A Different Twilight

Capítulo 3. Bloqueados

Edición 18/08/16

Edición 28/01/21

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     Desde que Renesmee había alcanzado la madurez —y dejado de cambiar—, realmente no había tenido complicaciones con mis visiones. 

     Claro, excepto por los lobos. Después del juicio de los Vulturis, la manada de Jacob se había unido muchísimo a nosotros, aun cuando en los últimos nueve años nos habíamos mudado unas cuatro veces, sin contar los cortos periodos en los que volvíamos a Forks para ver al padre de Bella, sobre todo Jacob y Seth habían intentado seguirnos el paso. Su constante presencia, complicaba mis visiones del futuro, pues simplemente desaparecían, no veía nada si los lobos estaban implicados; mientras Renesmee había crecido, eran mi analgésico, pero desde hacía casi dos años, eran una especie de molestia, aunque no era del todo claro siempre, por lo general conseguía ver el futuro de Nessie, siempre y cuando los metamorfos no estuvieran implicado y me provocaran una ceguera a la que había tenido que acostumbrarme.

     Ni Fred me había estresado tanto.

     La primera vez que tuve una visión de él, creí que vomitaría. Hacía cosa de siete años, la necesidad de Fred por saber qué había pasado con Bree —la neófita que se rindió en el ataque de Victoria—, lo llevaría a cruzar su camino con el nuestro. Supe que algo se avecinada a nosotros, pero no sabía que era y pensar en ello me daba repulsión. Fue durante uno de esos periodos en los que regresamos a Forks, pues aunque ya no podíamos permanecer ahí con normalidad, se había convertido en nuestro hogar. Entonces vi que nuestra decisión de ir al claro donde jugábamos béisbol —y que había sido testigo de una batalla y un juicio—, me causaba repulsión.

     Fred resultó ser muy poderoso y, sin duda, de no haber desertado del aquelarre de Victoria, y renunciado a ser parte de la batalla que ella había planeado, no hubiera sabido cual sería nuestro futuro, en más de un sentido. Él podía repeler a los demás, causaba repulsión a cualquiera que intentara verlo o pensar en él, incluso era capaz de hacer que no pensarás en él, de lo contrario, te mareabas. Cuando Bella le aseguró que no le haríamos daño, dejó de lanzarnos sus olas de repulsión. Carlisle tuvo que contarle el trágico destino de su amiga y gracias al don de Edward, pudimos darle una referencia de lo que le había ocurrido a Diego, la pareja de Bree. La herida que le causó la noticia, tal vez jamás se sanaría, él estaba enamorado de Bree, pero había encontrado un refugio y un lugar al cual pertenecer en nuestra familia.

     Habiendo aclarado todo esto, se entiende cómo fue que fui capaz de ver el futuro de mi sobrina, aunque no a tiempo para poder ayudarla. Una vez alejada de los lobos —y sin Fred intentando bloquearme—, la vi llegar a una humana que estaba prácticamente muerta, e inyectarle veneno para transformarla. Hubiera creído que después de tanto tiempo de no poder usar mi poder como me placiera, se había dañado, pues hasta donde nosotros creíamos, ella no tenía ponzoña...pero sabía que no podía equivocarme, veía a la humana transformándose.

     En cuanto Edward comenzó a ver mi visión, corrió a alcanzar a Renesmee, pero yo sabía que ya era tarde; Carlisle corrió tras él, luego de que mi hermano comenzara a explicarle todo en el camino. Cuando la visión se detuvo, supe que Seth y Jacob ya iban hacía ella, pronto toda la familia comprendió —sin saber que ocurría— que debíamos seguirlos.

     Durante estos tres días mis visiones han resultado extrañas, a pesar de que los metamorfos hicieron lo posible por no afectar mi visión del futuro, cada que intentaba ver que le deparaba a esta chica en transformación, las visiones eran cortadas, irregulares, me sentía impotente por no poder predecir qué pasaría o cuando.

     —¿Segura que no quieres que hagamos algo más para bloquear a los lobos de tus visiones? —ofreció Fred, por onceava vez, quizá.

     —Segura —dije algo distraída—. Es que...empiezo a convencerme de que ellos no son el problema, sino ella —dije mientras la miraba