, tus colecciones son realmente buenas —reconocí.
     —Gracias.
     —He venido a molestar o ayudar, tú decides —dije al cabo de un momento.
     En respuesta el alzó las cejas, acto seguido, fue a abrir uno de sus cajones, de donde extrajo una caja metálico.
     —¿Qué te parece si jugamos mejor con las cartas? —ofreció mientras se sentaba en un extremo del diván.
     —Es una baraja muy fancy —comenté mientras me sentaba del otro lado.
     —Un regalo de Emmett, ¿demasiado ostentoso?
     Hice una mueca, a lo que él rio.
     —Tal vez, pero igual es bella.
     Pasamos la siguiente hora y media jugando, hasta que Renesmee y los demás regresaron con la comida. Entonces, después de devorar una cantidad considerable de comida, Jacob y Seth llegaron con un pedazo de brócoli.
     —Hey, sanguijuela de ojos azules, te reto a comer brócoli —dijo Jacob con alegría.
     —Con que sanguijuela, eh —dije con mirada inquisitiva.
     Fred y Seth se quedaron tiesos. La sonrisa de Jacob flaqueó casi imperceptiblemente.
     —Me agrada —declaré—. ¿Cuál es el truco?
     —Ninguno. Sólo debes comerte todo ese brócoli saludable —respondió.
     Dudé por un segundo, lo analicé con la mirada y extendí la mano, Jacob me entregó el pedazo de brócoli. Lo olfatee detenidamente, al menos estaba cocinado, no era fan de algunos vegetales crudos.
     —¿Estás echándote atrás? —me provocó.
     —Para nada, siempre me ha gustado probarlo todo, y con este olfato refinado, no podía perder la oportunidad.
     Le di una mordida.
     —¡Yiack! —exclamó.
     —¿Cuál es el problema? —pregunté.
     —¿Te gusta el brócoli?
     —Claro, ¿a ti no? Nunca entendí su mala fama —respondí con inocencia.
     —Demonios, tenías razón, enano. A la británica le gusta el brócoli. Edward es más irritable con la comida humana —aceptó derrotado.
     Dirigí la mirada a Fred y nos reímos.
     —Tendrás que intentar mejor la próxima vez, y no sólo soy británica, saco de pulgas.
     Jacob se quedó tieso y Seth soltó una carcajada.
     —Aprenderás, Jacob, que cuando se trata de apodos, los mexicanos podemos ser pesados, sabemos llevarnos, pero también aguantar muuucha carrilla —advertí— No me tomo como ofensa sanguijuela, ¿te molesta si yo también uso un apodo? —le propuse.
     Lo meditó unos segundos, y después extendió la mano para sellar el trato.
     —Tener alguien con quien llevarme algo pesado será refrescante después de los juegos con la Barbie.
     Observé a Seth y Fred esperando un contexto.
     —Se refiere a Rosalie —aclaró Seth finalmente.
     Oh, articulé con los labios.
     —Tiene sentido. Bien, ahora que yo gané el reto, supongo que es mi turno de retarlos a ambos.
     —Ah no, Jacob hizo esto solito, yo no me meto —intentó zafarse Seth.
     —¿Qué escándalo traen? —inquirió Renesmee desde la puerta.
     —Kairi se comió el brócoli y ahora tu novio nos metió en un reto.
     —Te lo dije, cariño —Renesmee le dedicó una sonrisa apenada a su novio.
     —¿Te molestaría que usáramos tus cartas para jugar verdad o reto? —le pregunté a Fred.
     —Para nada, adelante.
     —Gracias —le sonreí—. Bueno, esto es muy básico. Necesitamos una botella, al girarla, el cuello señala quien hará la pregunta o reto, pero para responder nos iremos en orden, y la persona que vaya a responder, deberá tomar una carta del mazo, numero par es verdad, número non es reto, cualquiera de las letras indica que él que hace la pregunta elige si verdad o reto. Es sólo una ligera variación para aumentarle la aleatoriedad.
     —Que raro —exclamó Jacob.
     —Hay que fijar reglas —declaró Seth.
     —Muy cierto —coincidí—. Nada de besos, aquí ya hay una pareja. Nada de retos que pongan en riesgo la vida.
     —O la integridad de la casa —añadió Fred.
     Al ver mi cara de sorpresa, todo lo que respondió fue:
     —Aunque espero que no, estoy seguro que para cuando cumplas un año como Cullen, dejará de serte extraña esta aclaración.
     Pestañee dos veces.
     —Ok.
     Seth se encargó de traer una botella de la cocina. Nos sentamos en círculo sobre el suelo, y decidí comenzar para que entendieran. Gire la botella, tardó algo en detenerse, pero finalmente, señaló, como no, a Jacob.
     —Cielo santo, que destino —susurré.
     Fred me ofreció el mazo recién barajeado, y tomé la carta encima de la pila: cuatro de tréboles.
     —Verdad —Jacob sonrió haciendo relucir sus dientes, este chico era tremendo.
     —Ya que al menos yo soy nueva, puedes preguntar de lo que quieras.
     —¿Qué es lo más vergonzoso que has hecho? —preguntó con malicia.
