Against My Nature [Taekook]

Si me dejas

Las siguientes dos semanas transcurrieron como se planeaba... Al menos parcialmente. Con el tiempo logré un equilibrio entre lo que ellos esperaban de mí como lindo omega labios de fresa —nótese la ironía—, y mis reservas como ser humano respetable. Rechacé a comodidades pero me gané muchas más.

Taehyung se comportaba como al inicio, estudiándolo todo desde el otro lado del pasillo con los brazos cruzados sobre el pecho. En ocasiones se desaparecía por dos días seguidos y los profesores apenas preguntaban por él. No importaba si estaba o si no, no importaba lo que decidía hacer hasta el punto en que dejé de llamarlo popularidad para llamarle inmunidad.

Apenas me importaba lo que hiciera, de cualquier forma. Estaba bien por mi lado, buscando pistas o señales de la persona que "necesitaba de mi influencia", así hacía lo necesario y podía regresar a casa.

Sí, mi vida amorosa se reducían a "crushes", de los cuales solo dos estaban vivos y ninguno había hecho acto de presencia aquel día.

Suspiré en medio de la clase de sexualidad y en esta ocasión mis pensamientos no fueron interrumpidos por entrometimiento del profesor.

¿Y por donde iban mis divagaciones?

Básicamente en Taehyung, en la última vez que lo vi dos días atrás; fui de imprevisto a su casa y me recibió con su típico morro enojado. Estaba usando una bata blanca que se notaba, tenía varios años, pero se veía muy bien cuidada.

—Era de mi madre, era química —. Me dijo al respecto.

No había terminado de entrar cuando el perrito —que resultó ser perrita—, asistió en ladridos de alegría.

Ese día Taehyung y yo compartimos buen rato, me explicó de ciertos procesos químicos en que estaba trabajando y yo no me resistí a contarle de Sherlock Holmes y sus estudios.

Por suerte no reconoció el nombre, tal vez tenga su paralelo pero sea cual sea Tae no estableció relación.

Y hablando de relación...

—Estudiante Jeon, ¿sucede algo?

Sin ganas de pelea, me limité a esbozar un puchero y apoyar la mejilla en la mesa, susurrando—: Problemas de amor, profesor, problemas de amor.

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Lo que hacía la mayor parte del tiempo, justo como antes, era leer. Las alternativas literarias eran bastante interesantes y me gustaba compararlas. Además de estudiarlos, a los omegas, alfas, betas... En fin.

Eso sí, lo único que podía leer era omegaverse porque para mí era un mero género pero ni modo, para ellos era realidad.

—¡Ggukie! ¡Te están buscando, amor!

Esbocé una mueca de confusión y dolor porque... Menuda versión más empalagosa de mi madre. Con razón "Ggukie" era como era.

Pero bueno, de vuelta a la confusión.

«¿Quién puede estarme buscando?»

Con el pensamiento de que se tratara de Yoongi Hyung, salí disparatado por el pasillo para agarrar la escalera y bajar al primer piso de la casa, camino por el cual me enfrenté a la sala de estar.

Y bueno... Me chocaron dos cosas.

Uno: La sorpresa de ver a Taehyung.

Dos: Un intenso, y cuando digo intenso es uno que me hizo trastabillar al bajar los últimos escalones y caer de cara al suelo, olor a alfa.

—Hola, Jeon.

Mi madre, alejada de él por precaución —es que digo yo que la concentración de olor no era normal—, se paró a mi lado y dijo con tono de voz calmado—: Cariño, he detectado en ti un olor las últimas semanas, pero... No sabía que era de él.