     —Oh, vaya...huuuum, una pregunta que no puede faltar si quieres quemar un poco a los demás...creo que lo más vergonzoso que logro recordar, fue durante la secundaria, tendría 3 o 4 años viviendo en Cheltenham. Estaba distraída en durante una clase, entonces la profesora me preguntó que opinaba de los preservatives. Mi cerebro me hizo una mala jugada, suele pasar cuando hablas más de una lengua, y todo lo que pensé en español fue: ¡oh! Hablan de preservativos, condones, anticoncepción, así que empecé a argumentar sobre anticonceptivos. Algunos de mis compañeros se rieron, yo pensé que eran inmaduros, otros estaban confundidos, fue cuando Eric me detuvo y me susurró: Kai, hablamos de conservadores de comida, no preservativos, piensa en inglés. Me quedé congelada y todo lo que atiné a decir fue: hablamos de alimentos.
     Todo mi salón estalló en carcajadas, incluso mi profesor, claramente yo parecía un jitomate. Preservatives se parece mucho al español, preservativos, o sea, condones, sólo que en inglés se refiere al español: conservadores.
     Todos rieron con mi historia.
     —Imagino que fuiste objeto de muchas burlas posteriores —dijo Renesmee.
     —¡Ya lo creo que si! Los chicos pueden ser muy crueles a esa edad.
     La siguiente hora la pasamos entre retos y preguntas bochornosas. Jacob renegó cuando Alice entró en la habitación y proclamó que yo debía ir con ella.
     —Debo admitir que para ser una sanguijuela de ojos azules, eres divertida —soltó Jacob.
     Yo estaba en el umbral de la puerta y me volteé con una sonrisa divertida.
     —Gracias por el cumplido, saco de pulgas.
     —Veo que Jacob encontró en ti un sustituto de Rose —comentó Alice.
     —Eso parece —admití—. Ya me han puesto al tanto con ese lío de Barbie-Perro.
     —Oh si, sus rencillas comenzaron durante el embarazo de Bella y sólo tuvieron una tregua una vez que fue claro que a Renesmee no le hacían mucha gracia. Si hay algo que a esos dos los pueda unir, es ella. En fin, pasemos a temas mas relevantes: tu recámara —finalizó con emoción.
     Por el pasillo aparecieron Emmett y Jasper cargando muebles.
     —¿Por qué siempre los veo cargando las cosas que compra Alice? —pregunté con curiosidad.
     —Porque son los que se dejan mangonear por ella —al instante respondió desde el piso inferior Edward.
     —Permíteme un momento, Kairi —dijo con una sonrisa astuta.
      —Olvídalo, Alice —gritó Edward inmediatamente.
      —Yo no te eduqué así, Edward —lo reprendió Esme saliendo el interior de mi habitación—. La respuesta, mi querida Kairi, es que son muy serviciales —dijo dedicándoles una sonrisa de aprobación, a lo que los aludidos sonrieron genuinamente.
      —Precisamente nos hacían falta un par de brazos más, y amablemente Edward se ha ofrecido a ayudarnos —la voz de Alice fue acercándose desde las escaleras hasta doblar por el pasillo, un Edward con cara de pocos amigos apareció detrás de ella cargando una caja de cartón con pinturas adentro.
      —A eso le llamo karma —me burlé alzando los hombros.
     Dentro de mi habitación fuimos acomodando los muebles, Esme me ayudó a colocar plásticos al pie de la pared para evitar manchar el suelo. Realmente ambas habían hecho un buen trabajo eligiendo todo, agradecí que fueran cosas de segunda mano, Esme era fanática y profesional (vaya combinación) de restaurar cosas viejas y darles un segundo uso, y a mi me iba bien eso.
     Alice y Esme me ayudaron a preparar la pared y comencé a pintar en cuanto estuvo lista, lamentablemente, pintaba más rápido de lo que la pintura tardaba en secar, así que tuve que el proceso fue algo tardado, pero aun así más rápido que si lo hubiera hecho un humano. Claramente en ese proceso llegó el temido 5 de agosto, pero lo sobreviví entre pintar, jugar ¿qué preferirías? y recorrer el bosque con Fred.
     A los pocos días de llegar a Nihma Utudraa, Seth, Jacob, Renesmee, Bella y Edward fueron de visita a Forks, para ver al padre de Bella, y darse una vuelta por la reserva Quileute antes de que comenzara el ciclo escolar; la manada no estaba reunida desde mediados de julio, cuando Seth y Jacob habían regresado a La Push para la celebración anual de la tribu, y se extrañaban.
     Me sorprendió ver como poco a poco fui adaptándome a la vida en Nihma Utudraa; los días en Denali me ayudaron a adaptarme a la vida con los Cullen, así que eso había facilitado las cosas aquí. La vida con ellos no era muy compleja, e increíblemente parecía que estuviera destinada a estar aquí, pues nuestras personalidades habían conectado bien. Cada quien tenía su propia esencia, y la variedad era notable, precisamente era eso lo que los hacía conectar bien, se complementaban donde no coincidían. Yo no estaba acostumbrada a tener una familia tan grande, pero si al amor y al cariño, y cuando me di cuenta de que ese sentimiento extraño que tenía al convivir sobre todo con Esme y Carlisle, era porque me recordaban a mis propios padres, reconocí que tener algo así de nuevo en mi vida había sido muy reconfortante.
     El miedo de volver a perderlo, fue rápidamente reducido por la calidez del amor, pero yo sabía que sólo era como esconderlo en un cajón que evitaba abrir.

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¡Hola!

Ya casi se acaba este año tan loco. ¿Quién iba a decir que de todos los eventos históricos que podríamos vivir...tocaría una pandemia?. Ya va siendo hora de que aprendamos nuestro papel en este planeta y que no podemos jugar con la vida silvestre así como así; lamentablemente pagan inocentes. Quisiera que todos los que leamos esto, sea en el año en que sea, nos tomemos un minuto de silencio por las víctimas de covid-19, un momento para reflexionar todo el sacrificio, trabajo y salud propia que todo el personal médico ha puesto en juego, para luchar en la primera línea de combate. Mi hermano es un de ellos, tal vez por eso estoy más sensibilizada con esto. Aquí en México desde marzo no han tenido tregua, en otros países ya van por el año. Por favor, no esperen a ser víctimas directas o cercanas de la pandemia, y no nos pasemos por el arco del triunfo todo su trabajo, ya están cansados y nosotros seguimos irresponsablemente viviendo sin precauciones, ¿qué clase de forma de agradecerles su trabajo es esa?

Pasando a temas directos de ADT:

Han pasado muchas cosas desde la publicación del último capítulo, tuve un periodo en el que tuve que lidiar con emociones muy fuertes que me quitaban el sueño, me provocaron ataques de ansiedad y me sacaron lágrimas de coraje, ah, y la bendita universidad :) Jajaja The letters I'll never send salió ganando, escribirla fue mi paraíso secreto, sumergirme en la historia me ayudó a olvidar y canalizar todo lo negativo, y bueno, realmente está terminado desde hace meses, sólo que me tomo tiempo entre publicación y publicación, para tener otra perspectiva y poder pulir errores. ADT ha sido caso contrario. No tienen idea cuanto he lidiado con el conflicto que me provocaba este capítulo, espero que al final no haya parecido relleno y se hayan conectado bien las ideas; tenía escenas que no quería ignorar o eliminar, me costó dejarlo fluir, pero esta tarde una chica muy especial (bellelombano) que sigue la historia desde hace tiempo, me envió mensajito preguntando por este capítulo y finalmente me senté a terminarlo. 

Espero lo disfruten, y también espero que estos últimos días de 2020 sean suficientes para terminar el siguiente capítulo. Algo de lo que estoy contenta, es del rumbo que va tomando la historia, muero por llegar a capítulos cuyas ideas llevan esperando por ser publicadas desde hace años. 

Cuídense, y escuchen los bellos discos que Taylor nos regaló esta cuarentena, folklore y evermore, y también Future Nostalgia de Dua Lipa. Yo debería seguir su ejemplo y trabajar más en mis historias jaja.

¡Los quiero! Nos estamos leyendo ;)

Besos! :) xoxo

-Marycarmen01 (19/12/20)

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